Amados….
Nuevamente como casi todos los fin de años…
Llegan las despedidas del año que se retira, inexorablemente para recibir con esperanza, al Nuevo año que se asoma a nuestras vidas.
Buenos augurios, promesas a cumplir, esperanzas de cambios, quizás… ansiedad de un mayor bienestar…
Agotados de festejar por el que se “fue” y eufóricos por recibir al que llega…Los días se suceden casi como todos los años…
Con los meses comprobamos que no siempre, los cambios que si llegan, son como los esperados…
Pues…
Más allá de los buenos augurios, nada exterior se modificará si no parte de nosotros mismos, se inicia y finaliza en nosotros.
Los cambios se elaboran y se concretan a través de nuestro esfuerzo interior y no siempre llegarán desde el “exterior”.
El avaro, seguirá siéndolo, hasta que se enfrente con su propia miseria interna, la acepte como su propia creación y a partir de esa toma de consciencia, la sane y la suelte.
La ira no se retirará del corazón humano, hasta que no se tome consciencia que no solo lastima al que la siente, sino a todo el entorno que se sienta afectado, por ella.
La ira se retira y se sana cuando llega la humildad al corazón herido por el odio, el rencor y la venganza.
Los milagros los podemos realizar nosotros mismos en el instante que aceptamos nuestra Divinidad como origen de la vida misma.
Cambiar nuestras frecuencias hacia la Luz, es Despertar nuestra Consciencia en nuestra propia Luz, tomar consciencia de su real existencia en nosotros y esto implica que enfrentaremos los “huracanes” de la vida como pruebas para fortificar nuestra Maestría.
Los desafíos llegarán siempre, los problemas existirán siempre, lo que realmente cambia es la manera en resolverlos y superarlos…
Será en la fe, la paz, el amor y la alegría, aunque debamos atravesar el más oscuro de los túneles, nuestra Luz interior, Dios, Chispa Divina o Esencia Divina como quieran denominarla, será nuestra verdadera guía, por ello afirmamos que No estamos solos.
Entonces para este año que se retira, para no regresar…
Te propongo…
Que tomes consciencia de las heridas que aún no lograste sanar, para soltarlas en el amor de tu misma Divinidad.
Que aceptes soltar en paz y alegría todo lo que ya no necesitas para tu verdadero progreso interior que se expresará hacia el exterior en paz interior.
Que agradezcas todo lo vivido… doloroso, alegre, escaso o abundante, pues todo, absolutamente todo fue un aprendizaje muy valioso para tu bella Alma.
Para el Año que llega…
Te propongo…
Que a través de la aceptación transformes cada día un poco tu realidad desde el amor, la paz, la alegría y la esperanza.
Que llegue a ti todo lo que necesitas para elevar tu consciencia, sin juzgar si es positivo o negativo, simplemente aceptando los desafíos que se presenten, como escalones a tu propia ascensión espiritual.
Que tu Luz Divina sea tu mejor guía hoy y para Siempre!
Feliz año Nuevo!!!
Los Amo!
Con Amor Ashamel Lemagsa.
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