Cada uno de los momentos que
comparto con alguien forma parte de mi camino, de mi historia y
en definitiva de mí. Todo lo que los demás me
aportan me construye y va dando forma a las piezas que me hacen ser como soy
ahora.
Cada historia de la que he
sido partícipe ha dejado su rastro en mí de una u otra forma.Algunas siempre las recuerdo y otras han pasado al olvido pero todas me
han influido en como soy ahora. Por eso si pudiera cambiar algo del pasado o
tomar otras decisiones no sería la misma porque todo lo que me ha sucedido me
ha dirigido hasta aquí.
Somos cada una de las decisiones
que hemos tomado, cada una de las historias que hemos vivido y parte de las
personas con las que hemos compartido nuestro tiempo.
Todo me hará crecer
Que todo aquel que vaya a
pasar por mi vida deje su marca no quiere decir
que sea siempre agradable y positivo. A
veces, tendré la suerte de caminar cerca de alguien que me llene, pero otras
puede que tropiece con una persona que no me apetezca incluir en mi senda y de
la que no siempre tenga la oportunidad de distanciarme.
De una u otra forma, todo
lo que ocurra formará parte de mi crecimiento. Ya sean experiencias positivas y mágicos encuentros o vivencias
negativas y desagradables desencuentros. Todo lo que suceda cuenta y aporta su
matiz a mi historia incluso lo negativo, porque sin ello no sabría lo que no
quiero en mi vida.
Lo importante es cómo voy
acomodando cada experiencia en mi historia, qué
hago con lo que me sucede y cómo lo integro conmigo. ¿Me adapto y crezco? o por
el contrario ¿me detengo y dejo que me hunda? ¿Qué perspectiva le doy a las
cosas? Esta última es muy buena pregunta. Porque si me dejo definir por
cada crítica terminaré hecha pedazos,
si acumulo únicamente todo lo bueno y positivo viviré en una irrealidad, pero
si por el contrario soy capaz de encontrar un equilibrio entre ambas opciones
podré descubrir mi autenticidad.
Todo esto me lleva a pensar
que aun a sabiendas de que soy un cúmulo de historias, momentos y
personas soy yo la que tiene las piezas y la oportunidad de ordenarlas
para crear la mejor versión de mi misma.Por ello, intentaré dar un lugar
prioritario a todo aquello que me hace sentir mejor y el resto, aprenderé a
utilizarlo para ser más fuerte y darme cuenta de qué es lo que me hace infeliz
para en algún momento si es posible, ayudar a los demás a verlo.
Todo lo vivido forma parte de
mi historia
Además, con el tiempo he podido comprender que cada
vez que conozco a alguien o me encuentro en una nueva situación
descubro una parte de mi totalmente desconocida. Las relaciones que
establezco con los demás me muestran más sobre cómo soy yo que sobre ellos e
igual me ocurre con las diferentes y nuevas situaciones ¡Es algo extraordinario
y tan difícil de asimilar que al principio asusta!
“Todo lo que nos sucede
entendido adecuadamente nos conduce a nosotros mismos”
-Carl Jung-
De modo que no me arrepiento
de nada. Ni de las decisiones que tomé ni de a quienes dejé atrás porque todo
lo vivido forma parte de mi camino. Y aunque tenga dos opciones si me equivoco
como vivir en el pasado y gastar mi tiempo en
intentar solucionar un imposible o aprender a incorporar mis errores como un
capítulo más de mi historia y seguir escribiendo nuevos, elijo la última.
Porque prefiero ser quien soy ahora (una
composición de historias) y elegir el color con el que escribir mi camino.
Adriana Díez
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