Puede que la medicina o el médico no hayan sido eficaz, puede que se hayan equivocado, pero la causa del mal es ilógico buscarla en los médicos, en los hospitales, en los centros de espiritualidad o en los métodos de curación y/o sanación... El terapeuta o el gurú puede que sean mediocres, pero en estos agentes no está la raíz del problema. Ya que el drama siempre estará escondido en esta vasija que está rota, cuarteada, pero el contenido, la esencia será y es siempre como una perla preciosa a oculta, que guarda un mensaje salvífico y de ayuda para el ser humano...
Con esto no estoy alentando a que acudas a practicar alguna religión, sino que es un llamado a sanar esos sentidos dañados que tenemos de buscar culpables por todas partes. Vamos muy resentidos por la vida, creyendo que es el marido el culpable de mi infelicidad, los hijos, el presidente del país, los curas, etc. E insisto, vivimos y vamos cada vez más a un mundo más gloval y plural y puede que a unos les ayude hoy día las prácticas milenarias de los budistas, encender incienso o el sonido de los cuencos tibetan, lo cual me parece estupendo, mientras le de paz, le aporte sabiduría, compasión por el prójimo, es genial, pues no hay que quemar nada, ni más altares, ni matar a nadie, ni quitarlo de enmedio para QUE MI "YO" SEA FELIZ.
La humanidad está despertando, está saliendo del "cascarón", es una ceguera autoimpuesta y aceptada, un sufrimiento existencial, una angustia de muerte, la cual ha servido como una pedagogía, donde los buenos y los malos son todos determinantes, pues el gran descubrimiento es que los dos bandos divididos, moran en nuestro interior .
Lo que pertenece a la oscuridad se pudrirá, se secará, se agostará y finalmente fenecerá. Porque hemos participado por amor en una trama montada, en una tramoya, para que al final se manifiesta lo que es Luz y brille así lo que es oro en medio de las tinieblas.
Por eso, no hay que preocuparse por "hacer y que se realice mi justicia pequeña", mi batallita obstinada particular tan solo me enfermará más, no seamos más ilusos pitufos gruñones, ya que todo lo has permitido tú y por tanto, siempre has estado luchando contigo mism@.
La paz es darse cuenta que el único y gran rival eres tú mism@, ese es el estado perfecto de la sabiduría y el discernimiento, es lo primigenio del ser humano.
Roly Polanco Santana
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