Una tarea
siempre pendiente
La cuestión de
cómo manejamos los diferentes aspectos de nuestra existencia a través de
nuestra personalidad depende de cómo de conscientes somos de esos aspectos. Si
no nos conocemos a nosotros mismos, y eso es algo que solo se puede hacer a
través de la autobservación, no tenemos forma de darnos cuenta cuando se ha
activado un programa y estamos reaccionando en vez de accionando, actuando de
forma autómata, y cuándo lo estamos haciendo de forma consciente. Todas estas
palabras, y conceptos, cuando los lees suenan bonito y suenan correctos, pero todos
sabemos que los mecanismos de la psique enseguida los pasan a otros niveles más
profundos, o bien los bloquean y los filtran para que nada suceda y todo siga
como siempre. No nos cansaremos de decir que el trabajo que hay que hacer,
internamente cada uno, es algo que siempre hay que tener como uno de los puntos
constantemente pendientes de nuestra agenda personal.
En todo caso,
siempre se consigue que algo de lo que vamos aprendiendo, leyendo o integrando
llegue a niveles más profundos donde siembra alguna semilla, que poco a poco la
consciencia real de aquello que somos puede regar para hacer crecer. Y, de ahí,
nacen esos destellos de comprensión, sabiduría y entendimiento de conceptos y
vivencias que, en algún momento, solo fueron palabras leídas en algún sitio, y
luego se convirtieron en realidades factuales e internas vividas y
experimentadas individualmente, que se incorporan a la realidad holocuántica de
cada uno, y que llevan, inexorablemente, a ir cambiándola y moldeándola al
ritmo adecuado para que nuestro mundo exterior refleje esos cambios que ya
hemos hecho en nuestro interior.
Actualización de
los campos mórficos del planeta
Ahora bien, ¿y a
nivel macro? ¿qué está sucediendo? La situación de la Tierra a nivel energético
es de cambio constante, no hay nada nuevo que decir aquí, pero ahora parece que
estuviera todo un poco a ralentí (en términos macro-energéticos, respecto a las
profundas modificaciones que se han dado en meses anteriores), por la necesidad
de esperar a que se terminen estos cambios que fueron sembrados en su momento.
¿A qué se refiere? Es la necesidad de que los campos mórficos que contienen la
información de los procesos evolutivos y de las energías que están disponibles
para el planeta y para el ser humano, provenientes del exterior, que se habían
reajustado anteriormente con nuevos contenidos, terminen de cuajar, como si de
masas de energía que se están fundiendo y actualizando unas con otras se
tratase, para que lo entendamos de forma visual. Estos campos mórficos están en
diferentes niveles de la estructura del planeta, no solo para la vida humana, o
no solo en lo que llamamos nuestro inconsciente colectivo, sino en todos los
campos y estructuras de la realidad múltiple, las diferentes realidades
paralelas que existen simultáneamente en la Tierra.
Facilitando la
llegada al estadio evolutivo de “hombre número 4”
De esta forma,
cuando los reajustes actuales hayan finalizado, energéticamente, la estructura
de los campos que sostienen y hacen de base para la realidad del planeta,
podrán ser usados para dar más acceso a ese “amor cuántico”, genérico
y universal, del que hemos hablado anteriormente, lo que va a facilitar que esa
energía sea más accesible a través del corazón de las personas, de nuestro
cuarto chakra, de nuestro centro espiritual y de nuestra esencia,
intentando despertar en la medida de lo posible esa conexión que todos tenemos
disponible. El objetivo, es que, consciente o inconscientemente, sea más
sencillo para todos trabajar con este tipo de energías que contrarresten todas
las otras de baja calidad y vibración, presentes a nivel macro.
Y ¿por qué esta
necesidad? Para la evolución conjunta de toda nuestra raza, se tiene que
intentar hacer que la gente equilibre más su parte instintiva, mental y
emocional, para acercarse un poquito a lo que llamamos “hombres número
cuatro”, por nomenclatura de Gurdjieff (personas equilibradas instintiva, emocional
y mentalmente, lo tenéis explicado en la conferencia “Humanidad y Salto Evolutivo”), ya
que, si no se consigue de alguna forma equilibrar los tres componentes básicos
de la humanidad, es muy complicado, o complejo, que podamos avanzar al unísono
junto con los cambios en el planeta. De ahí que, una de las cosas que se tienen
que completar para poder seguir adelante, evolutivamente hablando, es que una
gran parte de la población tenga más fácilmente acceso a las energías que le
llegan por su parte emocional, especialmente en nuestro hemisferio occidental,
donde, de los tres componentes que definen el equilibrio de esta categoría
evolutiva, es la que está más desequilibrada.
Los próximos
tiempos que posiblemente tenemos por delante, indefinidos de momento en cuanto
a duración, nos llevarán a eso, a buscar a nivel global, a nivel planetario, un
equilibrio en esos tres aspectos, empezando por la parte emocional, intentando
que individualmente cada uno lo consiga en si mismo, y facilitando las estructuras
energéticas que ayudarán para ello. Se detonarán en cada uno las
experiencias y vivencias necesarias para alcanzar ese
equilibrio, y será un gran paso adelante en este camino que seguimos
recorriendo.
un abrazo,
David Topí
David Topí
http://davidtopi.com
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