¿Sabes que, más allá de los factores externos, uno de los peores enemigos de tu salud emocional eres tú mismo? Deja de aplazar tus sueños y empieza a construir tu propia felicidad
Tu salud emocional es como
una delicada hoja de cristal que puede romperse
con la más mínima alteración. No importan las apariencias, las sonrisas o el
decir “yo puedo con todo”o “por supuesto que estoy bien”.
Las apariencias más fuertes encierran en realidad
complejos mundos interiores. Los más fuertes también se cansan de serlo porque,
en su ser interno, esa hoja de cristal se halla fragmentada, hecha añicos.
La buena noticia es que
nuestra salud emocional puede repararse.
Si atendemos cada día con amor esa delicada hoja, el sol la iluminará para
darnos aliento en cada momento.
En este artículo te vamos a proponer lo siguiente: que
hagas un buen contrato emocional contigo mismo. Todo buen contrato implica
cumplir un compromiso.
El nuestro va a basarse en priorizarnos un poco
más, en escucharnos, en poner límites y alimentar las raíces de la autoestima. Es
fácil de poner en práctica: solo requiere voluntad y valentía.
Asimismo, es vital también que detectes al instante en
qué momento nuestra salud emocional está siendo vulnerada. Te lo
explicamos a continuación.
1. El cansancio que trae el desánimo y el mal humor
Hay muchos tipos de cansancio. El agotamiento físico
se relaciona con un esfuerzo puntual o mantenido a lo largo del día.
Descubre también qué hacen los daneses para ser más felices
También podemos experimentar el cansancio mental.
Hechos tan comunes como mantener la atención durante mucho tiempo, el cumplir
unos objetivos o estar en un contexto demandante o exigente también nos agota.
Ahora bien, en nuestro caso, y a la hora de hablar de
salud emocional, también está ese
cansancio que nada tiene que ver con un esfuerzo físico.
·
El malestar basado en la
infelicidad que se acumula y no se afronta. Ese que, tarde o temprano, se
psicomatiza en nuestro cuerpo.
·
El dejarnos llevar por voluntades ajenas,
sin imponer o defender nuestras necesidades, también desgasta.
·
Acumular decepciones,
tristezas y no aplicar estrategias de afrontamiento, al final, provoca
agotamiento.
Estos son, sin duda, indicadores que
debemos tener en cuenta sobre el estado de nuestra salud emocional.
2. Decir “sí” cuando deseamos gritar un “no”
Todos lo hacemos, en mayor o menor medida. Nos
amoldamos a las opiniones o designios ajenos para encajar, para armonizar en
nuestros contextos cotidianos.
·
Hacerlo de vez en cuando para
socializar no tiene excesivas consecuencias. El problema se cristaliza cuando este comportamiento se convierte en norma,hasta
el punto de llevar una vida totalmente opuesta a nuestros deseos.
·
Autoafirmarnos no es actuar
con egoísmo ni
con prepotencia. Decir “sí” sin
miedo y “no” sin culpa es necesario para nuestra salud emocional.
3. Vínculos emocionales que aún no has roto del todo
Hay momentos en nuestra vida en que nos autopercibimos
como felices, como eficaces en cada cosa que hacemos o llevamos cabo. Sin
embargo, sentimos un vacío, una espina.
Hechos tan comunes como no haber roto por completo con
nuestro pasado emocional nos impiden avanzar.
·
Tener problemas no resueltos
con nuestra familia, el evocar a cada momento relaciones
afectivas del pasado a pesar de haberlas terminado son vínculos
cargados de dolor.
·
Para
cuidar de nuestra salud emocional es necesario cerrar etapas de forma efectiva. Para lograrlo, en primer lugar, tenemos que
saber perdonar.
·
A pesar de que dar un perdón no es
fácil, es esencial. Piensa que acumular odio, despecho o resentimiento nos
vincula aún más a ese pasado. Somos prisioneros del recuerdo.
4. Vivir un tipo de realidad que no te hace feliz
Tal vez sea el trabajo,
donde no te valoran, donde no te sientes realizado. Puede que sean tus
amistades, alguien de tu familia o tu pareja.
·
Cada día intentas convencerte
de que no debes sentirte así. Al fin y al cabo “nadie te hace daño”, “todos te
respetan”. Sin embargo, no eres feliz y, por mucho que te esfuerces, esa
sensación no va a cambiar solo con desearlo.
·
Si es lo que sientes en estos
momentos, párate a analizar tu situación. No puedes avanzar a contracorriente cuando no te sientes realizado.
5. Tu salud emocional queda afectada si eres tu propio enemigo
La salud emocional no queda afectada únicamente por
cómo nos tratan las personas que nos rodean. A veces, nosotros mismos nos autosaboteamos, nos hacemos daño
mediante los siguientes mecanismos:
Te recomendamos leer también “si
tus planes no gustan vete solo, alguien te encontrará”
·
Cuando no te valoras y te
comparas a cada momento con los demás.
·
Te saboteas a ti mismo cuando
aplazas tus sueños, cuando te dices “yo no puedo”,
“yo no sé”, o “mi tren ya ha pasado”.
·
Nos hacemos daño cuando
vemos problemas donde caben las soluciones.Cuando
vemos el fin del mundo en lugar de propiciar nuevos amaneceres.
·
Atacamos nuestra salud
emocional cuando seguimos alimentando relaciones
tóxicas en lugar de ser valientes y decir adiós.
·
Eres tu propio enemigo
cuando no te amas como mereces, cuando te focalizas solo en tus errores y
fracasos en lugar de confiar en tus capacidades.
Para concluir, recuerda lo que te hemos señalado al
inicio: pacta un buen contrato
emocional contigo mismo, ahí donde cuidar cada día de tu autoestima, y
donde quede permitido construir tu propia felicidad.
¡Vale la pena ponerlo en práctica!
Querida gente, de un tema salté a otro y no sé bien cómo, llegué a este blog. Mil gracias por existir y compartir. Me gustó mucho este texto sobre la salud. Me lo copio, para volver a leer luego. Cariños. Solmar.
ResponderBorrarMe alegra que te agrade y sea de utilidad, trato cada día de editar mensajes que ayuden a vivir con salud integral y en Paz Interior. Namasté. Con Amor Ashamel Lemagsa.
Borrar