lunes, 13 de agosto de 2018

La risa, más que una terapia.



La vida es demasiado importante para tomársela en serio.

Oscar Wilde


Desde hace algunos años se está teniendo en cuenta el poder que tiene la risa para curar o mejorar a muchos enfermos. En 1994, el Centro Médico Pacific California, de San Francisco, incluyó un proyecto llamado "El Humor en la Medicina" en su programa de Medicina y Filosofía.


"Este programa se centra en como estimular y aplicar la risa sanadora de forma más eficaz en un ambiente hospitalario" según cuenta Dennis Lewis en su libro El Tao de la Respiración Natural. Cada día en más hospitales se incluyen terapias que tienen que ver con la risa, sobre todo en hospitales donde hay niños con enfermedades graves y que tienen que pasar mucho tiempo hospitalizados, porque se ha entendido que ayuda de alguna manera en la recuperación del enfermo.

Yo misma hace algunos años estuve sumida en una depresión muchos años sin diagnosticar, y unos pocos años más grave y ya diagnosticada, la medicación me sentaba muy mal, para mí era peor el remedio que la enfermedad. Pero en medio de esa especie de incapacidad de vivir, me di cuenta que cuando veía en la televisión un programa que me hacia reír mi mente cambiaba, y entonces empecé a ver "películas de risa", para mí era una forma de escapar de la depresión, no pensé nunca que me pudiera curar riéndome pero sí veía que era bueno. Después he meditado, he aprendido chi kung, etc. pero el primer paso, lo que me ayudó a empezar a andar fue mi fuerza de voluntad y reírme.





La parte del cerebro que corresponde a la risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, la parte más evolucionada del cerebro, según los expertos. Sin entrar en demasiadas explicaciones teóricas de toda la complejidad del mecanismo que desencadena en el cerebro la risa, y explicándolo de forma sencilla podríamos decir que la expresión facial que hacemos al reír o al sonreír manda un estimulo al sistema hipotálamo-hipófisis, que es como el director de orquesta del cuerpo, y a partir de ahí se desencadenan una serie de reacciones que crean sustancias como las endorfinas con alto poder analgésico; la adrenalina que potencia el estar alerta, la creatividad y la imaginación; dopamina que mejora el estado de ánimo; serotonina que posee efectos calmantes... Todas estas sustancias químicas que fabrica el propio cuerpo son muy beneficiosas para nosotros, pero tomarlas de forma artificial por medio de fármacos altera el funcionamiento natural del cuerpo.

La risa tiene muchos efectos beneficiosos para la salud: con la expansión del diafragma aumenta la capacidad pulmonar, mejorando la respiración y oxigenando la sangre. Con su vibración fortalece el corazón, facilita la digestión y beneficia en general a todos los órganos por el masaje que reciben. Mejora la circulación sanguínea, potencia el sistema inmunológico y la eliminación de toxinas, reduce la hipertensión. Cuando nos reímos a carcajadas las lágrimas limpian nuestros ojos y hacemos una gimnasia facial muy difícil de hacer de otra manera.

Y por supuesto, la risa ayuda a tener una buena salud mental, es eficaz para combatir la depresión, el estrés y ayuda a superar cualquier emoción negativa que tengamos. Es sorprendente la entidad que parece tener cualquier problema o emoción que podamos estar sintiendo en un momento dado, que nos puede llevar a pensar que es imposible o muy difícil de superar, pero si al minuto alguien nos hace reír soltamos la emoción negativa, porque es incompatible con reírse. Eso nos tendría que hacer pensar ¿Dónde está la entidad de esa emoción? Pero para no tenernos que hacer esa pregunta volvemos a por ella.

Las personas que son capaces de reírse de sí mismas denotan una gran inteligencia. Y las personas que son graciosas son muy estimadas socialmente, incluso los chicos que no son muy agraciados físicamente se esfuerzan en ser graciosos porque saben que tienen ahí una baza importante para conquistar.

La risa, al igual que el llanto, es un acto involuntario, sólo los actores dominan esto, y por muy terapéutico que sea reírse es muy difícil si algo no te hace reír, además de que sería agotador estar siempre riendo, incluso en la medicina tradicional china se considera un desequilibrio del elemento fuego la excesiva euforia, sin embargo la sonrisa puede ser un acto voluntario y con la excepción de los beneficios físicos que produce la carcajada por el movimiento del diafragma, el cerebro segrega las mismas sustancias analgésicas y sedantes que cuando nos reímos, y aunque sólo sea una leve sonrisa parece que el cerebro interpreta que todo está bien, mientras que si mantenemos un rictus serio y tenso el cerebro interpreta que puede haber algún peligro y segrega otras sustancias para mantenernos en guardia.

Una buena terapia es mirarnos por la mañana al espejo y sonreír. Sonreír siempre que se nos ocurra y sonreír a los demás, sin miedo de poder parecer un poco tontos.


La Sonrisa Interior es una práctica de chi kung que ha popularizado el maestro Mantak Chia.

