1.
Al inicio, una buena idea puede parecer insignificante. Puede
parecer una verdad de Perogrullo, pero el primer paso para desarrollar un
proyecto interesante consiste en ser capaces de captar una buena idea. Al
inicio cualquier idea es pequeña, y puede parecer poco atractiva, descabellada
o incluso banal. Es importante ir más allá de esa fase para poder descubrir su
potencial. A veces una idea que parece insignificante, puede convertirse en
algo más grande de lo que su creador pudo imaginar.
2.
Déjate guiar por tu instinto. Las ideas más
geniales suelen cocerse en el inconsciente, en esa parte de la mente donde se
mezclan conceptos, formas y vivencias por debajo del umbral de la conciencia.
Si una idea te ronda y no logras quitártela de la mente, es probable que sea
buena, no la descartes inmediatamente, explórala. Muchas buenas ideas se han
quedado relegadas al limbo de la creatividad simplemente porque las personas no
le han prestado atención a su instinto.
3.
Jamás te compares. Es probable que cuando comiences a darle forma
a tu idea, descubras que hay otras personas trabajando en esa misma dirección.
No dejes que las ideas de los demás te asusten, jamás te dejes intimidar por la
competencia. Tu idea crecerá y brillará si haces las cosas bien y sabes cómo
distinguirte.
4.
No basta tiempo y esfuerzo, también es necesaria la pasión. Las
buenas ideas que se convierten en grandes proyectos no tienen detrás solo
muchas horas de trabajo y esfuerzo sino también mucha pasión. Para que una idea
germine y dé frutos necesita amor y pasión, como si fuera un bebé. Y mientras
lo haces, es importante que no olvides divertirte porque, al fin y al cabo, de
eso se trata, de disfrutar lo que haces.
5.
Seguir una idea es descubrir nuevos caminos. Seguir
una buena idea siempre implica descubrir nuevos caminos, nuevas maneras de
hacer las cosas y nuevas formas de pensar. Si no eres capaz de salir de tu zona
de confort y atreverte a probar cosas nuevas, la idea morirá porque su
potencial radica precisamente en el nuevo universo que puede crear. Por eso,
seguir una idea siempre requiere una buena dosis de valentía y espíritu
aventurero. Y lo había dicho Alfonso Rodríguez Castelao: "El verdadero heroísmo está en transformar los deseos en realidades
y las ideas en hechos".
6.
Cuando todo se hace cuesta arriba, pide ayuda. Habrá
momentos difíciles, todo proyecto que vale la pena los tiene. Cuando los
obstáculos son demasiado grandes, no temas en pedir ayuda, las grandes ideas a
veces también necesitan grandes apoyos. Recuerda que no se es más débil por
pedir ayuda, conocer tus limitaciones es señal de inteligencia, no de
debilidad.
7.
No te aferres. En los grandes proyectos, llega un momento en el
que la idea cobra vida propia, crece y suele superar a su creador. Entonces es
necesario aprender a fluir y dejar que el potencial de la idea continúe
creciendo para que llegue a más personas, aunque eso signifique que debemos
asumir un rol menos importante. Sin duda, esta es una de las partes más
difíciles. La mejor manera de afrontarlo es sintiéndose orgulloso por lo que
has logrado.
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