Aprenderemos a realizar pensamientos-forma y a concentrar nuestra energía psíquica. Nos llevará cierto tiempo y práctica, de modo que hay que ser paciente. En la esfera de lo psíquico no hay nada gratuito, como en todo.
A fin de concentrarse, en primer lugar deben tener algo en lo que concentrarse, y con esto quiero significar un objeto concreto físico, en vez de una idea abstracta. Agarre un lápiz, por ejemplo, y estúdielo. Trate de ver en él tantas cosas diferentes como pueda. ¿Para qué es? ¿De qué está hecho? ¿Para qué otras cosas pueden usarse además de su fin específico? Deberá considerar todo aquello que lo hace ser un lápiz y no una col.
Ahora, arrellánese y relájese. Comience con su mantra como siempre hace, repitiendo SO y luego HUM inhalando y exhalando, con toda naturalidad, hasta que sienta que ha logrado apartarse por completo del resto del mundo. Continúe en ese este estado y cierre los ojos. Ahora viene la parte difícil. Trate de ver el lápiz con los ojos de su mente y reténgalo todo el tiempo que pueda. Al principio la experiencia le resultará algo decepcionante, porque el lápiz se negará a permanecer. Recuerde de tratar realmente de VER el lápiz, no sólo recitar la palabra "lápiz". La imagen revoloteará y aparecerán y desaparecerán en diferentes partes. Verá la punta y la goma. No verá nada más que el nombre de la compañía impreso en un lado, luego la imagen desaparecerá por completo y la sustituirá el rostro sonriente de su primera amiga.
Todo es perfectamente natural y constituye una excelente indicación de la manera en que funciona la mente. También explica por qué es tan difícil crear un pensamiento-forma que sea eficaz.
Prosiga trabajando con el lápiz y ante todo no se desaliente con el fracaso. Me gustaría poder decirles exactamente cuánto tiempo tardarán en llegar al punto de poder hacerlo a voluntad, pero lamentablemente cada uno es diferente. El mejor consejo que puedo darles es que persistan.
Después que sientan que son capaces de retener la imagen del lápiz en su mente durante, digamos 5 minutos, pueden proceder con otras cosa. Agarre una moneda y haga lo mismo que llevó a cabo con el lápiz. Verá como una vez que adquiera la habilidad, esta aumenta fácilmente con la práctica, y le requerirá menos tiempo retener la imagen de la moneda que la del lápiz.
Cuando domine lo suficiente esta práctica de manera satisfactoria, estará preparado para crear su primer pensamiento-forma. ¿Qué es un pensamiento-forma? Se trata de un conjunto sólido de material psíquico, por extraña que resulte esta idea, y en el mundo pre-físico en el que funciona será tan sólido como una roca, pero una roca que constantemente irradiará energía, y lo hará hasta que la energía introducida dentro de su creación se agote.
Siéntese cómodamente, prepárese a trabajar con la materia del mundo físico, y esto implica seguir ciertas formas, al igual que trabajar en lo físico necesita cierta preparación. Comience a meditar. Emplee el mantra para despejar su mente de los problemas cotidianos. Nada del exterior debe interferir en esto, de modo que aparte de su cabeza aquello que puede hacerle perder concentración. Los pensamientos inoportunos NO se irán conscientemente; se aferran más aún. Es mejor simplemente ignorarlos y pensar en su mantra.
Prosiga con su mantra, mientras siente que su cuerpo se separa del entorno. Mantenga los ojos cerrados. Si los abre, puede que observe un cambio en su perspectiva de la habitación en que se encuentra. Permanezca en este estado tanto como desee.
Ahora, comience a visualizar. En su mente, vea un haz de luz que llega a su cuerpo desde el techo. Concentre esta luz en su cuerpo, sintiendo como se va llenando con esa luz, como si usted fuera una botella que se llena con agua. Retenga esa luz. Puede que le ayude decirse algo así como: "Me estoy llenando con la energía del universo".
Ahora vea esa energía formando una bola delante suyo. Envuelva la luz en la bola de forma que se haga más y más sólida. Luego, dispárela, como una bala de cañón en el vacío.
Una advertencia. Probablemente obtenga exactamente lo que ha pedido, incluso si no sabe por qué lo ha solicitado. Por consiguiente, es de vital importancia que nunca, bajo ninguna circunstancia, cree una forma-pensamiento cuando se sienta deprimido. Ese deseo lo único que hará es empeorar las cosas. Es por eso que la preocupación es un mal hábito, porque la preocupación es una forma de concentración, y de ese modo las cosas que le preocupan tienen más probabilidades de suceder.
