Cuando uno cree que ya se conoce bastante bien, de pronto se encuentra con una situación en la que reacciona de un modo del que él mismo se sorprende; de pronto uno se emociona ante cosas que antes le pasaban desapercibidas o descubre que aprecia a ciertas personas mucho más de lo que suponía, o que tiene un corazón más impresionable de lo que ha sido en otro tiempo.
Si uno es sincero y honrado –que son unas cualidades muy apreciadas que hay que fomentar-, si uno está atento a observarse, a hacerse preguntas y contestarlas; si uno recorre en sentido inverso sus escalofríos y sus lágrimas para saber de dónde y porqué nacieron, si uno no cierra sus propias puertas y no cierra los ojos a lo que ve, se llevará gratas y asombrosas sorpresas.
Cuando uno cree que sabe quién es… todavía no sabe quién es.
Hay una forma muy sencilla de comprobarlo: mirando hacia atrás unos pocos años, cinco o diez, y comparando el Yo de hoy con el de entonces. Entonces parecía que ya lo tenía claro, que se había descubierto, que se reconocía con una personalidad definida y definitiva. Ahora puede comprobar que ha evolucionado.
¿Algún día llegaremos a conocernos del todo?
Yo me hago esa pregunta muchas veces. La respuesta, por lo menos de momento, es NO. Pero eso no es frustrante en mi caso, más bien y al contrario es esperanzador porque me hace ver que seguiré descubriendo más cosas mías que me son desconocidas. Y de esos descubrimientos, las cosas que me gusten las potenciaré más, las disfrutaré más, las compartiré más.
Y las que no me gusten…pues encantado de conocerlas, porque al presentarse me dan la oportunidad de modificarlas si es mi deseo. Descubrir es “destapar lo que estaba tapado o cubierto” y también es “hallar lo que estaba ignorado o escondido”, o sea se refiere a algo que ya ESTABA, no es que empiece a existir cuando se descubre, sino que ya ESTABA.
Al descubrirlo, y darnos cuenta conscientemente de ello, es cuando comienza la oportunidad de mejorarlo o de deshacernos de ello, según sea el caso y la posibilidad. De ahí mi satisfacción ante el descubrimiento de lo que no me gusta de mí.
Esa puede que sea la tarea importante de la vida: descubrirse.
Descubrir la esencia y las potencialidades, y activarlas y desarrollarlas para que expresen toda su vida. De ese modo serás más tú mismo.
¿Tú te conoces o sólo crees que te conoces?
Y ahora… ¿vas a empezar a descubrirte para conocerte?
Te dejo con tus reflexiones
http://buscandome.es
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