¿Nunca has tenido la sensación que los días se han hecho semanas, las semanas meses y los meses años? Incluso poder decir que hay años de nuestra vida que entre los que apenas hay diferencias. Triste, ¿no es cierto?
Quizás es porque ya no disfrutamos de esas pequeñas cosas que nos regala la vida (una puesta de sol, leer un buen libro, no poner la alarma un domingo por la mañana…) o quizás es porque aún no hemos encontrado esa motivación que nos hace saltar de la cama nada más sonar el despertador.
¿Os acordáis cuando éramos pequeños, estábamos en la escuela y al día siguiente había excursión? Con qué ganas nos despertábamos, incluso a más de uno nos costaba conciliar el sueño deseando que llegara el momento de ponernos en marcha.
A esa sensación me refiero. A disfrutar del momento, de lo que hacemos, en definitiva, a comernos el mundo. ¿Dónde se quedaron esas ganas de vivir?
La vida está ocurriendo ahora mismo, la vida no espera a ese “ya empezaré…”, “el lunes que viene me pondré…”, “un ratito más…
Cuanto más posponemos a dónde queremos llegar y quiénes queremos ser, más tarde disfrutaremos de ello, incluso corres el riesgo de que ese “ya empezaré” se convierta en un … “nunca llegué a hacerlo o a atreverme”.
Si sabes lo que quieres hacer, dónde quieres ir y en quién te quieres convertir ¿a qué esperas? o mejor dicho ¿qué te frena?, estos son algunos de los motivos que pueden responder a estas preguntas:
MIEDO
El miedo es una reacción de nuestro organismo ante un estímulo que nos causa angustia y pavor. Tener miedo no es malo, ¿quién no lo tiene?
El problema no reside en tener miedo sino en no enfrentarnos a él, pues hay que perderle el miedo al miedo, ganarle la batalla.
El mayor motivo por el que nos quedamos paralizados y no actuamos en base a donde queremos llegar es por el miedo al fracaso. Y, ¿qué es el fracaso? ¿Acaso el fracaso no es sólo una forma de cómo no se hace? ¿Por qué en vez de decir “he fracasado” no decimos “he encontrado un camino por el cual no se llega a…”.
CAMBIO
“El cambio es una de las pocas cosas que son estables”. No voy a decir miedo porque realmente le tenemos pánico al cambio, quizás porque no sabemos qué ocurrirá cuando el cambio se produzca, quizás por ese miedo al fracaso del que hablábamos en el punto anterior… quién sabe. Lo que sí sabemos es que nuestra vida está gobernada por continuos cambios.
No os voy a negar que en la zona de confort se está muy agusto, puesto que es un espacio que ya conocemos, controlamos y nos movemos en ella como pez en el agua, pero como bien dicen “ahí ya no crece nada nuevo”.
Así que si estás conforme con vivir una vida de mediocridad adelante ¡no te muevas de tu zona de confort! Pero si quieres llegar a ser la persona que siempre has soñado y llegar a tu máximo potencial tanto en lo profesional como en lo personal adelante… ¡Sal de tu zona de confort! ¡Explora!
LIMITACIONES
¿A que no sabes cuántas limitaciones podemos llegar a tener para alcanzar nuestro máximo potencial? La respuesta es simple, todas y cuantas queramos ponernos.
Las mayores limitaciones que tendremos en nuestra vida se encuentran en nuestra cabeza y es nuestra labor derrotarlas para alcanzar nuestro mayor potencial.
Hace unos meses vi un video del actor Will Smith en donde lo explicaba extraordinariamente bien. No digas “voy a construir la pared más grande e imponente que se haya construido jamás. No empiezas así”, sino di “voy a poner este ladrillo tan perfectamente como un ladrillo pueda ponerse, lo haces todos los días y pronto tendrás una pared”.
Esto quiere decir que empieces por pequeños logros. Reelabora lo que no funciona ¡Reinvéntate!
CREE EN TI
Cuántas veces hemos escuchado el “si tú no crees en ti, ¿quién lo hará?” Pues señoras y señores, esto es cierto. No hay más vuelta de hoja, si no nos creemos que somos capaces nuestro cerebro lo interpretará como tal y finalmente no lo seremos.
Por eso es tan importante cómo nos hablamos a nosotros mismos. Tenemos que dejar de juzgarnos y adoptar un lenguaje triunfador.
Y sobre todo, debemos de hacernos cargo de nuestra vida, actuar sobre ella y mantener la mejor actitud en todo momento pues “tu vida es un 10% lo que te ocurre y un 90% lo que haces con lo que te ocurre”.
Ahora es cuando alguien comenta que también hay que tener un golpe de suerte.
Y yo te pregunto, ¿qué es la suerte? La suerte hay que buscarla, hay que ir a por ella, pues la suerte no es más que realizar una serie de acciones que te llevan a la oportunidad.
El miedo en general, negarse a aceptar el cambio en nuestras vidas, ponernos limitaciones, no creer en uno mismo y una incorrecta actitud ante los acontecimientos son las claves para que nuestro destino sea el fracaso.
¿Qué tal si vencemos paso a paso al miedo, aceptamos que de la mano del cambio viene la oportunidad, que no existen limitaciones cuando tenemos claro lo que queremos, que con una correcta actitud y creer en nosotros mismos podemos alcanzar lo que nos propongamos?
Leí hace poco que el éxito no es más que una sucesión de hábitos que se repiten mediante una férrea disciplina. Por lo tanto, repite constantemente aquellas acciones que te llevan al lugar donde quieres estar, al principio será duro pues el éxito requiere de esfuerzo, pero finalmente esas acciones se harán hábitos arraigados en ti y esos hábitos te conducirán al éxito. Así que como bien se lee en la primera línea ¡Arriésgate!
Maria Moreno
http://buscandome.es
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