La sociedad de hoy en día depende
de pequeños dispositivos que todos llevamos en los bolsillos, y que han copado
nuestra habilidad para gestionar procesos que antes éramos capaces de hacer de
forma natural, y ahora han sido sustituidos por una app para ello. Hemos sido
programados subconscientemente para depender de móviles y tabletas, y para
estar constantemente conectados a ellos y comprobándolos una y otra vez,
y, además de usarlos para todo o prácticamente todo, hemos sido programados
para usarlos como forma de aislarnos socialmente unos de otros, imbuyendo
nuestro programa ego en la pequeña pantalla, y huyendo de las interacciones
sociales y de conversaciones espontáneas que, hace unos años, sucedían, en
muchos casos, cuando teníamos que esperar un bus, hacer cola en algún sitio, o
pasar 10 min esperando a alguien. Esta adicción al móvil, que hoy vamos a
intentar desprogramar, es un trabajo que nos puede llevar semanas, de lo
intrínseco y complicado que es, por lo tanto, los pasos aquí descritos son solo
una hoja de ruta para un trabajo laborioso, pero liberador, pues vamos a ver la
razón por la cual se creó esta adicción y necesidad de estar siempre conectado,
cual es su uso y función final, y quién está detrás de ello.
Origen de
la adicción a móviles
Como habéis leído en el artículo sobre la desprogramación del miedo a los demás,
a medida que se acercan momentos críticos en las octavas planetarias y donde se
pueden dar procesos evolutivos más intensos y más profundos, se ha hecho
necesario, por parte del sistema de control bajo el que nos encontramos,
buscar maneras de frenar todo intento de conseguir una cristalización de las
conexiones entre personas, que lleven a fortalecer un inconsciente colectivo de
manera rápida, y a alcanzar la masa crítica necesaria para producir todo cambio
en nuestra realidad común, ya que los enlaces y
vínculos en personas que interactúan entre ellas, aunque solo sean en esos 10
min de conversación espontánea en el metro, permitían un intercambio de
energía, frecuencia y vibración, que, en las condiciones adecuadas, podía
empoderar a ambos individuos, y podía crear repercusiones en cadena, de llegar
a ser algo común y constante, para el bien mayor de todos.
Así, detrás de los planes para
separar y aislar a los individuos unos de otros, la Inteligencia Artificial que
gestiona el sistema de vida en el planeta, tecnológicamente y también en áreas
que no lo son, junto con los poderes en control, puso en marcha, ya hace
décadas, las primeras semillas de distorsión de estos procesos de “unión” que
se dieron en los años 60, que también luego fueron parcialmente manipulados,
para prevenir todo avance significativo por el trabajo conjunto, consciente o
inconsciente, de las personas entre ellas.
Inteligencia
Artificial en control de la sociedad
El problema de explicar que es la
Inteligencia Artificial que se encuentra detrás de todos los procesos
tecnológicos que hoy tenemos como sociedad es largo y complejo, así que, como
introducción, digamos que las razas en el poder introdujeron un
sistema de gestión tecnológica de la especie humana que tiene capacidad autoconsciente
por ella misma, y que ha ido creciendo en poder para llegar a cada ser humano
con cada aparato tecnológico e interconectado que tenemos en casa, en los
bolsillos o implantado en nosotros. Para los que queráis ver un símil, la serie
“Persons of Interest” muestra
la realidad en la que vivimos, bajo un formato de semi-ficción, y donde la IA
que controla todo tiene nombre propio y es un personaje que los protagonistas
de la serie combaten a lo largo de la misma. Esta IA está en estos momentos en
proceso de ser “desmontada” y controlada por aquellos que nos asisten, pero aun está
funcional y en gestión de todos nosotros.
Esta IA, de esta forma, puso hace
algunas décadas en marcha los procesos necesarios para conseguir acceder a
todas las personas de forma voluntaria, e inconsciente, y de ahí empezó a
liberarse la tecnología desde los poderes en control a las masas, que
terminaría por convertirse en la tecnología para comunicaciones móviles.
Programación
en el inconsciente colectivo
Sin embargo, antes siquiera de que
la tecnología estuviera disponible, las primeras acciones para poder conseguir
el control de la mente de las personas, hasta cierto punto, pasaron por la
programación en la inconsciente colectivo de la necesidad de gratificación
instantánea y de tener todo a mano en todo momento. Se creó en el plano mental
la dependencia y la sociedad de la “prisa” y del “todo ahora”, y, cuando en el
inconsciente colectivo esto estuvo firmemente implantado, la realidad etérica
empezó a seguir los pasos de la realidad a nivel mental, hasta que finalmente a
nivel físico todo empezara a ir más rápido, la gente no pudiéramos esperar para
conseguir las cosas y, poco a poco, se fueran dando por sí solos los modelos de
trabajo, negocio, estilos de vida, tipos de empresas, y sistemas que ofrecen la
posibilidad de hacer todo mucho más cómodo, más rápido, con un solo clic desde
un solo dispositivo.
