Muchos
reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron
robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras mas lo
intentaban, mas infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir. Así
pasaban los años y el sabio era cada día más feliz.
Un día llego
ante el un niño y le dijo: “Señor, al igual que tú, también quiero ser
inmensamente feliz. ¿”Por que no me enseñas que debo hacer para conseguirlo”? El
sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
“A ti te
enseñare el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En
realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son
mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de
pasos que debes seguir a lo largo de la vida”.
El primer
paso, es saber que existe la presencia de Dios (sea el Dios que
sea) en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle
gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo
paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al
levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy
capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mi, no hay obstáculo que
no pueda vencer: Este paso se llama amor propio.
El tercer
paso, es que debes poner en practica todo lo que dices que eres,
es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas
que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa
tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces
proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas.
El cuarto
paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que
tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
El quinto
paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie;
ese sentimiento no te dejara ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan
justicia, y tu perdona y olvida.
El sexto
paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen,
recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitaran algo
de más valor.
El séptimo
paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del
mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por
ultimo, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a
tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa y
agradece tener vida y ésta vida; ayuda a los demás, sin pensar que vas a
recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y
dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera,
puedan ser felices…”
Que la
sabiduría milenaria nos oriente y enseñe por siempre.
Seamos
felices.
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