Ahora bien, dentro de todas las formas de relacionarnos, la que tiene más importancia y actúa como soporte de todas las demás es la que tiene que ver con nosotros. Según la forma que tengamos de tratarnos y respetarnos estaremos más o menos abiertos a relacionarnos con los demás y con el universo. Por lo tanto, si cuidamos de nosotros podremos tener relaciones más auténticas con lo que nos rodea.
Cuando nos amamos son importantes diversas cosas, sobre todo conocernos para ser capaces de saber hasta dónde podemos llegar, y hasta dónde pueden llegar con nosotros. Además, esto se reflejará en las relaciones que tengamos. Si nos conocemos, enriqueceremos nuestras relaciones y seremos capaces de entender los diferentes límites que existan. Profundicemos a continuación sobre la bonita experiencia de amarse y protegerse.
Porque me amo sé hasta dónde puedo llegar
Cuando nos amamos, somos capaces de saber hasta dónde podemos llegar. Nos apreciamos tanto que entendemos que tenemos límites. Por lo tanto, sabemos que:
No somos perfectos. Decir me amo significa comprender que somos imperfectos. Entonces, nos damos cuenta de que podemos cometer errores y no nos frustramos por ello.
No nos esforzamos más de la cuenta. Me amo también significa saber cuándo parar. Si nos esforzamos más allá de nuestras posibilidades acabaremos agobiados.
Podemos aprender de los errores. Amarse también es ver cada error como un aprendizaje. Entonces, no nos ahogamos en las tormentas, porque nos conocemos y sabemos que cada cosa que nos sucede es una gran experiencia.
Nos dejamos sorprender. Cuando decimos y sentimos un “me amo” vivimos el aquí y el ahora. Como nos conocemos sabemos hasta dónde podemos llegar y no forzamos el futuro, ni queremos tener todo bajo control. ¡Me amo significa dejar fluir lo mejor de sí!
Al amarnos nos conocemos de manera profunda. Y esto hace que sepamos cómo somos. Así, tenemos claro cómo son nuestras emociones y nuestros pensamientos, y podemos llegar a prever cómo vamos a reaccionar en diversas situaciones.
Incluso, cuando conectamos con un “me amo” potente podemos saber qué es lo mejor para nosotros. Por lo tanto, tomamos decisiones de acuerdo a ello y entendemos que lo que pueda suceder, aún siendo malo o poco agradable, es un aprendizaje. Además, no nos juzgamos porque comprendemos que no somos omnipotentes, que no todo está en nuestras manos.
Sé cuándo decir ¡basta ya!
Cuando decimos me amo significa que nos valoramos tanto que somos capaces de ponerle límite a los demás. Se trata de decir no cuando no nos agrada algo y de esta forma, ir construyendo nuestras relaciones. Así, las personas que nos rodean sabrán hasta qué punto pueden llegar con nosotros, es decir, qué cosas nos molestan y qué cosas pueden hacer.
Decir me amo también significa expresar ¡basta ya! Es una forma de comunicar a los demás que se están sobrepasando con nosotros. De esta manera, ponemos límites y nos protegemos de que nos hagan daño. No obstante, no siempre lo podemos evitar porque no tenemos el control sobre los demás, pero sí podemos disminuir algunas posibilidades.
Además, cuando nos amamos, aunque estemos profundamente vinculados con alguien, sabemos decir no. Y, sabemos decir no más, porque comprendemos que ciertas situaciones pueden resultar dolorosas para nosotros. Así, amarse también quiere decir tener en cuenta lo que puede ser bueno y malo para nosotros.
Beneficios de amarse y protegerse
A la hora de amarnos y protegernos creamos un ambiente más armonioso porque nos liberamos de las angustias y podemos ser sinceros con nosotros y con los demás. La mejor manera de disfrutar las relaciones es mostrarnos tal cual somos, saber lo que queremos y transmitirlo efectivamente. Ahora bien, cuando ponemos límites tenemos diversos beneficios. Estos son algunos de ellos:
Liberar pensamientos negativos.
Mejor calidad de vida.
Dejar fluir.
Mejorar el estado de ánimo.
Liberar problemas.
Aprender a conocerse.
Facilitar la asertividad.
Ayudar a tomar decisiones.
Al practicar el amor propio comprendemos ampliamente cómo somos, qué queremos y hacia dónde vamos. Esto nos ayudará a trazar límites cuando intentamos ser perfectos, cuando nos frustramos o cuando las cosas se vuelven incontrolables.
Como vemos, poner límites es cuidar de la fortuna que somos, proyectar esta imagen a los demás y forjar relaciones más sinceras. Así podríamos encontrar mayor tranquilidad.
¡Suelta el miedo y atrévete a probar el amor incondicional que te mereces! Reserva una cita contigo y conoce lo mejor de ti.
LA MENTE ES MARAVILLOSA.
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