El Rayo
Turquesa es el rayo que nos permite dar forma. Mientras que el
Rayo Amarillo nos conecta con la energía que despliega todas las posibilidades a
nuestro alcance, podemos a través del Rayo Turquesa reconocer variaciones dentro
de estas posibilidades y cuáles de ellas resuenan más con nuestro plan de vida y
plan creador.
Al mismo tiempo este rayo promueve el intercambio
entre todos los estados del Ser y enriquece con ello la creación entera. Aquí el
acento está en el intercambio de información más que en el acceso a la
información que promueve el Rayo Amarillo.
Este rayo promueve la comunicación en redes y
grupos y el intercambio. Sus cualidades son: ligereza, creatividad, el fluir e
intercambiar entre planos, creatividad, autoexpresión, capacidades artísticas e
inventivas.
Este rayo nos permite reconocer la belleza de la
diversidad y de todos los caminos y posibilidades que tenemos a nuestra
disposición. El Rayo Turquesa promueve tanto la responsabilidad de cada uno
dentro del proceso de la creación como el actuar en comunidad.
Este
rayo promueve la apertura y la alegría de contactar con otras personas y nos
apoya para diseñar nuestra vida con más variedad y posibilidades. Nos enseña a
fluir y a eliminar bloqueos y apegos.
Es un entrenamiento para nuestro rol como
creadores y para ello nos ayuda a conectar con nuestros planes superiores de
consciencia para recibir nuevas ideas, conocimientos adquiridos en otras vidas
pertenecientes tanto a nuestras propias experiencias como a las experiencias
colectivas de la humanidad.
A través del contacto y la sanación de nuestro
niño interior que nos permite volver a confiar en la vida y en nuestra
experiencia aquí en la tierra podemos experimentar ligereza, volvernos
juguetones y sentirnos libres. Al deshacernos del lastre de preocupaciones a
través de esta conexión con el niño interior, podemos explorar la vida y estar
curiosos a las experiencias que nos ocurren, con lo cual podemos considerar lo
que nos sucede como una experiencia interesante en vez de como normalmente lo
veríamos a través de las cargas de la culpa, el miedo y otros lastres que nos
impiden afrontar nuestra realidad sin enjuiciarla.
Ya que este rayo no solo contiene el Rayo
Amarillo sino también el Rayo Azul, la comunicación se encuentra reforzada,
especialmente nos permite comunicarnos desde el corazón, no solo de manera
verbal sino de manera creativa y artística.
También nos permite liberar nuestra percepción de
creencias limitantes y nos ayuda a ponernos en los zapatos de todos los
demás.
El Rayo
Turquesa juega una figura central dentro de la llamada “Era de Acuario” ya que
nos promueve tanto el hacernos responsables de manera individual como el
aprender a actuar desde una consciencia colectiva. Este
rayo conecta la intuición con la tecnología permitiéndonos acceder a sabiduría y
conocimientos antiguos, conectándonos incluso con conocimientos de Atlántida y
Lemuria y es de gran utilidad para las almas viejas que quieren volver a acceder
a toda esta sabiduría que llevan dentro de sí de manera alegre y ligera sin
cargarse con los lastres del pasado.
Anai Morah
Editado por Tony de Pablo ©
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