El
Corazón/Intuición
Capítulo:
6
Amados…
Cuando nos entregamos a
la Divina Voluntad de Dios en Nosotros, la vida se transforma cada día en un fluir ascendente de energía de
Amor Crístico.
Los milagros se suceden
en las pequeñas, “coincidencias” o también llamadas “casualidades”, que son
fruto de la causalidad del ascenso de nuestra personalidad humana a través del
Alma camino a la unificación con nuestro Ser Superior.
Dios en nosotros, Esencia
Divina, se manifiesta en nuestra vida en las coincidencias, que no son
casuales, son causales de nuestras transformaciones interiores.
¿Cómo se logra????
¿Cómo se inicia este
proceso?
El corazón funciona
como un “cerebro”, pero transciende el razonamiento lógico. Llega a las
profundidades del Ser Interior y le otorga la posibilidad de conducirse en la
intuición.
La intuición es la
habilidad para conocer y comprender algo, sin necesidad del razonamiento
puramente lógico, es decir, nacido de la Mente.
La mente, razona; el
corazón… Intuye!
Cuando llegamos al
conocimiento a través del corazón estamos navegando en la intuición, pero quién
o qué mueve la intuición en nosotros para dirigir nuestra atención hacia el
lugar indicado…
Esa fuerza
“sobrenatural” que nos empuja hacia dónde debemos dirigirnos es… Dios en Ti!!!
Esa “corazonada”, que
te llevo a encontrar el trabajo adecuado, o ubicar esa vivienda amplia,
luminosa que tanto necesitabas es la energía Divina, que tu permitiste que se filtrara
en libertad, desde el amor de tu corazón.
Cuando hablamos de la
“Nueva Era” generalmente se menciona el amor que se expande desde el corazón,
unificando Mente, cuerpo y Alma en Unidad Crística, también llamado Amor Universal.
Cuando se habla de
Unificación, se entiende que el Amor fluye en nosotros, sin los límites
mentales, propios de un Ego/Personalidad, sentimos la Paz Interior, el
equilibrio y la armonía de saber que atravesamos las diversas situaciones de la
vida con la comprensión, la paciencia y la flexibilidad que Dios en Nosotros
nos otorga, para lograr transitar por el sendero más apropiado y así cumplir con nuestro Plan de vida diseñado
antes de reencarnar.
Cuando oramos…
Dios en Mí,
Que se cumpla tu Divina Voluntad,
Que es también la mía.
Estamos aceptando que
el conductor de nuestra vida es Dios, ya no más el Ego/Personalidad, pues Dios
siempre nos guiará por el sendero más adecuado para llegar a nuestro
aprendizaje Superior.
Recordemos…
El Ego/Personalidad, no
acepta que pueda existir alguien o algo
superior a él, por ello desconoce o niega al Corazón, buscando acallarlo
con negatividad, como por ejemplo…
“Tú no puedes,
lograrlo”.
“Eres incapaz de
realizar tal o cual tarea”.
“Es muy difícil para
ti”.
El Ego te hace sentir
separado, distante de la Fuente de Luz que existe en ti, te aleja del Corazón, te
aleja de Dios.
En su actitud
contradictora, polarizada, te hace cometer muchos “errores” de los cuales
saldrás airoso, al darte cuenta que las propuestas de esa “personalidad”, eran presiones que de alguna manera fueron las
responsables de conducirte al Corazón, a Dios.
Siente la situación de
esta manera…
Es como si caminaras
por un túnel, donde te dicen… “abre esa puerta” pero cuando lo haces recibes
descontrol, algún golpe, desilusiones, frustración.
Si continúas esperando
una respuesta de tu Ego, este seguirá indicándote que abras puertas equivocadas
como la soberbia, la ira, la frustración haciéndote sentir, más aislado aún…
Cuanto más aislado, más
te acercas a soltar las respuestas del Ego, para llegar a otras respuestas,
mucho más cercanas a ti, a tu corazón.
Es entonces que…
Algo te rescata de
tanta confusión…la intuición entra en acción!!!
