Amados…
Que
pregunta!!!
Se
puede Ser Amor Incondicional en Tercera Dimensión???
Algunas
personas, dicen, que es casi imposible Ser Amor Incondicional en la Tercera
Dimensión, pues todo se hace o se siente bajo alguna o varias condiciones que
condicionan al amor, con sus exigencias, estrés y dualidad.
Es
verdad que a veces las condiciones están arraigadas en nosotros, de tal manera,
que no nos damos cuenta de la existencia de ellas como, en las tradiciones...
Las
tradiciones familiares, por ejemplo, en la mesa donde cada comensal tiene un lugar asignado
que es inamovible, pues un cambio sería una falta de respeto, a quien se le
quita su lugar por tradición familiar.
Estas serían condiciones de tradiciones familiar, por sobre el amor como
unidad de familia.
Otro
ejemplo…
Las
condiciones laborables muchas veces incómodas y hasta injustas por momentos,
pero que se las acepta, para obtener una remuneración mensual y así satisfacer
las necesidades personales o familiares.
Entonces…
Dónde
está el amor incondicional, si nos condicionamos a un lugar determinado en la
mesa, que no es indispensable para saborear una comida, ni compartir un momento
en común dentro de una conversación familiar.
Dónde
está el amor incondicional cuando para lograr un sueldo que cubra los gastos
mensuales, debemos trabajar diez o más horas por día muchas veces en lugares
incómodos o con personas incompatibles entre sí, que hacen de la tarea a
desarrollar una cuasi “tortura” psicológica.
Seguramente
que si analizamos las diversas situaciones que debemos atravesar cada día, el
amor incondicional no existe o por lo menos se diluye entre tantos
inconvenientes cotidianos.
En
realidad, personalmente siento, que el amor incondicional en la Tercera
dimensión existe en niveles, según la evolución de consciencia personal de cada
habitante de este Planeta tan bello como dual.
La
diversidad evolutiva, el libre albedrío y la dualidad forman parte de la
estructura Planetaria y humana tanto física
como espiritual.
Difícilmente
lograremos ser homogéneamente una Comunidad Humana de Amor Incondicional,
mientras no seamos conscientes de nuestro ego que nos hace cometer tantos y
tantos “errores” por querer Ser desde la mente, olvidando el corazón como la
fuente del Amor Incondicional.
Si,
Amados…
Aunque
no lo crean, somos todos Fuente de Amor Incondicional, a pesar de… (Agreguen
todo aquello que los aleja del Amor en ustedes mismos)
El
amor incondicional existe… En Nosotros!!!
Somos
una Chispa Divina encarnada en un cuerpo físico, si Dios es esa Chispa de Amor,
entonces, Somos Amor.
Qué
nos detiene???
Por
qué no logramos Ser lo que realmente somos???
Pues…
En
nuestro descenso en la materia nos alejamos de nuestro origen Divino, del
contacto directo con el mismo, pero ese “velo” de materia que nos separa, no es
eterno, simplemente condiciona nuestra conexión y según el trabajo interior que
realizamos para sanar, liberar esas barreras que no nos permiten Ser La bella
Luz que en realidad todos somos.
El
velo de la dualidad, del antagonismo, del Ego en acción que juzga, separa,
discrimina y vive enfrentando polaridades, alejan el amor incondicional como una energía
que fluye y se integra en cada acto, pensamiento y emoción.
Creo
en el Amor incondicional como energía de nuestro Dios interior que puede
expresarse integrado en nuestro Ser, pero solo puede suceder esto, cuando
sanamos, liberamos y nos perdonamos heridas propias y ajenas; cuando nos
liberamos de los juegos del ego, cuando nos hacemos plenamente conscientes del
amor que realmente somos y lo expresamos, más allá de los otros, del entorno y
las circunstancias que pueden presentarse en nuestras vidas como la escasez, la
frustración, las guerras o las injusticias.
Creo
en el amor incondicional desde cada Ser Consciente de sí mismo, soberano,
responsable, que honra la Vida desde el amor ilimitado e incondicional hacia
todos y todo, aunque, aún, no reciba igual respuesta.
Somos
UNO desde el Amor.
Siempre
lo fuimos, desde nuestro mismo Origen.
Solo
nos queda ser consciente del Amor en y con nosotros.
Los
amo!!!
Con
Amor, Ashamel Lemagsa.
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