A medida
que vamos creciendo, nos vamos contagiando con la seriedad y la preocupación de
los adultos y terminamos por convencernos de que la vida es más difícil de lo
que pensábamos.
La evolución se encarga de ir sanando estos programas mentales que nos transmitimos de generación en generación, pero aun nos queda mucho trabajo por hacer.
La evolución se encarga de ir sanando estos programas mentales que nos transmitimos de generación en generación, pero aun nos queda mucho trabajo por hacer.
Una de
las premisas que más nos puede complicar la existencia es creer que tenemos que
adaptarnos a la realidad que encontramos en este mundo, olvidando por completo
que somos nosotros los que creamos esa realidad.
Recordar
que eres el generador de tu realidad es asumir tu verdadera naturaleza y desde
ese momento la magia comienza. Desde este entendimiento, ya no te
importa tanto los inconvenientes que tengas en este momento y pasas a
ocuparte de algo mucho más relevante que eso, te centras mas en cómo
alinearte a tu propio poder creativo.
Entre todos creamos la realidad que compartimos como sociedad,
pero esa realidad puede ser mejorada desde los centros de consciencia individuales
que aporta cada uno de nosotros. Así es como una persona puede llegar a
convertirse en un líder capaz de influenciar a grandes masas para elevar el
nivel de consciencia colectivo.
Cada uno
de nosotros es un líder en su espacio tiempo, pero el olvido de lo que
realmente somos, no nos permite disfrutar de esta maravillosa condición. Nos
dejamos llevar por la idea de que hay que adaptarse a lo que ya existe y
someterse a ciertas limitaciones que no son reales.
Hoy
atendí a una mujer que, teniendo una gran capacidad de liderazgo y sabiduría,
lleva años sufriendo porque no comprendía que su perspectiva era un gran
privilegio del cual nunca ha podido disfrutar.
Ella necesitaba recuperar el recuerdo de su verdadera esencia tan olvidada y recuperar la fe en sí misma como el ser que ha venido a disfrutar de su única e irrepetible personalidad. Y esto es algo que, en diferentes grados, nos sucede a todos.
Ella necesitaba recuperar el recuerdo de su verdadera esencia tan olvidada y recuperar la fe en sí misma como el ser que ha venido a disfrutar de su única e irrepetible personalidad. Y esto es algo que, en diferentes grados, nos sucede a todos.
Todo
problema se sustenta solo en base al olvido de quienes somos. El proceso de
recordar se puede iniciar cuando nos abrimos a esa posibilidad. Para eso es muy
importante validar todo lo que en este momento nos ocurre y verlo como el punto
de partida hacia adelante, dejando de lado ese tan común sentimiento de culpa,
de falta de capacidad o falta de merecimiento.
El
proceso de recordar es algo así como comenzar a limpiar nuestra imagen, la
verdadera imagen, la que nunca se puede desaparecer, la que solo se puede
olvidar o empañar, pero que no se puede esfumar porque es nuestra verdadera
naturaleza.
¿Estás
atravesando algún desafío que te atemoriza? ¿Estás preguntándote por qué me
pasan estas cosas? O ¿cómo podré salir de aquí?
Si estás
haciéndote este tipo de preguntas es solo porque en este momento no recuerdas
quién eres. Cuando comiences a recordar que eres el creador de tu realidad ya
no te harás este tipo de preguntas y pasarás a pensar en ¿qué me está enseñando
este desafío? ¿Qué es lo que puedo recuperar de mi esencia para superar esto?
¿En qué me hará crecer esta situación? O ¿Qué utilidad me puede ofrecer este
problema?
Este tipo
de preguntas no apunta a desvalorizarte, todo lo contrario. Apuntan a que
puedas beneficiarte del desafío que tienes al frente y a que puedas resolverlo
lo más pronto posible. De esta manera, cada problema se convierte en una oportunidad
para ser cada día más sabio y más feliz.
Nadie
espera tener problemas para ser más feliz, pero si las dificultades ya se
encuentran en tu vida, la mejor manera de poder avanzar en sus soluciones puede
ser abrazándote a ti, abrazando las dificultades, abrazando la posibilidad de
crecer para sacar a la luz ese maravilloso ser que eres.
Cuando
sientes que las dificultades te aplastan es porque estás observándolas desde
una perspectiva de olvido. Ese punto de observación genera mucho miedo. El
miedo disminuye drásticamente cuando tienes presente que ese conflicto y ese
miedo solo se deben a tu olvido. Esto puede ser un estímulo para iniciar el
proceso de recordar.
Si
recuerdas que eres el creador de tus experiencias podrás mejorar tus
circunstancias cuidando la calidad de tus pensamientos y la polaridad de tus
emociones. Puedes aumentar tu capacidad de atención sobre lo que estás pensando
y lo que estás sintiendo sobre tu momento presente. Verifica que te estás
apoyando, abrazando, acompañando e impulsando a ser más grande que tus
dificultades.
Eso es algo que sabes hacer porque es tu verdadera naturaleza, solo tienes que recordarlo.
Eso es algo que sabes hacer porque es tu verdadera naturaleza, solo tienes que recordarlo.
¿Recuerdas
cuando eras niño y veías a los adultos complicarse más de la cuenta con cosas
que para ti resultaban ser mucho más sencillas de abordar? Ese es el recuerdo
que tienes que recuperar. Es algo así como una claridad, liviandad o certeza de
que todo es más fácil de lo que los demás lo ven.
No es
algo extraño o ajeno a ti, es muy conocido por ti, solo tienes que recordarlo.
En las dificultades es cuando más necesitas apoyarte y abrazarte para que
brille el verdadero ser que eres.
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