Pero dejemos lo desagradable. Ha hecho su primer pensamiento-forma, y si lo ha formulado correctamente observará resultados tangible. Consideremos ahora cómo puede usar esta reencontrada habilidad para su beneficio.
* * * * *
EL PESAR Y EL REMORDIMIENTO
Queremos mencionar el efecto que tiene el pesar y el remordimiento sobre nuestros cuerpos sutiles. Hay personas que viven con el pesar como un compañero placentero al que llevan a su lecho al acostarse para despertar con él a la mañana siguiente; se lo llevan a la oficina, a la tienda, a la iglesia, se sientan con él a las comidas, le cuidan como lo más preciado que poseen y dejarían mejor de vivir que dejar de manifestar su dolor, y a pesar por ésta, aquella o la otra causa.
Igual que un vampiro succiona el éter del cuerpo vital de su víctima y se alimenta con él, los pensamientos constantes y eternos de pesar y remordimiento concernientes a determinadas cosas, se vuelven elementos de deseos que accionan como un vampiro y extraen la vida de las pobres almas que les sustentan, y lo peor es que, en virtud de que "lo igual atrae lo igual", procuran la continuación de este mórbido hábito de pensar.
No es con nuestros pesares como socorremos a los seres queridos que han desaparecido de nuestro lado, con lo que procuramos evidenciar nuestra fidelidad, al contrario, con ello los obstaculizamos. Han abandonado la esfera actual de experiencia y marchan adelante, hacia otros reinos, donde hay otras lecciones que aprender y nosotros los detenemos en su camino con nuestros pensamiento, porque nos recuerdan más hondamente durante algún tiempo después de pasar al más allá, y hemos de considerar como un deber el de dirigirles pensamientos de cariños y de amor en lugar del egoísta pesar que daña a ellos y a nosotros.
La pesadumbre es contraproducente para el desarrollo espiritual, pues mientras el pensamiento elemental así creado penda a nuestro alrededor como un vampiro, no podemos ascender por el escarpado camino.
Repugnante y asqueroso como el buitre o el cuervo que se alimenta con los restos descompuestos y hediondos de las bestias muertas es el vano pesar que vive de la nociva contemplación del pasado y sus errores. Es deber nuestro arrojarlo de nuestra habitación mental como desalojaríamos de nuestro hogar físico al primer buitre que probara entrar.
Por consiguiente, cultivemos una actitud de optimismo en todas las cosas ya que todas trabajan unidas para el bien. Dios está al timón, y por lo tanto, nada puede ir realmente mal y todo se convertirá finalmente en bien dejando que el tiempo cumpla su misión.
* * * * *
MEDITACIÓN
Este sistema de meditación permite calmar el cuerpo y la mente, concentrarse en un determinado tema y ver algunas cosas con los ojos de la mente. No es necesario practicar estas cosas cada día, pero sí es aconsejable cierta regularidad.
Comenzarán por considerar su propio cuerpo, en particular la respiración. No es difícil, simplemente busquen un asiento cómodo en el que puedan tomar asiento sin dormirse. También tratarán de encontrar un lugar en el que no les molesten, no porque las molestias resulten particularmente peligrosas, sino para que disfruten de su relajación y no se sobresalten si un miembro de la familia les interrumpe y les hace perder los nervios.
Una vez que hayan dado con el lugar, siéntense tranquilamente durante unos 10 minutos. Así se empieza, sólo sentándose con calma, sin hacer nada, y mientras tanto tratando de darse cuenta de cómo reacciona su cuerpo. Observe esa contracción nerviosa de su pierna derecha, no puede evitarlo pero siente un picor en el cuero cabelludo. No vacile en rascarse. Sienta como sus pulmones se llenan de aire, suben y bajan, empujando la caja torácica y luego liberándola.
Cuando se siente notará todas esas cosas. Su cuerpo tiene algunos lugares que por naturaleza están tensos. Escuchará cosas que normalmente ignora. En realidad no es tan extraño. Todos hemos vivido la experiencia de tratar de dormirnos mientras sonaba un leve crujido en la casa que durante las horas de actividad ni siquiera habíamos notado porque nuestras mentes estaban demasiado ocupadas como para percibirlo.
