lunes, 11 de junio de 2018

10 Frases sobre la ansiedad para entenderla y superarla


La ansiedad es uno de los trastornos psicológicos más comunes, y lo peor de todo es que va en aumento. La OMS reveló que desde 1990 hasta la fecha, el número de personas con ansiedad prácticamente se ha duplicado. Sin embargo, detrás de cada cifra hay una persona que sufre un estado de angustia difusa que no siempre puede explicar pero que le causa un enorme malestar y afecta enormemente su calidad de vida.

Cuando sentimos que algo negativo está a punto de ocurrir de un momento a otro, nos parece que caminamos sobre cristales y no logramos relajarnos porque las preocupaciones ocupan nuestra mente, es difícil llevar una vida equilibrada y feliz. Estas frases sobre la ansiedad pueden ayudarnos a comprender mejor ese estado, para evitar que domine nuestra vida.


Para eliminar la ansiedad, primero hay que entenderla


1. El temor agudiza los sentidos. La ansiedad los paraliza – Kurt Goldstein


El miedo es una emoción que puede salvarnos la vida en un momento de peligro ya que su función consiste precisamente en prepararnos para huir de la situación o afrontarla. La ansiedad, al contrario, no tiene una función adaptativa sino que termina paralizándonos, víctimas de las preocupaciones incesantes.


2. Gran parte de la tensión que las personas experimentan no proviene de tener demasiadas cosas que hacer sino de no terminar lo que han empezado – David Allen


En muchas ocasiones somos nosotros quienes alimentamos el estrés y la tensión asumiendo malos hábitos. De hecho, la procrastinación puede convertirse en un gran lastre para nuestro bienestar emocional. El recuerdo constante de las tareas pendientes o las que dejamos a mitad suele ser más estresante que la propia tarea en sí, por lo que generalmente es mejor afrontar las tareas cuanto antes.


3. La intensidad de la angustia es proporcional al significado que la situación tenga para la persona afectada; aunque ignore esencialmente las razones de su ansiedad – Karen Horney

En la mayoría de los casos, la ansiedad se experimenta como un estado difuso de expectación, de manera que la persona no es capaz de explicar las causas de ese desasosiego. Sin embargo, la intensidad de la angustia siempre será directamente proporcional a la importancia y el significado que le atribuyamos a los eventos. Eso significa que está en nuestras manos reducir esa ansiedad, aprendiendo a ver las cosas con perspectiva y asumiendo una distancia psicológica de los eventos.


4. Las amenazas a nuestra autoestima o la idea que nos hacemos de nosotros mismos, causan con frecuencia mucha más ansiedad que las amenazas a nuestra integridad física – Sigmund Freud


El estrés es un mecanismo que está pensado para activarse en situaciones puntuales en las que nuestra integridad física se encuentra en peligro. Luego, todo debe volver a la normalidad. Sin embargo, en la sociedad actual los peligros físicos han disminuido dejando paso a otros peligros de índole social que generan una activación constante. Como resultado, vivimos en un estado de estrés permanente, que a menudo desemboca en un trastorno de ansiedad.


5. Ocultar o reprimir la ansiedad produce, de hecho, más ansiedad – Scott Stossel


Reprimir los estados emocionales no suele ser una buena idea. Lo que intentamos reprimir no desaparece sino que se enquista y sigue causando daño. Además, para reprimir los contenidos psicológicos debemos destinar una gran cantidad de energía, que a la larga genera agotamiento y angustia. Si queremos solucionar un problema, el primer paso es reconocer su existencia. De hecho, el mindfulness para la ansiedad se basa precisamente en reconocer su existencia pero no dejarse condicionar por ella.


6. No tienes que controlar tus pensamientos. Solo tienes que dejar de permitir que te controlen - Dan Millman


En muchas ocasiones, la ansiedad es hija de nuestra obsesión por el control. Cuando queremos controlarlo todo y no dejamos espacio para la incertidumbre y el caos, que son dos constantes en nuestra vida, respondemos con ansiedad. Lo mismo ocurre con los pensamientos, nos angustiamos cuando no podemos controlarlos y, como resultado, se activa el efecto rebote: cuanto más intentes evitar un pensamiento, más fuerte se hará. La solución radica en dejarlo ir, anotar su presencia pero no darle tanta importancia como para permitir que nos moleste.


7. La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy - Corrie ten Boom

No somos plenamente conscientes del peso que representan nuestras preocupaciones. Incluso hay quienes afirman que preocuparse nos ayuda a evitar problemas futuros. No es así, las preocupaciones son completamente inútiles, a menos que den paso a un plan de acción. Cuando las preocupaciones se convierten en pensamientos recurrentes solo nos hacen sentir mal, robándonos nuestra energía emocional.


8. La ansiedad es como una mecedora. Te da algo que hacer, pero no te lleva muy lejos - Jodi Picoult


La ansiedad mantiene la mente ocupada, saltando de un pensamiento catastrofista a otro, de un desastre inminente al próximo, pero esas preocupaciones no nos conducen a ninguna parte, más bien nos sumen en un círculo vicioso que alimenta la angustia.


9. Nuestra ansiedad no proviene de pensar en el futuro, sino de querer controlarlo - Kahlil Gibran


Pensar en el futuro es necesario, necesitamos planificar nuestros próximos pasos, prever los posibles obstáculos y anticiparnos a ellos. Ese pensamiento reflexivo no genera ansiedad, lo que genera ansiedad es querer controlar cada detalle y no aceptar que pueden surgir contratiempos que no habíamos previsto.


10. El peso de la ansiedad es mayor que el del mal que la provoca - Daniel Defoe


Generalmente la ansiedad es el resultado de las preocupaciones desmedidas, es como una bola de nieve que corre montaña abajo siendo cada vez más grande. Como resultado, a menudo las consecuencias psicológicas que provoca son mucho peores que la situación que la originó.

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