Amados…
Las
palabras son energía, ellas pueden ser densas o sutiles.
Las
palabras pueden ser filosas, logrando herir como una navaja.
Las
palabras elevan, sanan y trascienden los tiempos.
Las
palabras logran forjar nuevos rumbos a la humanidad en la Luz o en el caos.
Las
palabras nacidas del corazón acarician el alma, saben de compasión, son los
médicos del espíritu elevado.
Las
palabras nacidas del ego no conocen del sabio silencio, pues tan solo responden
como reacción automática desde la mente desconectada del corazón, en defensa de
sí misma.
Las
palabras del ego no buscan establecer los lazos de la comprensión, tan solo
saben de crear barreras de separación y antagonismo.
El
ser humano es como un péndulo se mueve entre palabras del ego y palabras del
corazón, hasta que un día comprende que las palabras del ego crean abismos de
difícil salida, donde todos los involucrados son lastimados.
Cuando
se acepta que las palabras son energía, que pueden lastimar a otros y también lastimarnos
a nosotros mismos, si son dichas desde el ego, pues no benefician a nadie y que tampoco resuelven ningún conflicto, por el
contrario lo intensifican, entonces…
Inevitablemente…
se transmutan las palabras del ego hacia el corazón.
El
lenguaje del corazón es energía de amor, es la palabra de Dios dicha a través
de nuestro lenguaje.
El
Amor es el que construye el lenguaje, cuando permitimos que Dios guíe nuestro
lenguaje para que esas palabras sanen las situaciones, sin crear abismos de
odio o rencor.
Puede
suceder que el lenguaje del corazón no sea aceptado, comprendido o interpretado
correctamente y que recibamos respuestas, de los otros, desde sus egos, pero si
estamos centrados en nuestra consciencia de amor, ella nos guiará para que
nuestras palabras continúen en la Luz del amor.
Las
palabras del amor son puentes, aunque algunos traten de destruirlos.
Las
palabras del amor, saben de soltar, perdonar y comprender cuando se abren
abismos de intolerancia, siendo el silencio la respuesta final.
Puedo
decirte las palabras más dulces nacidas de mi corazón, pero si tú respondes
montado en tu ego, no solo no comprenderás mis palabras, trataras de
distorsionarlas para así lograr fundamentar, desde la “razón”, tu incomprensión.
Las
palabras pueden crear distancias infinitas, oscuros futuros, pasados
insondables, pero si decides Ser desde el corazón y cuidar tu lenguaje hacia ti
mismo y hacia el otro transformaras el presente, vivirás en el ahora, serás el
creador de una verdadera realidad de Amor.
Todos
buscamos de alguna manera cambiar lo que no nos agrada, lo que nos incomoda,
pero generalmente lo hacemos desde el desagrado para llegar al agrado, siendo el
resultado muy pocas veces lo esperado o deseado.
Pues,
para lograr lo que nos agrada, debemos
ser creadores desde el agrado, desde nuestro amor infinito.
Por
ejemplo…
No
te agrada como te tratan en tu trabajo, el lenguaje que utilizan para dirigirse
hacia ti y tu les responden de igual manera, pues consideras, que no merecen
otro trato.
Recibirás
un trato desagradable y tu responderás
de igual forma, el resultado final es que recibes más de los mismo… desagrado!
La
única forma de sentir el cambio positivo y vivir en él, es desde nuestro
interior!!
Siendo
coherentes, comenzando por nuestro lenguaje en nosotros y hacia los otros.
Es
difícil en una sociedad donde la agresividad en el lenguaje forma parte de una
creencia donde lo injustificable es justo y válido.
Así
observamos que…
Te
insultan, porque todos lo hacen como expresión de rechazo, de amistad, de ira o
de moda, siempre aparece un justificativo para validar el insulto o la palabra
grosera.
Lo
que no se termina de comprender es que el lenguaje crea una red energética
desde cada persona que interconecta a la sociedad, a todos los habitantes del
planeta.
Todos
vibramos según nuestro lenguaje y del lenguaje parten pensamientos, emociones,
intención de expresar amor, paz, ira o rencor.
Entonces…
Llegó el tiempo de ser consciente y coherentes, pues el lenguaje tiene mucho
poder en términos energéticos y con él construimos cada día nuestra realidad.
Que
las palabras nazcan de nuestros corazones como puentes de luz, para crear una
nueva comunidad de Luz en la Tierra…
Descartemos
del lenguaje de la ira, el miedo, la confusión, la mentira, las amenazas, o el
odio.
Gracias,
perdóname, lo siento, disculpa, te amo, te comprendo, que sean nuestras
palabras puente para sanar y para tejer una red de Luz, junto a los
pensamientos y emociones de paz, alegría, respeto y armonía.
Hoy
es el mejor instante para cambiar definitivamente, más allá si los otros
deciden transformarse o no, respetemos el libre albedrío, nosotros, afirmemos
la luz en nuestras expresiones para afirmar en nuestros corazones, nuestro
origen Divino.
Dios en mí,
Dios en ti.
Dios en Todos y en todo.
Somos UNO
En el Amor de Dios.
Los Amo.
Con Amor, Ashamel
Lemagsa.
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