Tenía la carta del trabajo, la carta de la independencia, la carta de la libertad y la carta de la confianza. Pero llegó un monstruo llamado crisis a jugar con la baraja. Y ese castillo de naipes sufrió la sacudida de un huracán que destrozó cada piso, que hizo a las almenas añicos como si de un montón de paja se tratara.
Y entonces, me di cuenta de que no fui yo la que busqué esas cartas, sino que me vinieron dadas.
Delante de esas circunstancias que no esperabas, como si tu vida la hubieras perdido jugando al póker en un casino, el futuro por el que apostaste tus ahorros salió volando. Ya no había nada certero, el mundo se volvió azar y con él tus miedos aparecieron.
La vida es un juego de azar, no sabes si hoy vas a perder o vas a ganar.
Jugamos a la vida con las cartas ya dadas
Muchas veces no nos damos cuenta de que jugamos la vida con las cartas ya dadas y que somos nosotros los que tenemos que ganar la partida. El azar nos pone en situaciones que no buscamos, que nos hacen daño, porque es algo que no podemos controlar.
El azar puede ser tu mejor compañero o tu mayor villano. Él te da las cartas, pero tú eliges como jugarlas.
¿Qué podemos hacer cuando los naipes que nos hemos encontrado en la vida no favorecen nuestras posibilidades? ¿Cómo podemos ganarle la partida al azar? Principalmente sin perder la perspectiva del juego de la vida. Podemos rendirnos y dejarnos llevar por la tristeza a la que la inercia del azar nos empuja o podemos luchar la partida.
Para poder luchar muchas veces hay que contar con diferentes estrategias que puedan jugar a nuestro favor. Así, cuando los naipes vienen mal dados, las llamadas estrategias de afrontamiento pueden ayudarnos. Las estrategias de afrontamiento son, según Lazarus y Folkman, un conjunto de estrategias cognitivas y conductuales que la persona utiliza para gestionar demandas internas o externas que sean percibidas como excesivas para los recursos del individuo.
La partida se gana con estrategias de afrontamiento
En la vida nos vamos a encontrar muchas situaciones difíciles en las que pase lo que pase vamos a sufrir, pero tenemos que aprender a aceptarlas y vivir con ellas como una parte más del juego de la vida. Mantenle el pulso al dolor y al miedo.
Las estrategias de afrontamiento no solo nos ayudan a lidiar con el estrés, sino a enfrentarnos a las emociones en los problemas del día a día. Pero, en muchas ocasiones no utilizamos las estrategias adecuadas, y por ello no podemos enfrentarnos a los problemas. Las estrategias de afrontamiento según Lazarus y Folkman son de dos tipos:
Estrategias centradas en el problema: se utilizan cuando el problema puede ser abordado, ya sea cambiando el ambiente en el que ha surgido o a nosotros mismos. Las dos principales estrategias de este tipo son:
Confrontación: consiste en el afrontamiento directo del problema.
Planificación en solución de problemas: aquí se suele utilizar la técnica de solución de problemas para hallar la mejor manera de abordarlos.
Estrategias centradas en la emoción: se suelen utilizar cuando no puede intervenirse sobre el problema, porque es algo que no puede cambiarse. Lo que se busca es cambiar el significado emocional del estrés, es decir, la manera de tratar o interpretar lo que está ocurriendo. Estas estrategias son:
Distanciamiento: usar la negación u olvidarse de la existencia del problema.
Autocontrol: no precipitarse en el afrontamiento del problema, se guardan para uno mismo.
Aceptación de la responsabilidad sobre el problema.
Escape-evitación: esperar a que se solucione solo, e incluso, utilizar las drogas como modo de afrontamiento.
Reevaluación positiva: pedir ayuda o consejo para que desde otro punto de vista te asesoren con el problema.
Hay un tipo de afrontamiento especial que es la búsqueda de apoyo social y que se considera que forma parte de los dos tipos, porque puede ser tanto emocional como centrada en el problema. Esto es así porque depende del uso que le demos o busquemos con ese apoyo.
¡Cuidado! no todas las estrategias de afrontamiento son adecuadas
No todas las estrategias aquí planteadas son positivas o adecuadas en la resolución de los problemas. Las estrategias arriba descritas son las que los autores consideran las más usadas, pero las estrategias de distanciamiento y confrontación muchas veces dañan más que ayudar.
En cambio, las estrategias de planificación y resolución de problemas y la de reevaluación positiva son las que se consideran más útiles a la hora de afrontar nuestros problemas ya que suelen dar resultados muy positivos.
Así que, cuando los naipes de la partida de tu vida se derrumben como si de un castillo mal construido se tratara, utiliza las mejores estrategias de afrontamiento para conseguir solucionar los problemas. Si no sabes utilizarlas, pide ayuda psicológica para aprenderlas y que así el azar y la tristeza no ganen la partida. Tú decides como juegas la partida de tu vida: el azar solo te da las cartas y tú eliges en cada momento cuál es la que juegas.
Lorena Vara González
Atrévete a ser feliz.
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