La atención es una función cognitiva compleja
La atención se divide en el estado
atencional general y la atención selectiva.
·
El
estado atencional general hace
referencia a la capacidad de mantener de forma prolongada en el tiempo un
estado de alerta adecuado que permita el correcto procesamiento de los
estímulos de nuestro entorno.
·
La
atención selectiva se refiere
a la capacidad de seleccionar un estímulo discreto entre el conjunto de
informaciones que constantemente nos llegan, por lo que maximizamos la eficacia
de nuestros recursos cognitivos y no los tengamos que dividir entre varias
fuentes de estimulación.
El estado atencional general
El estado atencional general es necesario para
poder llevar a cabo cualquier otra función cognitiva, ya que nos
permite detectar los estímulos del ambiente interior y exterior que nos rodea.
Cuando se altera el estado atencional general, quedan afectados todos los
procesos cognitivos.
La alteración del estado atencional general se
conoce con el nombre de estado confusional.
El estado confusional puede ser consecuencia de
alteraciones metabólicas, de intoxicaciones o de alteraciones primarias del
sistema nervioso central. A continuación se resumen las causas más frecuentes
de alteración del estado atencional general.
Etiologías más frecuentes del estado confusional:
·
Alteraciones
metabólicas: hipoxia;
hipoglucemia; desequilibrio electrolítico; alteraciones hepáticas, renales o
pulmonares; alteraciones endocrinas.
·
Infecciones:
o
Sistémicas: Neumonía, septicemia.
o
Intracraneales: Meningitis, encefalitis.
·
Intoxicaciones: Alcohol; drogas anticolinérgicas; sedantes e
hipnóticos; tóxicos industriales.
·
Abstinencia
de drogas: Alcohol;
sedantes e hipnóticos.
·
Enfermedades
neurológicas: Crisis
epiléptica; traumatismo craneoencefálico; lesiones focales (lóbulo parietal
derecho, región occipitotemporal, lóbulo frontal, mesencéfalo, tálamo).
·
Otros: Estados postquirúrgicos.
El paciente en estado confusional menudo se muestra
somnoliento y, en casos extremos, el estado confusional puede conducir
al coma. De todas formas, parece que el estado confusional no tiene que
coincidir necesariamente con una alteración del estado general de activación
cortical (o arousal), ya que la alteración de la atención puede ser mucho más
grave que el estado de somnolencia. Algunos pacientes, por ejemplo, pueden
estar completamente despiertos, incluso agitados, pero mostró una
desproporcionada alteración de la atención. Así, pues, los mecanismos de la
atención general y los del arousal no parece que se solapen completamente.
Además de la alteración de la atención general, el
estado confusional se caracteriza por la alteración del estado de vigilancia y
por una alta distractibilidad, lo que impide mantener un pensamiento coherente
e imposibilita llevar a cabo movimientos intencionados. Todas las funciones cognitivas
(orientación, memoria, lenguaje, juicio, etc.) se encuentran alteradas. Del
mismo modo, pueden aparecer alteraciones perceptivas, como alucinaciones,
alteraciones del estado de ánimo y cuadros de agitación psicomotora o de
extrema pasividad.
La atención selectiva
Del conjunto de estímulos que constantemente
recibimos, tenemos que seleccionar uno o varios sobre los que focalizar nuestra
atención. Esto se
consigue mediante la atención selectiva.
Imagina que estás en una fiesta con mucha gente
hablando a vuestro alrededor. Suponiendo que tu estado atencional general sea
correcto, es decir, suponiendo que no te hayas excedido en el consumo de bebidas alcohólicas,
serás capaz de detectar muchas conversaciones. La atención selectiva te
permitirá centrarte en una sola de estas conversaciones e ignorar el resto,
para que no te interfieran.
Pero ¿por qué necesitamos centrar nuestra atención
en un número limitado de estímulos en lugar de procesarlos todos? Quizá nuestro
cerebro no puede procesar toda la información sensorial simultáneamente. Sin
embargo, aunque nuestro cerebro pudiera procesar toda la información sensorial
simultáneamente, la efectividad del procesamiento cognitivo es mayor
cuando se limita a un pequeño número de estímulos.
La atención selectiva es una función dinámica, ya
que podemos cambiar el foco de atención dependiendo de las circunstancias.
Continuando con el ejemplo de la fiesta, esto permite, por ejemplo, que
rápidamente prestemos atención a la conversación trasera si sentimos que
alguien habla de nosotros. A veces, además, intentaremos mantener dos o más
focos de atención a la vez. A este proceso lo llamamos atención dividida.
Lógicamente, el procesamiento cognitivo es menos efectivo cuando prestamos
atención a muchos estímulos, ya que aumenta la posibilidad de interferencia,
pero la atención dividida nos permite hacer varias tareas a la vez, como
conducir y mantener una conversación, o cocinar y escuchar las noticias.
La atención selectiva y la orientación encubierta
Cuando escuchamos un ruido intenso y repentino,
orientamos nuestros sentidos hacia la fuente de estimulación. Así, por ejemplo,
giramos la cabeza y el cuerpo, y movemos los ojos en la dirección del estímulo.
Esta es una respuesta de orientación abierta, ya que implica un
movimiento evidente de diferentes órganos del cuerpo.
A veces, sin embargo, nos podemos centrar en un
estímulo sin necesidad de efectuar ningún tipo de respuesta motora. Esto se
denomina orientación encubierta.
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