El cerebro es un órgano
grandioso del que vamos conociendo ya muchas cosas. Como por ejemplo, cómo lo
definen determinadas emociones, como es el caso de la tristeza. Y es que,
son muchas las ocasiones en las que nos sentimos tristes, deprimidos,
situaciones a lo largo de nuestra vida en las que hemos de hacer frente a
eventos personales que nos ponen a prueba.
La tristeza es una emoción básica del ser humano, al igual que la alegría, el miedo o la rabia. Experimentarla supone que nuestro cerebro actúe de un modo diferente produciéndonos a su vez una serie de efectos de los que en ocasiones no somos conscientes. Sentimos más hambre, estamos más cansados, buscamos la soledad, y lloramos. Tal vez te interese saber qué función cumple todas estas realidades en nuestro cuerpo, y de qué modo podemos afrontar la situación de tristeza para salir lo antes posible de esta situación, evitando así enfermedades de más gravedad que pueden bloquear gravemente nuestra vida, como es por ejemplo una depresión.
La tristeza es una emoción básica del ser humano, al igual que la alegría, el miedo o la rabia. Experimentarla supone que nuestro cerebro actúe de un modo diferente produciéndonos a su vez una serie de efectos de los que en ocasiones no somos conscientes. Sentimos más hambre, estamos más cansados, buscamos la soledad, y lloramos. Tal vez te interese saber qué función cumple todas estas realidades en nuestro cuerpo, y de qué modo podemos afrontar la situación de tristeza para salir lo antes posible de esta situación, evitando así enfermedades de más gravedad que pueden bloquear gravemente nuestra vida, como es por ejemplo una depresión.
Cuando el cerebro cae en la
tristeza
La tristeza es una de las emociones qué más impacto tiene en nuestro
metabolismo ¿qué quiere decir esto?Significa que son muchos los
cambios que sufrimos en nuestro cuerpo y nuestra mente por esos problemas
externos, por esas pérdidas, por esas desilusiones, por esos caminos en los
que, en ocasiones, hemos de tomar las personas. Pero veamos cada uno de esos
aspectos que se suceden en nuestro cerebro.
La importancia de la empatía
El cerebro tiene varios
mecanismos de defensa para poder afrontar la tristeza. Es la emoción
más reconocible en el ser humano, cuando vemos a alguien sabemos de
inmediato si está sufriendo o no, es decir, desarrollamos empatía hacia ella. Esta
dimensión permite poder aportar apoyo a las personas que están tristes, y todos
sabemos cuánto nos ayuda poder disponer de amigos o familiares en los que
sustentarnos. Señalar también que la dimensión de la empatía suele estar más
desarrollada en las mujeres.
El cerebro necesita de más energía: glucosa
Cuando sufrimos una época de tristeza, el cerebro está increíblemente
activo, puede que te resulte extraño, pero las pruebas científicas nos dicen que
un cerebro deprimido activa más de 70 regiones cerebrales distintas¿Cómo es
esto? Es sencillo de entender, mientras estamos tristes recordamos,
pensamos, sufrimos, razonamos en busca de soluciones o nuevas alternativas,
apenas dormimos dando vueltas a muchos aspectos, de ahí que estén activos el hipocampo, la
parte frontal del cerebro (corteza prefrontal) y la corteza cingulada anterior,
lo lóbulos temporales… etc..
Hemos de tener en cuenta también que el cerebro utiliza casi el 20% de nuestra energía, pero en situaciones de tristeza, necesita aún más, siendo la glucosa su principal necesidad. Esto provoca por ejemplo que sintamos más hambre, más ansiedad por comer y por buscar cosas dulces. En ocasiones, esta es la causa de que subamos de peso cuando estamos tristes o deprimidos.
Hemos de tener en cuenta también que el cerebro utiliza casi el 20% de nuestra energía, pero en situaciones de tristeza, necesita aún más, siendo la glucosa su principal necesidad. Esto provoca por ejemplo que sintamos más hambre, más ansiedad por comer y por buscar cosas dulces. En ocasiones, esta es la causa de que subamos de peso cuando estamos tristes o deprimidos.
La necesidad esencial de llorar
Llorar es un acto natural y
necesario para liberar tensiones y emociones.
Los estados de tristeza
suponen acumular una gran dosis de tensión en nuestro cuerpo. Si bien la
secreción lágrimas cumplen de por si una función biológica para hidratar el
ojo, debemos diferenciarlo de las lágrimas emocionales o el llanto, básicas
también para nuestra salud. El cerebro acumula demasiada tensión y
necesita expulsar esa ansiedad, siendo pues las lágrimas el modo más adecuado
para aliviarnos. Después de hacerlo, se segregan endorfinas que nos hacen
sentir mejor y más relajados. De ahí que te recomendemos no esconder
tus ganas de llorar cuando lo necesites.
Evitar trastornos y aprender de lo vivido
Los episodios de tristeza
deben servirnos para aprender, tomar nuevos rumbos y salir fortalecidos.
Un cerebro entristecido genera
menos serotonina, un neurotransmisor asociado a la motivación. Si no
logramos salir de este estado tomando nuevas decisiones y asumiendo lo
ocurrido, a largo plazo este déficit en serotonina puede generara que suframos
enfermedades como la depresión, obsesiones compulsivas y/o arranques violentos.
Pero hemos de ser fuertes y encontrar en esos momentos de instrospección nuevos
recursos con los que salir adelante.
Si de algo nos sirve la
tristeza es para aprender de lo vivido, todos sabemos que la existencia
no es un camino llano fácil de transitar, hay piedras que superar y nuevos
senderos que encontrar, realidades de las cuales debemos aprender. Es así como
seremos más fuertes y capaces.
Fuente:http://universo-espiritual.ning.com/group/notengo/forum/topic/show?id=6410872%3ATopic%3A929352&xgs=1&xg_source=msg_share_topic
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