Para decirte que hay
algo más en el túnel, que no está fuera de ti, que no necesitas abrir o golpear
puertas externas a ti…
Pues la única puerta
está en ti!!!! Siempre estuvo allí!!!
El Corazón, la Fuente Divina…
Dios en ti.
Así comprendes que…
Para que el Corazón
conduzca tu vida, debemos escuchar la voz de Dios, que nos habla desde la
intuición.
¿Cómo lograrlo???
Cuando prestamos
atención, cuando nos centramos en el Amor, en el aspecto positivo de nuestra
vida, cuando la aceptamos, tal cual se presenta, entonces, estamos en
posibilidades de transformarla guiados por la intuición, nacida del corazón.
El cerebro humano es
una herramienta muy útil y necesaria para movernos en esta realidad de Tres
Dimensiones, pero es el Corazón el que nos puede guiar desde lo más elevado,
para que el caos de la densidad sea transformado en Luz y Amor Ilimitado.
El Ego utiliza una
herramienta física, el cerebro, a través del razonamiento lógico, donde todo debe
tener un lugar determinado y nada puede salirse de ese esquema, pues iría en
contra del Ego mismo.
Las políticas, la
sociedad, la economía y las religiones, se encuadran en las reglas, casi
eternas o que son modificadas según el Ego del momento, que así lo indique.
El Corazón no necesita
reglas, pues de él solo nace AMOR .
En el Amor hay
compasión, comprensión, sabiduría, equidad, armonía, paz, belleza, silencio,
quietud, respeto, unión…
No son reglas, es energía
que fluye sanando y transmutado todo aquello conectado a nuestra vida y que
debe vibrar en frecuencias más elevadas.
El Corazón, necesita de
la herramienta mental, para moverse en la Tercera Dimensión, pero esa mente conducida
por el corazón funciona en equilibrio,
pues es conducida por el amor.
Entonces…
En cada pensamiento,
existe la quietud necesaria para llegar a una amplitud holística de
posibilidades que otorguen al
individuo la manera de elegir el
sendero más adecuado no solo para su vida, sino para todos aquellos conectados
con él.
En cada acto está
presente el pensamiento que lo originó y las emociones conectadas al mismo, es
por ello, que cuando permitimos que el Amor actúe en nosotros, los pensamientos
son nobles y se asocian a emociones
elevadas.
Pensamiento, emoción y
acto están integrados por el amor y guiados por la intuición que surge como
guía de Dios en nosotros.
Somos conscientes que
en esta realidad de tres dimensiones, la diversidad espiritual es una
constante, que se manifiesta en corazones cerrados, abiertos, en proceso de
expansión o muy dormidos…
Más allá de cualquiera
que sea nuestro entorno, nuestro corazón está atento para guiarnos a través de
la intuición.
Pues, Dios no discrimina
a todos les habla, pero algunos lo escuchan más “sintonizados” que otros.
Todo lo que existe, sea
de nuestro conocimiento o no, está inter penetrado por la energía del amor, lo
que existe “es” y lo que “es” está en la órbita de Dios, la Fuente de todo.
Soltar el odio y el
rencor, perdonar y perdonarse es… fundamental para que el Amor fluya desde la
Esencia Divina tocando nuestras vidas paso a paso.
Cuando perdonamos, Dios
en nosotros nos bendice abriendo los caminos hacia la verdadera libertad del
Ser… La soberanía interior.
Ser soberano es ser
responsable de todos nuestros sentires, pues según lo que sientas… amor,
tristeza, dolor, angustia, compasión, misericordia, así serán los “hilos” que tejerán
tu vida.
Entonces…
Ser consecuente contigo
y con los demás es Ser responsable y soberano en el Sendero de Vida.
Recuerda…
Siente
amor, sin límites…
Piensa en
positivo…
Conecta
tu mente al corazón…
Permite
que la intuición nacida del corazón, guíe tu vida,
de la mano de Dios en Ti
Los Amo.
Con Amor, Ashamel
Lemagsa.
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