En ese camino sufrimos perdidas, rupturas, separaciones, distanciamientos, además de todos los beneficios, logros y éxitos que forman parte de nuestro camino, sin embargo, son esos recuerdos tristes y dolorosos, los que se arraigan con mayor fuerza y quizás por más tiempo en nuestra alma.
No elegimos sufrir…
Sufrir una pena en nuestra existencia, es más común de lo que parece y en muchas oportunidades, no nos damos el espacio para sanar nuestras heridas, sino que por valentía o por buena voluntad, nos levantamos de manera inmediata y seguimos adelante, en esta misión de lucha que tenemos en la vida.
No es nuestra elección sufrir, en la mayoría de los casos, simplemente las cosas ocurren, la fatalidad, los malestares y los sin sabores aparecen en nuestra vida sin avisar y en muchos casos solo nos queda tratar de comprender y aceptar.
Por supuesto, que no está mal tener la voluntad y la entereza para levantarnos y seguir adelante tras una caída que sufrimos, pero de alguna manera debemos tomarnos un espacio para estar realmente sanos, para pasar ese proceso de superar el dolor que sufrimos, el sufrimiento y la tristeza, cualquiera haya sido la causa de lo que nos haya sucedido.
Sanar es un proceso…
Más que quedarnos ensimismados en la situación, es un tema de procesar, de entender y sobretodo aceptar lo ocurrido, para que pueda pasar a formar parte de buena manera de nuestro pasado, de lo contrario quedará una espina, una abertura, una grieta, una herida constantemente sangrando en nuestro interior, por no haber tenido un tiempo para sanar y regenerarse.
Las etapas de ese proceso dependerá de nosotros, cada quien tiene un ritmo distinto y es sabio respetar estos tiempos, sin necesidad de forzar nada, todo debe fluir con sencillez pues sólo la hartura sanará la herida y esto solo ocurre viviendo el dolor y asimilando la separación.
Tiempo para sanar…
Siempre tómate un tiempo para sanar, respeta y vive tu dolor, entiende que eres un ser humano y que está bien sentirse mal y que con esa misma aceptación, podrás levantarte verdaderamente sana y continuar tu camino.
El tiempo sana las heridas, dicen por allí, y debe tener su certeza pues solo al pasar el tiempo podemos mirar hacia atrás y darnos cuenta de lo que hemos podido superar, en muchas ocasiones ni siquiera sabemos hasta donde somos capaces de tolerar y hasta que punto soportamos el dolor, solo nos percatamos hasta que lo vivimos, por ello dar cabida al paso del tiempo para recuperarnos es la oportunidad de no dejar huella sin saldar, para que no se abran viejas heridas…
RINCON DEL TIBET
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