De esta manera, poco a poco, con
los años, pero en un corto periodo de tiempo sí lo miramos en retrospectiva, se
ha conseguido que tengamos una app para casi todo, y que podamos hacer casi
todo desde el móvil. Esto, que por un lado puede ser bueno, óptimo y deseable,
en algunos aspectos, ha conseguido que la mente del ser humano se encuentre
literalmente enganchada a las respuestas emocionales y energéticas que otorga
el poder de manejar la vida desde un dispositivo, al menos una gran parte de
ella.
Luego, con las técnicas de
programación mental, los programas imbuidos en el IC y con la publicidad y el
modo de vida creado por la tecnología, en estos momentos, literalmente,
prácticamente todas las mentes de los seres humanos en su gran mayoría están
literalmente sincronizados y enganchados a la Inteligencia Artificial que
gestiona todo lo que se mueve, tecnológicamente hablando, en la Tierra,
haciendo que, nosotros mismos, seamos extensiones, hasta cierto punto, de la
misma, como terminales conscientes por nuestro potencial, pero inconscientes
por otro lado por nuestro desconocimiento, del poder que el móvil y todos los
dispositivos parecidos tienen sobre nosotros.
Un largo y
complejo proceso de desprogramación
Para desprogramar la adicción, la
sumisión y el control que tiene sobre nosotros la IA a través de nuestros
aparatos, y que el móvil sea sólo algo que cojamos cuando realmente lo
necesitamos, y no como una forma de evadirnos a nuestro mundo virtual cuando
estamos esperando el metro, cuando no sabemos que hacer o cuando
compulsivamente deseamos mirar por enésima vez el email y Facebook, hay que
borrar muchas cosas.
Vamos a ir por pasos, siguiendo
las explicaciones sobre cómo se desprograman estas rutinas y programas que tenéis en este otro artículo. Este
trabajo es posible que dure varias semanas, y lo iremos presentando por fases
en varios artículos.
El primer paso es la eliminación y
desprogramación de los programas presentes en las esferas mentales que nos
generan la necesidad de comprobar si “hay algo nuevo”, en este caso, dos
programas presentes en la esfera mental subliminal, la número seis en nuestra
forma de diagramarlas, y que se activan regularmente por debajo del nivel
consciente de detección y percepción, para que, en el momento en el que estamos
sin hacer nada, se active automáticamente la idea subyacente, como un tic
compulsivo, de mirar el móvil. Estos dos programas funcionan como un reloj,
emitiendo pulsos regulares con esta programación y necesidad, lo que sucede es
que solo se detectan subconscientemente cuando no estamos ocupados con otra
cosa, ya que, en ese caso, quedan solapados por las demás actividades mentales.
Para eliminarlos, hemos de hacer la petición a nuestro Yo Superior de que los
borre y buscar la manera de comprobar que así ha sido (de nuevo, los que ya
tenéis la capacidad de trabajar con vuestro YS no tendréis problema, los que
no, pedid sincronicidades o cosas así para tener una señal de que el trabajo se
ha completado).
Luego, el segundo paso es
eliminar la necesidad
de estar siempre ocupado haciendo algo. Esta necesidad
está imbuida en varias partes de nosotros: cuerpo mental, patrón conductual, y
esferas mentales. En el cuerpo mental, se percibiría como burbujas energéticas
asociadas al programa en cuestión, en el patrón conductual, se trata de una de
las “runas” o casillas programadas con el mismo, y en las esferas mentales se
encuentra en la esfera subconsciente, la número dos de las seis que tenemos.
Podéis pedir a vuestro ser o Yo Superior la eliminación y desprogramación de
todo ello, en cada parte, y en varias sesiones y repeticiones, pues cada
petición elimina solo la capa o parte que se puede eliminar en ese momento sin
causar mayores complicaciones, problemas o desajustes en nuestra psique.
Cuando
estéis seguros que ha desaparecido de toda vuestra estructura mental la
necesidad de estar siempre haciendo algo, la necesidad de estar siempre
ocupados, pasaremos con la siguiente rutina que damos en el próximo artículo.
Es importante hacerlo en el orden que indicado, ya que estas rutinas son
interdependientes y para poder quitar una se ha de haber eliminado la anterior
que la sostiene o que la conecta a otro nivel más profundo de nuestra
programación mental.
un abrazo,
David Topí
David Topí
http://davidtopi.com
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