Los 5 elementos de toda existencia material
Ya sea que caminamos de frente a un fuerte viento, nadando en un día soleado en el mar o sumergimos nuestras manos en la tierra, nosotros poseemos una familiaridad inseparable con estos elementos. Todas las substancias orgánicas e inorgánicas son combinaciones de estos elementos, ya sea en una roca erosionanda por el tiempo o en una pieza de plástico brillante. Cada objeto es único porque contiene una amplia variación de los 5 elementos.
Ya que la raza humana es una réplica de la naturaleza, el Ayurveda también reconoce los 5 elementos en ella:
Nos nutrimos diariamente con alimentos que vienen de la tierra y eventualmente nuestro cuerpo regresa a la madre tierra de donde vino. El agua es nuestro néctar que sostiene la vida misma, y constituye más del 70% de nuestra masa corporal total. El fuego provee al cuerpo por calor y energía radiante y existe en todos los procesos metabólicos y reacciones químicas del cuerpo. El aire fluye a través de todo el cuerpo dándole movimiento a todas las funciones biológicas y alimentando de oxígeno cada célula. El espacio es siempre presente, todo reside en él mismo, lo contiene todo dándole a los otros elementos la oportunidad de interactuar entre ellos mismos.
Desde una perspectiva Ayurvédica, el elemento agua envuelve más que simplemente esa substancia que abunda en nuestro cuerpo; también encarna cualidades físicas, funciones biológicas y propiedades energéticas de este elemento. Por ejemplo el agua es líquida, pesada, suave y cohesiva. Gobierna todos los fluídos del cuerpo y es necesaria para todas las reacciones químicas que toman lugar en nuestro interior. A los niveles más sutiles de la mente y las emociones, el agua se relaciona con una personalidad calmada y promueve el amor, la compasión y la alegría.
Los 5 elementos también explican porque las substancias del mundo natural están en armonía con el cuerpo humano: fácilmente usamos plantas, hierbas, minerales y agua, porque estas substancias son las mismas en la composición y las características de nuestro mismo origen.
A través del Ayurveda podemos descubrir si en nuestra naturaleza hay más proporción de uno u otro elemento, definiéndonos a través de 3 diferentes tipos de constitución mente-cuerpo (doshas):
Vata (principio de movimiento): elementos aire y espacio
Cualidades: frío, ligero, seco, irregular, áspero, rápido, variable
Características físicas: complexión ligera y delgada, digestión variable y delicada, pelo y piel secos, manos y pies fríos, sueño ligero, se mueve y habla rápidamente, bajo apetito y resitencia sexual, impaciente e hiperactivo.
Temperamento: abierto a nuevas experiencias, no le gusta la rutina, es animado y conversador, comprador compulsivo.
En equilibrio: lleno de vitalidad, creativo, adaptable, muestra iniciativa, buen comunicador.
En desequilibrio: mucha agitación mental, ansiedad, preocupación, incoherencia, insomnio, falta de aire, digestión delicada, inflamación, gases y estreñimiento.
Respuesta al estrés: “¿qué he hecho mal?”
Pitta (principio de transformación): elementos fuego y agua
Cualidades: cálido, fuerte, intenso, penetrante, agudo, mordaz.
Características físicas: complexión media, digestión fuerte y rápida, pelo fino y tendiente a canas, temperatura corporal caliente, transpira fácilmente, duerme profundamente en la noche y necesita pocas horas, fuerte líbido, si gana peso lo pierde con mucha facilidad, buen metabolismo.
Temperamento: agudeza intelectual, exigente, directo, preciso, sigue su rutina con naturalidad, valiente, buen profesor, buen orador, invierte dinero en artículos que dan buena imagen y prestigio.
En equilibrio: brillante, cálido, toma buenas decisiones, digestión poderosa, líder.
En desequlibrio: enfadado, irritable, excesivamente crítico y duro, sentencioso, agresivo, intimidante, tendencia a erupciones cutáneas, indigestión, acidez, gastritis, reflujo.
Respuesta al estrés: “¡¿qué hiciste mal?!”
Kapha (principio de estrucura): elementos tierra y agua
Cualidades: fresco, pesado, sólido, estable, tranquilo, lento.
Características físicas: complexión fuerte y gruesa, piel suave, cabello grueso y húmedo, cara dulce, sueño muy profundo y pesado, movimientos lentos, digestión normal, gana peso con facilidad y le cuesta trabajo perderlo, buena fortaleza, libido lento y apacible.
Temperamento: complaciente y paciente, reflexivo, estable, satisfecho, leal, amable, le gusta la rutina y se adapta a ella con facilidad, ahorrador.
En equilibrio: constante, coherente, leal, solidario, fuerte, excelente amigo, muy generoso y compasivo.
En desequilibrio: desanimado, inerte, necesitado, apegado, congestionado de sus vías respiratorias, retención de líquidos, rodillas inflamadas y otras articulaciones, sobrepeso, sobreprotector.
Respuesta al estrés: “¡no quiero hacerme cargo de esto!”
De esta manera las personas tenemos de nacimiento características muy específicas que nos hacen diferentes a los demás, y que cuando nos desequilibramos a través de los años porque hacemos elecciones no conscientes en nuestro estilo de vida, nos llevan a padecer ciertas enfermedades o desequilibrios físicos, mentales y emocionales, como los que se mencionan aquí.
¡Descubre tu dosha y reclama tu salud física, mental y espiritual!
Ayurveda del Tibet
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