domingo, 25 de agosto de 2019

ESPIRITUALIDAD 4 consejos para enseñar a los hijos a ser éticos y más amables


Cuando los hijos no priorizan el cuidado por los demás tienen más riesgos de desarrollar formas de comportamiento dañino como ser crueles


Educar a los hijos en la importancia de ser amables y preocuparse por lo que les pasa a los demás suele ser una de las prioridades de los padres a la hora de criar a sus hijos.


Sin embargo, una investigación ha puesto de relevancia que este mensaje no es recibido por los menores: la mayoría cree que sus padres se sentirán más orgullosos de ellos si sacan buenas notas, por ejemplo.



La investigación elaborada en la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y basada en encuestas a 10.000 niños de los últimos años de Primaria e Institutos de Estados Unidos, revela que los jóvenes de hoy en día valoran más su felicidad personal, y así creen que lo hacen sus padres.



«Cuando los jóvenes no priorizan el cuidado por los demás y la justicia sobre aspectos de éxito personal tienen más riesgos de desarrollar formas de comportamiento dañino como ser crueles, deshonestos y sin respeto por los demás», sentencian los autores del estudio.



Aun así, a juicio de los responsables del trabajo, hay «buenas noticias»: la amabilidad y la justicia «aún cuentan» para jóvenes, padres y profesores y, siguiendo los siguientes consejos, se podrá conseguir que los niños de hoy sean ciudadanos éticos, amables y justos en la sociedad del mañana.



1.- Deja que los niños practiquen la amabilidad.

Los niños no nacen siendo «buenos» o «malos», todo depende de la educación.



Estos investigadores ponen el ejemplo de un instrumento: para aprender a tocarlo hay que practicarlo, y lo mismo ocurre con la amabilidad: se debe ensayar cada día, ayudando a un compañero con los deberes, por ejemplo.



Con ayuda de los adultos, los niños pueden aprender desde pequeños a desarrollar las habilidades que les sirvan para conocer cuándo y cómo intervenir en situaciones en las que otros están en peligro, por ejemplo, convirtiéndose así en personas honradas, según este trabajo.



2.- Enséñale las dos habilidades esenciales.

Existen dos habilidades esenciales que los niños deben aprender. Por un lado, cercanía: estar atentos y escuchar a aquellos que están a su lado; y, por otro, perspectiva: ser capaces de ver la situación en su totalidad y las diferentes formas de enfrentarse a ella.



Si son capaces de ponerse en la piel de los demás, pensando en diferentes perspectivas según quién experimente la situación, estarán desarrollando interés por aquello que les pasa a los demás y, por tanto, podrán ser más justos en su entorno.



3.- Sé tú su modelo.

Los padres que educan a los hijos son, a su vez, su modelo a seguir. Como explican los investigadores, ser el modelo de un hijo no significa ser perfecto ni tener las respuestas a todas y cada una de sus preguntas, significa lidiar con nuestros defectos, reconocer nuestros errores, escuchar a nuestros hijos y alumnos y conectar nuestros valores con su forma de ver el mundo.



Los padres y profesores, ejemplo para sus pupilos, también deben aprender a tener esa perspectiva de la que se hablaba antes, mostrándose comprensibles, empáticos y justos.



4.- Ayuda a controlar los sentimientos destructivos.

Enfado, envidia, miedo o vergüenza son algunos de los sentimientos negativos más comunes. Los investigadores instan a los padres a enseñar a sus hijos a controlarlos y hacerlos constructivos.



Para concluir, los autores de este trabajo recomiendan la autocrítica: pararse a pensar qué mensaje se transmite a los niños, y si éste es realmente el que se quiere enviar.



Publicado originalmente en: Forum Libertas, autor: Forum Libertas

Información tomada del sitio de Pildorasdefe.net

https://profesoragrahasta.com


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