Las neuronas son las células en el sistema nervioso y gracias a ellas somos capaces de pensar, ver, oír, hablar, sentir, movernos... Cada neurona se compone de un cuerpo celular y un axón (la extensión del cuerpo celular que transporta los mensajes). La mayoría de los axones en el sistema nervioso central están envueltos en mielina, una sustancia rica en lípidos (sustancias grasas) y proteínas. Al igual que el recubrimiento de un cable eléctrico, la mielina aísla y protege el axón y ayuda a acelerar la transmisión nerviosa.
La mielina está presente en el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). La mielina del SNC es producida por células especiales llamadas oligodendrocitos. La mielina SNP es producida por células de Schwann. Los dos tipos de mielina son químicamente diferentes, pero ambos realizan la misma función: promover la transmisión eficiente de un impulso nervioso a lo largo del axón.
En qué consiste la mielinización
La producción de la vaina de mielina se llama mielinización o mielinogénesis. En los humanos, la mielinización comienza temprano, durante el tercer trimestre de embarazo, aunque existe poca mielina en el cerebro en el momento del nacimiento. Durante la infancia, la mielinización se produce rápidamente, lo que lleva a su vez al desarrollo rápido del niño, que incluye gatear y caminar durante el primer año. La mielinización continúa durante la etapa adolescente de la vida.
Función de la mielina
El objetivo principal de una vaina de mielina es aumentar la velocidad a la que los impulsos se propagan a lo largo de la fibra mielínica. A lo largo de las fibras amielínicas, los impulsos se mueven continuamente como ondas, pero en las fibras mielinizadas, "saltan" o se propagan por conducción saltatoria. La mielina disminuye la capacitancia y aumenta la resistencia eléctrica a través de la membrana celular (axolema). Por lo tanto, la mielinización evita que la corriente eléctrica salga del axón. Se cree que la mielina permite un mayor tamaño corporal manteniendo una comunicación ágil entre las partes distantes del cuerpo.
Las células de Schwann suministran la mielina para el sistema nervioso periférico, mientras que los oligodendrocitos, específicamente del tipo interfascicular, mielinizan los axones del sistema nervioso central. La mielina se considera una característica definitoria de los vertebrados, pero también se han observado vainas similares a la mielina en algunos invertebrados, aunque son bastante diferentes de la mielina vertebrada a nivel molecular.
La función más importante de la vaina de mielina es por tanto acelerar la despolarización en todo el axón, evitando la filtración de sodio, manteniendo una fuerte diferencia de carga entre dentro y fuera del axón. En cierto modo, ayuda a que las señales se muevan rápidamente de manera directa. Debido a que las neuronas están tan apretadas (especialmente en el cerebro, donde el espacio es limitado, pero necesita procesar tanta información), siempre están en contacto entre sí.
¿Qué pasaría si los axones sin el envoltorio de goma se tocaran? Pues que nuestro cuerpo sería un desastre caótico. Gracias a la cubierta de grasa que aísla la electricidad, enviamos los impulsos correctos al lugar correcto, de manera rápida y eficiente. Además, nuestras neuronas no se dañan por el flujo constante de impulsos eléctricos debido a esta funda, como el alambre con goma, que no se quema tan fácilmente como el que no tiene.
Trastornos de la mielina o desmielinización
La desmielinización es la pérdida de la envoltura de mielina que aísla los nervios y es lo que caracteriza algunas enfermedades autoinmunes neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple, la encefalomielitis diseminada aguda, la neuromielitis óptica, la mielitis transversa, la polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica, enfermedad de Canavan, el síndrome de Guillain-Barré, la mielinosis central pontina e incluso la esquizofrenia y el trastorno bipolar. También existen enfermedades desmielinizantes congénitas como la leucodistrofia y la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth.
Los pacientes con anemia perniciosa también pueden sufrir daños neuronales graves. La degeneración de la médula espinal secundaria a anemia perniciosa, puede provocar daños en los nervios periféricos del sistema nervioso central, afectando el habla, el equilibrio y la conciencia cognitiva. Cuando la mielina se degrada, la conducción de las señales a lo largo del nervio puede verse afectada o perderse, y el nervio eventualmente se marchita.
Esquizofrenia, trastorno bipolar y mielina
Se han encontrado anomalías en los axones neuronales y la mielina en los pacientes con esquizofrenia y trastorno bipolar, en comparación con los individuos sanos. Más concretamente, se observó una reducción de la mielina en las neuronas de la materia blanca, así como una difusión anormal de N – acetil aspartato, un metabolito que se encuentra dentro de las células nerviosas.
Al parecer, tanto el desorden bipolar como la esquizofrenia tienen causas comunes, aunque sean dos enfermedades distintas. La reducción en la producción de mielina es la causa más probable de la génesis de ambas enfermedades, sólo que las anomalías toman caminos distintos. Se cree que este déficit esté causando por los oligodendrocitos, que producen menos mielina de la necesaria al no recibir suficiente energía. Pero aún están por clarificar las causas de este trastorno.
Síntomas de desmielinización
La desmielinización produce diversos síntomas según sean las funciones de las neuronas afectadas. Se interrumpe las señales entre el cerebro y otras partes del cuerpo, por lo que los síntomas difieren dependiendo de las zonas afectadas.
Los síntomas pueden ser:
Pérdida de visión / audición
Visión doble
Visión borrosa en el campo visual central que afecta a un solo ojo, puede ir acompañada de dolor al movimiento del ojo
Sensación extraña en piernas, brazos, pecho o cara, como hormigueo o entumecimiento (neuropatía)
Debilidad en brazos o piernas
Deterioro del habla y pérdida de memoria
Sensibilidad al calor (los síntomas empeoran o reaparecen al exponerse al calor, como una ducha caliente)
Dificultad para coordinar el movimiento o el equilibrio
Dificultad para controlar las evacuaciones intestinales o la micción
Fatiga
Tinnitus o acufenos (sonidos internos en el oído)
Reparación de mielina
La investigación sobre la posible reparación de las vainas de mielina dañadas está en proceso. Algunas técnicas incluyen implantar quirúrgicamente células precursoras de oligodendrocitos en el sistema nervioso central e inducir la reparación de la mielina con ciertos anticuerpos. Si bien los resultados en ratones han sido alentadores (a través del trasplante de células madre), aún se desconoce si esta técnica puede ser efectiva para reemplazar la pérdida de mielina en humanos.
Por otro lado, tratamientos colinérgicos, como los inhibidores de la acetilcolinesterasa (AChEI), pueden tener efectos beneficiosos sobre la mielinización, reparándola. El aumento de la estimulación colinérgica también puede actuar a través de efectos tróficos sutiles en los procesos de desarrollo del cerebro y, en particular, en oligodendrocitos y el proceso de mielinización. Al aumentar la estimulación colinérgica de oligodendrocitos, los AChEI y otros tratamientos colinérgicos posiblemente podrían promover la mielinización durante el desarrollo y la reparación de la mielina en la vejez.
Referencias
https://academic.oup.com/schizophreniabulletin/article/43/3/473/3062417
https://www.nationalmssociety.org/What-is-MS/Definition-of-MS/Myelin
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK27954/
http://www.sindioses.org/noticias/psicosis.html
Sergio Muñoz Collado | enero 9, 2018 en 2:46 pm | Etiquetas: neurociencias | URL: https://wp.me/p4aUxL-yTV
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