Amados…
A
veces sentimos que la carga es demasiado pesada…
Que
no tenemos la suficiente fuerza para cargarla día tras día…
Que
la vida solo nos muestra el lado doloroso y ese final feliz tan esperado es
inalcanzable…
Nuestra
autoestima es…Muyyyy baja, nos colocamos en una posición vulnerable y lo peor
de todo es que no somos conscientes de ello.
Entonces…
Iniciamos
un recorrido de terapias, sanadores, curanderos, chamanes, etc.
Podemos
tener suerte y llegar a seres anónimos, luminosos, sin fines de lucro, que solo
buscan ayudar al otro desde el amor y la entrega.
En
este caso, ellos, abrirán los senderos para que nosotros tomemos las riendas de
nuestras vidas, son guías que nos dejan siempre la libertad de elección,
respetando nuestro libre albedrío.
Pueden
armonizar nuestros cuerpos espirituales y el físico y al finalizar la terapia sentirnos
en equilibrio, pero…
Si
no hacemos nuestra parte de de esfuerzo personal y cotidiano de soltar pensamientos
de bajas frecuencias o negativos, emociones violentas o si continuamos
escuchando a nuestro ego, ignorando los llamados del corazón, pues la terapia
será en vano y a la larga o a la corta, seguiremos perdidos.
También
puede suceder que llegamos a un
sanador/ar que construyen una imagen de ellos mismos totalmente falsa y solo
buscan una respuesta favorable y económicamente rentable de sus pacientes y
aquí me detengo un instante para dejar en claro como no debe ser un sanador/ra,
aceptando que es tan Humano como Divino como todos nosotros, pero nosotros al
optar por una terapia o un sanador/ra debemos tener en cuenta:
*Un
sanador/ar más allá del color de la ropa, generalmente blanca, que utilice debe
transmitir paz desde el corazón, debemos sentir desde nuestro corazón, que
podemos confiar y para ello debemos ser sinceros y conscientes de lo que
sentimos, no dejarnos llevar por lo que otros nos dicen del sanador/ar y ante
la duda es preferible no realizar la terapia.
*Para
confiar en la Terapia que nos ofrece, no puede obligarnos a realizar prácticas
que no deseamos, ni fuimos a buscar a la terapia, como por ejemplo, mantener relaciones
sexuales con él o ella, como camino para nuestra sanación.
*Un
Terapeuta no puede, por ejemplo, ser droga dependiente o alcohólico, pues ese
caso su dependencia lo aleja de la luz.
*Un
Terapeuta puede ser cordial con sus pacientes, pero si en su vida cotidiana es
agresivo, indiferente, cruel con sus propios seres queridos como la familia, hay
un desequilibrio mental y emocional, entonces su sanación es casi una fantasía
propia de la dualidad.
Con
esto quiero dejar en claro que…
Un
Terapeuta es Humano y puede que tenga que atravesar dificultades como
cualquiera de nosotros, pero en él o ella debe sobresalir el amor, por sobre
todos los acontecimientos de la tercera dimensión que este viviendo en el
momento de hacer la terapia.
Por
ello debe existir coherencia entre su vida privada y su vida pública.
Quien
predica lo que no es, en algún momento, la verdad se sabe…
Las
energías actuales sacan a la superficie todas nuestras sombras, y también las
del terapeuta.
La
energías que ingresan en la actualidad al Planeta son sanadoras, pues ya no se
puede ocultar nada!
Bienvenidas
sean!!!!!
La
Luz nos conduce a nuestro lugar real, según nuestras frecuencias, por lo tanto,
a no desanimarse, a bendecir nuestro lugar y tanto nuestras luces como las
sombras que nos muestran, pues nos dan la sagrada posibilidad de soltar, sanar
desde nuestro verdadero lugar…
Dios
en nuestros corazones!!!
Nuestro
verdadero sanador, guía y sendero.
Los
amo.
Con
Amor, Ashamel Lemagsa.
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