Sin embargo, a la vez también puede ser difícil de entender, sus reacciones a los estímulos exteriores y los interiores que luego se desatan.
Dolor de cabeza
Atender esta teoría podría representar una diferencia entre la salud y la enfermedad, ya que los problemas psicológicos también se muestran en el cuerpo. La incomodidad y el dolor podrían ser manifestaciones de problemas internos como secretos ocultos, asuntos sin resolver.
De acuerdo a la especialista, los padecimientos crónicos son síntomas de estrés y problemas emocionales, en especial cuando el cuerpo está bien y no tiene motivos para sufrir dolores.
La sobrecarga de actividades o trabajo es una de las principales causas de los dolores de cabeza, así como la prisa de una vida ajetreada y preocupaciones constantes.
La carga de rencores hacia otras personas o la inconformidad con imperfecciones propias podrían estar causando el dolor del cuello. Su molestia surge ante la incompetencia de perdonar a alguien o a nosotros mismos.
Falta de apoyo emocional y ausencia de amigos cercanos podrían ser las causantes de los dolores en esta parte del cuerpo.
Una gran presión y saturación de carga emocional podrían ser las causas de los dolores de hombros. La toma de decisiones en ocasiones causa un estrés innecesario.
La espalda baja también puede sufrir los embates de la crisis económica si es que te preocupas en forma constante por el dinero. Una vida adinerada tal vez sea el sueño de muchos.
Ser obstinado puede provocar los dolores de codos; esa falta de flexibilidad y rechazo a compromisos que puedan estarse presentando en tu vida. Tal vez temas aceptar algo y mejor opones resistencia.
Esa necesidad de amigos también se manifiesta en las manos y sus dolores. La falta de convivencia con otras personas es señal de que debe abandonar el mundo limitado en que te encuentras y explorar allá afuera. Las amistades pueden ser una medicina.
No hay que tener miedo a los cambios que trae consigo la vida, eso evitará los dolores en la cadera; aferrarse al confort y evitar sorpresas no ayuda a tu salud. Mejor piensa en cómo asumir esos giros y no caer en la resistencia de algo nuevo.
Si tienes un ego bastante crecido tienes que comenzar a cambiar, de lo contrario tus rodillas seguirán sufriendo. Pensar sólo en nosotros mismos y olvidarnos de los demás provoca el dolor en esta parte del cuerpo. No es sano pensar que el mundo gira a nuestro alrededor.
Los celos no son buenos para ninguna parte del cuerpo, en especial para las pantorrillas. La sobrecarga emocional y los tormentos amorosos te harán sufrir hasta el cansancio.
A veces el trabajo nos absorbe de tal manera que nos olvidamos de nosotros y disfrutar el placer de la vida. Esto provoca el dolor en los tobillos. Hay que tomar más en cuenta lo que nos causa felicidad.
Una apatía profunda podría estar causándote los dolores en los pies, como si no quisieras seguir adelante. Esto sucede más cuando de pronto piensas que todo va mal y estás al borde del fracaso.
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