Sonó
el despertador, a la misma hora de siempre…
Abrió
los ojos, se sentó en la cama…inició la búsqueda de su transformación.
No
recordaba hacia dónde hacía sido transportada y en qué momento regreso…
Pero
sí sentía que donde había estado, era su verdadero mundo, era ese espacio que
la había esperado, a ella… su habitante.
Aparentemente,
nada había cambiado, en su entorno…
¿Qué
se había transformado????
No
lograba encontrarlo…
Los
minutos transcurrían… debía iniciar la jornada.
Entre
las quejas, los saludos y las despedidas…
Ella,
igualmente, seguía buscando.
¿Dónde
estaban los cambios anunciados, en que rincón de su corazón se habían instalado?
¿Hacia
dónde su Alma había navegado?
¿Qué
Paraíso tan soñado había alcanzado?, ¿Cómo regresar a él?
Se
sentía con la conmoción de haber cruzado por el túnel de Parto, de su propio
parto cósmico.
Buscó
cambios en su cuerpo, buscó cambios en su caminar, en su manera de hacer las
cosas, en su forma de sentir la realidad…
¿Dónde
estaba la Transformación???
Con
el transcurso de las horas y los días sucesivos la transformación comenzó a
manifestarse, aparecieron los primeros retoños.
Todos
los días descubría un cambio y eso la llevaba a afincarse más en su nuevo
territorio y alejarse un poco más de la “vieja realidad”.
Ya
no era la misma, era otra Amanda, distinta, pues había logrado transformarse a
sí misma.
En
su transformación había desaparecido…
El
miedo de no ser amada, ni respetada, ni valorada.
En
su Nuevo Mundo estaba muyyy lejos de los viejos patrones de juicios y
separación.
En
ella se fueron disolviendo las barreras ancestrales de la división entre…
Lo
Bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, lo rutinario
y lo extravagante, el rechazo y la aceptación.
Su
entorno continuaba en los viejos hábitos de juicios, advertencias y reclamos,
pero ella los escuchaba desde otro lugar y ya no sentía las mismas respuestas
internas a esos antiguos hábitos,
basados en la confusión, la inseguridad y la dualidad.
Ella
estaba muy lejos… estaba en su paraíso, pero no era en su imaginación, era real
lo ¡sentía! y vivía en él.
Su
cuerpo permanecía en la “rutina cotidiana”, pero su Alma se había instalado a
ese estado de conexión permanente con las esferas del Cielo conectadas a las
profundidades de la Tierra, al corazón de GAIA.
Se
sentía un puente de Luz!!!!!
Amanda, en ese instante de Luz Crística, era
consciente, por primera vez, de su verdadera Transformación.
No
era un cambio de lugar, había experimentado su propia transformación y ya no
había viaje de retorno, hacia la vieja realidad.
Podía
estar dentro del caos, sin rechazarlo, pues lo comprendía desde otro lugar que
la mantenía inmune y esa seguridad de sentirse fuera del alcance del caos, la integraba
en una paz constante.
Esa
misma Paz fue la que la guió a soltar…
Amanda
aprendió a soltar, para que todos experimentaran la Divina oportunidad, en
libertad, de los sentires propios de la alegría, el dolor, la frustración y el
miedo.
Ya
no apagaba los volcanes, ni juntaba las cenizas, ni actuaba como pararrayos,
pues era una observadora activa…
Observaba,
despierta, era la misma sensación como mirar una película, pero sabiendo que es
una película y los personajes deben cumplir con el libreto establecido
previamente, donde ella no tenía participación, ya no participaba del drama,
pues lo había desalojado de su corazón definitivamente…
El
drama, el dolor, la incertidumbre, el agobio, la frustración, el miedo eran los
escenarios que debían atravesar los otros, ella ya estaba fuera, por su propia
decisión de abrazar la verdadera libertad del Ser.
Ya
nada podía hacer para evitarles los golpes, tan solo, envolverlos en su
compasión y alegría nacida de su corazón de LUZ.
No
participaba del drama así fueran hijos, esposo, amigos o desconocidos, pero su Ser interior estaba
activamente irradiando Luz.
¿Dónde
se ubicada la transformación???
¿Dónde
estaba ese Paraíso olvidado, que ahora se manifestaba tan intensamente?
La
Transformación se ubicaba en ella misma, en su corazón.
Había
recuperado su propio paraíso olvidado en la rutina diaria.
¿La
habían transformado????
Nadie
exterior a ella la había transformado, ella misma había abierto el Portal a la
transformación…
¿Esa
energía que le había comunicado sobre la transformación de dónde procedía?
Era
su Alma, que le reclamaba, ascender hacia el Paraíso, hacia su Cielo Interior.
Ella
se había Transformado en un bello diamante de Luz, dentro de la rutina y el
arte.
La
rutina que tanto la “agobiaba”, le había aportado la entereza para mantenerse
en su lugar a pesar del “caos” reinante.
La
había pulido como un suave diamante…
Aprendió
que al caos no se le responde con rencor, odio o violencia, pues de esta forma alimentaba
a sus propias sombras y también la de los otros involucrados.
Aprendió,
a esperar para responder… la ira se alimenta de ira, no de silencio.
Aprendió
que la paciencia, deja espacios libres para la creación.
Aprendió
que la ansiedad se alimenta del miedo y el miedo no permite el fluir de la vida
plena y con ella, la creación.
El
arte le había dado la oportunidad de sacar de su interior las mejores
herramientas:
*Dedicación
a la alegría.
*Esperanza
y fe que el cambio es posible.
*Fortaleza
para no permitirse claudicar dentro de la rutina.
*Valor
para atravesar abismos y permanecer en su espacio sagrado.
*Amor
Ilimitado por la vida plena de luz.
*Capacidad
de Sentir Paz en el caos, en la rutina, en su mundo personal.
*Descubrir
la magia en todo momento, pues en la vida siempre hay algo de magia, algo
amargo, algo multicolor y algo con sombras.
Estas
herramientas que ella fue creando, descubriendo y desarrollando eran las que le
abrieron el sendero a su propia transformación personal, a su Divinidad.
Amanda,
en una mirada retrospectiva, fue armando su vida, donde cada pieza se encastraba
perfectamente una con la otra…
Rutina,
agobio, reclamos, amor compasivo, fe inquebrantable, fortaleza ante la
adversidad, alegría constante…
Todo
había tenido una noble razón de SER y ESTAR, para llegar a este ahora expandido
de LUZ!!!!
Ella
sabía que el continuar con las tareas habituales, no era regresar al pasado,
pues el PRESENTE era tan poderoso, amoroso y dinámico que hiciera lo que
hiciera siempre estaba en ese Lugar… Su Corazón, que era un inmenso SOL que latía y en cada
latido se conectaba más y más con el
Cielo y con GAIA.
Con
Amor, Ashamel Lemagsa.
Gracias ser de Luz, por tu dulzura...un abrazo de corazón a corazón
ResponderBorrarGracias Rosa!!!! Te quiero mucho!!! Namasté!!!!
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