El apoyo emocional es una gran alivio cuando
nos sentimos solos o desbordados por las emociones.
Este sostén nos puede proporcionar consuelo, seguridad y tranquilidad.
¿Qué aspectos hemos de tener en cuenta si queremos dar este apoyo emocional a
otras personas? ¿Y si queremos recibir el apoyo de un hombro amigo?
Para dar apoyo a otras personas vamos a necesitar practicar la
escucha y la empatía hacia los demás. En cambio, para recibir apoyo emocional,
vamos a tener que asumir que no siempre somos capaces de gestionar todo lo que
nos pasa solos. Por eso, en ocasiones vamos a necesitar ayuda de otras personas.
La importancia de la escucha activa
La habilidad para escuchar de forma activa es la base para generar un
espacio de entendimiento. Escuchar no es lo mismo que oír, al escuchar, se
percibe con todo el cuerpo, con los oídos, los ojos, los gestos, etc. Todo
el cuerpo se involucra en la escucha, para que la persona que está hablando
pueda sentir que le estamos comprendiendo de verdad.
Una buena forma de demostrar la escucha activa es resumiendo y parafrasear lo que la persona va
diciendo a medida que avanza en su discurso. Así nos aseguramos de que estamos
escuchando con plena consciencia y atención y no caemos en distracciones. Es
muy fácil que sin darnos cuenta, hablemos antes de tiempo, u opinemos sin tener
toda la información completa… o lo que es peor, saquemos el teléfono del
bolsillo.
“Tan solo con escuchar profundamente, aliviamos el
dolor y el sufrimiento.” -Autor desconocido-
Sentir que estamos conectados con los demás nos puede proporcionar
también ese apoyo emocional que nos va tan bien cuando nos sentimos desbordados
por nuestras emociones. Necesitamos “a nuestras personas”, sentir que
tenemos alguien interesado en conocer nuestras penas y alegrías porque le
importan, alguien que entiende que somos seres complejos, con un pensamiento complejo y
asume el coste, no siempre agradecido, de intentar comprendernos.
La empatía es una cualidad para aprender
La empatía es la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar de
los demás y comprender sus sentimientos desde sus circunstancias. De esta
manera, logramos poder entender lo que les pasa, cómo se sienten, qué piensan y
por qué las personas se comportan de determinada forma. La empatía es una
habilidad que podemos perfeccionar si ponemos empeño en coger de las manos a los
demás y hacernos esfuerzo por seguirlos a través de puertas estrechas y
rincones oscuros, que muchas veces causan aburrimiento o miedo.
“Lo más importante es que necesitamos ser entendidos. Necesitamos alguien
que sea capaz de escucharnos y entendernos. Entonces, sufrimos menos” -Thich
Nhat Hanh-
Imaginemos que un amigo nos explica que acaba de cortar con su pareja y
que está afectado por ello. Una de las claves para que este amigo note
nuestro apoyo tiene que ver con validar sus sentimientos. Con
reconocer que entendemos que en su situación se sienta así. De esta manera nos
situamos en poner en valor su emociones.
No hace falta decir muchas palabras para brindar apoyo. De hecho, muchas
veces ni siquiera hacen falta: un abrazo, una mirada o un gesto pueden ser
suficientes para que la persona se sienta acompañada. Hacer como si no
pasara nada, es decir, minimizar el dolor o el
sufrimiento, no suele ayudar a la otra persona. Al revés, la caricaturización
de su sufrimiento es todo lo contrario a ponerlo en valor. Quizás nosotros no
habríamos reaccionado así, pero eso no hace menos sincero y profundo su
sufrimiento.
Recibir apoyo emocional alivia el sufrimiento
Recibir la ayuda y el apoyo que necesitamos, para superar los momentos difíciles, nos puede
proporcionar gran alivio y tranquilidad. Es importante que reconozcamos
que no tenemos por qué poder con todo, ya que, podemos pasar por momentos de
vulnerabilidad. En estos casos, es posible que necesitemos un apoyo de
alguien de confianza y un buen desahogo de vez en cuando.
Compartir nuestras emociones con
otras personas nos puede ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico,
además de situarnos en posición de entender que no somos los únicos que tenemos
problemas. Todos pasamos por momentos complicados a lo largo de diferentes
épocas de nuestra vida. Por tanto, es mejor sentirnos acompañados que tener que
pasar estos momentos solos. Piensa que el sufrimiento ya
inspira introspección, como para acompañarla de una de una sensación de abandono total.
Para brindar apoyo emocional vamos a necesitar la escucha activa,
sostener el silencio y practicar la empatía para que los otros perciban ese
apoyo. En cambio, para recibir apoyo emocional, va a ser necesario una dosis de
humildad, reconocer que no somos capaces de gestionar todo lo que nos pasa
y empezar a practicar la capacidad de pedir ayuda cuando la necesitemos.
Fuente: Adriana Reyes Zendrera (Psicóloga
y psicoterapeuta emocional)lamenteesmaravillosa.comhttp://sanacionholisticasalamanca.wordpress.com
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