Para la medicina tradicional china las emociones negativas son una de las principales causas de desequilibrio energético del organismo. Se cree que cuando nos dejamos atrapar por la ira, el miedo, las preocupaciones o por cualquier emoción negativa los canales energéticos que distribuyen la energía por el cuerpo se bloquean, produciendo los desequilibrios mentales y físicos, y más tarde la enfermedad.


Según dice Mantak Chia "Los sabios taoístas afirman que cuando se sonríe, los órganos producen una secreción similar a la miel, que nutre todo el cuerpo. Cuando se está enfadado, temeroso o sufriendo estrés, los órganos producen una secreción venenosa que bloquea los canales de energía, se instala en los órganos y causa pérdida de apetito, indigestión, aumento de tensión arterial, taquicardia, insomnio y emociones negativas. Sonreír a los propios órganos les hace también expandirse, hacerse más suaves y húmedos y, por tanto, más eficaces. Como resultado, el hígado, por ejemplo, tiene más espacio para almacenar elementos nutritivos y para desintoxicarnos de sustancias nocivas."


La práctica de la Sonrisa Interior es una sonrisa dirigida a todas las partes del cuerpo, es decir, a los órganos, a las glándulas, a los músculos, al sistema nervioso, etc. Según este maestro, en la antigua China los maestros taoístas conocían el poder de la Sonrisa Interior, y la utilizaban para mover la energía, producir un alto nivel de dicha energía y obtener salud, felicidad y longevidad.




Cuando practicamos la Sonrisa Interior nuestro rostro debe insinuar una leve sonrisa, pero esta sonrisa debe de ir acompañada de un sentimiento amoroso hacia nosotros mismos o por lo menos un sentimiento positivo, para conseguir ese sentimiento podemos recordar algo que nos parezca gracioso o imaginarnos que alguien a quien queremos nos sonríe, también podemos recordar la cara de un bebe o de nuestra mascota, esas cosas pueden despertar en nosotros esa ternura que necesitamos sentir, para que toda esa energía bloqueada que nos vamos a encontrar en los órganos, glándulas, etc. se derrita con la fuerza de la sonrisa amorosa.


Para que la energía fluya por los canales energéticos, el cuerpo tiene que estar relajado. La práctica de la Sonrisa Interior comienza en los ojos, estos están unidos al sistema nervioso autónomo que regula la acción de los órganos y las glándulas, si los ojos están relajados podemos relajar el cuerpo entero.
Como cualquier práctica de chi kung no debe hacerse recién comidos, debe de haber pasado al menos una hora. En el caso del chi kung y la meditación es recomendable utilizar prendas de tejidos naturales como el algodón, ya que estamos trabajando con energías del cuerpo y de nuestro alrededor,.
Las recomendaciones son las mismas que en las prácticas de relajación, pero la postura aconsejada en este caso es sentados en una silla con los pies bien apoyados en el suelo, y las dos palmas de las manos unidas, la derecha sobre la izquierda, colocadas sobre el regazo, podemos utilizar un cojín para apoyar las manos. Esta práctica se hace con los ojos cerrados.


Se comienza sonriendo a los ojos, después al entrecejo, la nariz, las mejillas y toda la cara, después el cuello y se va bajando, a la vez se puede ir sonriendo a las glándulas, por ejemplo cuando vayamos por el cuello sonreímos también a la glándula tiroides y paratiroides.

Después sonreímos a los órganos: Corazón, pulmones, estómago, bazo, páncreas, hígado, vesícula biliar, intestino delgado, intestino grueso, riñones, vejiga y órganos sexuales.




Sonreímos a la columna vertebral. Comenzamos de nuevo en los ojos, tercer ojo (glándula pineal), al tálamo, hipófisis, hemisferio izquierdo del cerebro, hemisferio derecho, cerebelo, vamos bajando por la médula espinal y vamos bajando vértebra a vértebra, disco a disco.




Por último sonreímos al cuerpo en su totalidad, y almacenamos la energía en el dan tien inferior (tres dedos debajo del ombligo), para ello movemos con nuestra mente esa energía en una espiral hacia afuera 36 veces dentro del dan tien, las mujeres en el sentido opuesto a las agujas del reloj y los hombres en la dirección de las agujas del reloj, después cerramos la espiral en dirección contraria girando 24 veces.


La Sonrisa Interior se puede utilizar en cualquier momento del día, llevando la atención a la parte del cuerpo que sintamos que lo necesita. También podemos hacerlo con las emociones, podemos sonreír al enfado, a las preocupaciones, a cualquier cosa que sintamos que no nos gusta, eso le quitará entidad, es como si se derritiera y se convierte en otro tipo de energía, porque la energía no se destruye sólo cambia.



La Sonrisa Interior también se utiliza en los ejercicios de chi kung para dirigir la energía por el cuerpo y también para sonreír al órgano u órganos con los que estemos trabajando.

Esta práctica de la Sonrisa Interior podéis aprenderla con todo detalle en el libro de Mantak Chia "LA SONRISA INTERIOR" editorial Obelisco.

 Escrito por Paqui
http://www.elcaminodeldragon.com


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