Qué es la bibliomanía
Aunque pueda parecer extraño en un primer momento, la obsesión por coleccionar librospuede llegar a ser un importante problema. La realidad es que cualquier obsesión mal gestionada puede convertirse en un trastorno, y este caso es un claro ejemplo
Pero, ¿en qué consiste la bibliomanía y por qué se cataloga como trastorno? Las personas que tienen bibliomanía muestran una tendencia a comprar y a acumular libros de forma compulsiva.
Se trata de una afición que comienza a descontrolarse y que, si bien no se considera un trastorno mental, las personas que lo padecen muestran muchos de los rasgos definitorios de los trastornos obsesivo compulsivo.
Por lo tanto, el término bibliomanía se refiere sobre todo a la tendencia a la acumulación excesiva de libros, sobre todo cuando este hecho llega a perjudicar la calidad de vida de la persona.
Y nos preguntaremos, ¿cómo puede la acumulación de libros causar daños en la vida de una persona? Esto puede afectar de diversas formas: el afectado puede llegar a tener un grave problema de espacio en casa, falta de vida social, problemas de higiene, o incluso llegar a tener deudas para poder pagar esta afición.
Como se puede llegar a imaginar, este problema no es más que el síntoma de otro problema que tiene esta persona. Es decir, es la forma en la que se expresa o se muestra una serie de trastornos que el afectado tiene.
Dicho de otro modo: la bibliomanía se asocia a un tipo de trastorno mental que puede ser de muchos tipos. Por ejemplo, puede ser que se trate de alguien con una personalidad muy narcisista que necesita presumir de su lado intelectual.
También hay quienes lo hacen por simple y mero afán decorativo, o quienes tienen problemas de relaciones sociales y se sumergen y aíslan en este mundo rodeado de libros. Lo importante que hay que saber es que esto se convierte en problema cuando afecta de forma negativa al individuo en cuestión.
Cómo reconocer la bibliomanía
Para reconocer si una persona tiene este trastorno o si simplemente se trata de una afición sana sin más es necesario distinguir ciertos factores. Coleccionar libros no tiene por qué ser algo malo, ni tampoco acumularlos, pero sí que hay un límite en el que esto se convierte en un problema.
Para saber cuál es ese límite es importante observar a la persona y ver sobre todo qué grado de dependencia tiene hacia esta afición. Hay que ver la intensidad con la que se compra de forma compulsiva.
Si vamos a la casa de esta persona también podremos observar el espacio que queda libre para andar y moverse, las condiciones de higiene, de qué forma acumula estos libros y si afectan a su vida social de forma negativa y aislante.
Otro factor importante es el económico. Si esta persona no tiene un poder adquisitivo suficiente como para mantener esta afición y, aun así, decide endeudarse para poder seguir acumulando sin que exista una necesidad, está claro que padece este trastorno llamado bibliomanía.
Y es que, aunque ellos libros están hechos para ser atractivos físicamente y son un objeto que a todos gusta y agrada tener, el coleccionismo desmesurado puede tener unas terribles consecuencias.
En cierta manera, este hecho está también relacionado con el consumismo desmedido. Es normal que tras la compra de un producto haya procesos que están basados en las emociones, y en esta situación es en muchos casos esto lo que sucede.
En el caso de la bibliomanía, lo que empuja al comprador a adquirir libros de forma incontrolada también va motivado por emociones. Es el impulso el que lleva a hacerlo, no un coleccionismo racional y medido, pensado y basado en unos criterios lógicos.
Lo que suele ir acompañando a este problema, como en todo trastorno de este tipo, es una serie de excusas por parte del afectado. Este trata de encontrar justificación para dichas compras y suele negar que tiene un problema.
Aun así, este no tiene por qué ser un problema grave y puede solucionarse de forma fácil si el afectado pone de su parte y reconoce que no su tendencia a la acumulación de libros no es sana. En el caso de que esto responda a un problema mental más grave, será necesario acudir a un profesional.
Y es que cualquier afición que no se gestione bien puede llegar a ser una obsesión y convertirse en un problema. Por esto mismo, hay que tener cuidado con ello y, ante las señales sobre las que te hemos hablado, reaccionar y poner remedio al problema.
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