sábado, 7 de septiembre de 2019

15 frases de Malanie Klein



Melanie Klein (1882 – 1960) es una de las figuras clave del psicoanálisis. Sobre la base de los descubrimientos de Sigmund Freud, estudió las primeras relaciones del bebé con sus cuidadores principales y, lo que es más importante, aclaró los primeros procesos mentales que construyen el mundo emocional interno de una persona.

Fue una analista infantil pionera y una miembro controvertida y poderosa de la Sociedad Psicoanalítica Británica durante 30 años, su influencia y reconocimiento actualmente es mundial. No te pierdas estas fantásticas frases suyas.


Citas célebres de Melanie Klein

La ansiedad que surge de la actividad perpetua del instinto de muerte, aunque nunca se elimina, es contrarrestada y mantenida a raya por el poder del instinto de vida.

Una de las muchas experiencias interesantes y sorprendentes del principiante en el análisis infantil, es encontrar incluso en niños muy pequeños una capacidad de comprensión que a menudo es mucho mayor que la de los adultos.

El equilibrio no significa evitar conflictos, implica la fuerza de tolerar emociones dolorosas y poder manejarlas. Si disociamos excesivamente las emociones dolorosas, restringimos la personalidad y provocamos inhibiciones. De esto se desprende que la salud mental no es compatible con la superficialidad, puesto que ésta se vincula con la renegación del conflicto interior y de las dificultades externas.

La raíz de la creatividad se encuentra en la necesidad de reparar el objeto destruido durante la fase depresiva.

La persona altamente ambiciosa, a pesar de todos sus éxitos, siempre queda insatisfecha, de la misma manera que un bebé codicioso nunca está satisfecho.

Sólo si el objeto ha sido amado como un todo, su pérdida puede ser sentida como total.

Mi trabajo psicoanalítico me ha convencido de que cuando en la mente del bebé surgen los conflictos entre el amor y el odio, y el miedo a perder al ser querido se activa, se da un paso muy importante en el desarrollo.

Las fantasías inconscientes están siempre presentes y siempre activas en todo individuo, existiendo desde el comienzo de la vida. Es una función del Yo.

Es una parte esencial del trabajo interpretativo que debe seguir el ritmo de las fluctuaciones entre el amor y el odio, entre la felicidad y la satisfacción, por un lado, y la ansiedad y la depresión persecutoria, por el otro.

Es característico de las emociones de los bebés muy pequeños que sean de naturaleza extrema y poderosa.

Los sentimientos de amor y gratitud surgen directa y espontáneamente en el bebé en respuesta al amor y al cuidado de su madre.

Quien come del fruto del conocimiento es siempre expulsado de algún paraíso.

Aunque la psicología y la pedagogía siempre han mantenido la creencia de que un niño es un ser feliz sin ningún conflicto, y han asumido que los sufrimientos de los adultos son el resultado de las cargas y las dificultades de la realidad, debe afirmarse que todo lo contrario es cierto. Lo que aprendemos sobre el niño y el adulto a través del psicoanálisis muestra que todos los sufrimientos de la vida posterior son en su mayor parte repeticiones de los anteriores, y que cada niño en los primeros años de vida pasa por un grado inconmensurable de sufrimiento.

El feminismo liberó mi mente. El yoga liberó mi cuerpo. Una cosa es intelectualizar el amor propio y otra encarnarlo.

Dios ha puesto algo noble y bueno en cada corazón que su mano ha creado. Entonces, mientras vivimos en la tierra, siempre debemos recordar aprender de ayer, vivir para hoy y esperar para mañana porque el tiempo solo mostrará lo que ha importado a lo largo de nuestro viaje.

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