Elegir cómo nos vamos a
sentir.
Las emociones no pueden
ser controladas desde fuera, sino que deben serlo desde dentro de
nuestra vida. Por
eso, debemos cuidarnos para
mantenerlas bajo control y que no pasen a ser tóxicas.
• Una persona con emociones
tóxicas buscará ser amada a cualquier precio. Sin embargo, estar
sano emocionalmente no significa depender de otros para ser feliz,
sino del amor que uno se tiene a sí mismo en primer lugar.
• Una persona con emociones
tóxicas buscará la aceptación y el reconocimiento de los demás a
través de los bienes que posee. Sin embargo, estar sano consiste
en saber y reconocer que somos aceptados por nosotros mismos y por
los demás independientemente de lo que tengamos.
• Una persona con emociones
tóxicas buscará el valor en el exterior. Sin embargo, estar sano es
darse valor.
• Una persona con emociones
tóxicas da excesivo valor a las opiniones de los demás. Sin embargo,
estar sano es construir una imagen de uno mismo afectuosa y positiva
a través de
palabras de automotivación.
• Recuerda que lo más
importante en cualquier circunstancia no es lo que pasa a tu
alrededor, sino lo que pasa dentro de ti.
Nadie puede salir de una
crisis o de un dolor si permanentemente escucha de
sí mismo palabras de dolor, de angustia y de fracaso.
Asimismo, ten presente que
la flexibilidad es una herramienta con la cual necesitamos contar.
Tenemos que darnos permiso para equivocarnos, enfadarnos y llorar. También
para sentir rabia y enojo, y para perdonarnos, sanarnos, recuperarnos
y volver a ser felices.
• Recuerda que somos capaces
de transformar una emoción tóxica a través de acciones positivas
y debemos ser conscientes de que podemos hacerlo.
• Es necesario que, aunque nos
cueste, nos dirijamos decididamente a lo que sabemos que nos hace
bien y nos
genera bienestar: el cambio.
Tú puedes elegir superar sea
cual fuere la situación en la que te encuentres.
¡No permitas que las
emociones tóxicas te acompañen para siempre!
Hoy puede ser el día para cambiar de rumbo.
Hoy solo tienes que elegir por ti.
En la vida tendremos
problemas, dificultades, momentos inolvidables y otros que
no quisiéramos recordar, pero de todos ellos podemos sobreponernos.
No naciste por casualidad,
naciste porque tienes un propósito, un sueño que lleva tu nombre y te
está esperando.
Tu destino es la superación,
el amor, la dicha, la plenitud y la vida abundante.
Estás más que capacitado para
lograr tu propia transformación interior.
Y vas camino de
ello.
¡A disfrutar se ha
dicho!
EMOCIONES
TÓXICAS
Bernardo Stamateas
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