Preste atención a todas esas cosas y descubrirá algo interesante. Cuando más escuche su propio cuerpo, menos preocupado se sentirá con los problemas del día. Esto se debe a que su mente consciente sólo puede tratar un dato a la vez. Si se halla estudiando muy concentrado, no prestará atención al olor a humo hasta que el bombero rompa la puerta. Cuanto más practique más eficaz se tornará su mente para bloquear los estímulos indeseados.
Haga esto durante una semana o dos. Después procederá a calmar su mente más todavía, y para hacerlo empleará lo que se denomina "mantra". ¡No se asuste! Un mantra es sólo una serie de sonidos que usted considera apropiados para alejar otros pensamientos.
Siéntese cómodamente. Trate de respirar con regularidad, con un ritmo, pero sin preocuparse exclusivamente por ellos. Su cuerpo tiene su propia cadencia de respiración y si intenta con excesiva fuerza alterar ese ritmo, su cuerpo se sentirá turbado. Recuerdo cuando pensé que era necesario respirar de cierto modo para alcanzar un estado plenamente relajado. Los resultados fueron exactamente lo opuesto. Mi corazón comenzó a martillar y tuve que abandonar el ejercicio por temor al infarto. Simplemente respire naturalmente, sin forzarse a seguir ninguna pauta. Su cuerpo sabe lo que está haciendo, de modo que confíe en él.
Fíjese, cada vez que respira, cómo inhala y exhala. Si no lo está haciendo, comience de inmediato o se morirá y ya no necesitará este ejercicio. Ahora, escoja un par de sonidos. Los indios, o al menos algunos de ellos usan los sonidos SO y HUM. Hágalo mientras se sienta y verá que al hacerlo bloquea los pensamientos preocupantes que pueden alterarle o si se trata de algo desagradable como pueden ser facturas que le trastornan hasta el punto de impedirle continuar.
Practique esto durante aproximadamente un mes. Al término de ese lapso descubrirá algunos cambios en usted. Primero, será capaz de pensar con más claridad. segundo, se sentirá más relajado en su vida diaria. Esto no implica que no tenga ninguna preocupación, lejos de ello, pero será capaz de dominarlas mejor que ahora. Por último, podrá borrar de su mente las preocupaciones innecesarias que pueda infiltrarse
* * * * *
LA CONFIANZA EN UNO MISMO
La falta de confianza en uno mismo es la causa del fracaso de muchos. Tienen capacidad, son ambiciosos, tienen ideas, pero carecen de la suficiente confianza y fe en sus propios poderes y capacidades para vencer; confianza y fe que son la inapreciable posesión de todos los que triunfan.
Todo el que triunfa se distingue por la espléndida confianza que tiene en sí mismo y quien carezca de esta cualidad espiritual (pues es una cualidad espiritual), jamás podrán vencer. Nunca hemos encontrado a una persona triunfadora que no creyera total y absolutamente en sí misma; ni hemos encontrado a persona fracasada que no careciera de esta cualidad.
El recto pensar desarrolla la confianza en uno mismo, en el sentido de que destruye el temor; ¿qué no darían algunas personas por liberarse del temor y la desconfianza? Sin embargo, se puede conseguir y el proceso no es difícil. Pero lo que es mucho más importante es que el buscador descubre las maravillas de sus propias fuerzas intensas, espirituales y mentales, y gradualmente las ejercita y las aplica. Cuando el estudiante encuentra que puede disponer de poderes ilimitados; que puede echar mano de recursos inextinguibles, surge en la mente la confianza, la certeza de una absoluta fe en estos poderes internos. El estudiante, en lugar de preguntar: ¿Puedo hacerlo?, afirma: ¡Lo puedo hacer! Y creyendo en lo que dice, lo hace apoyándose en los poderes internos para realizarlo, y ese poder nunca falla.
El hombre triunfador por naturaleza cree en sí mismo, y por eso triunfa. El estudiante ejercitado cree en los poderes ilimitados de la Mente Universal, de los cuales puede, al usar su propio poder mental, disponer y aplicar cuando quiera los necesite. además, como conoce y comprende la Ley, está prevenido para no cometer los errores en la vida, a que son propensos los que tienen menos conocimiento que él. Por consiguiente, el conocimiento de la Verdad no solamente disipa el temor y crea confianza en uno mismo y fe en las fuerzas mentales y espirituales internas, sino que además nos hace partícipes de conocimiento y sabiduría con los cuales la vida se puede dirigir hacia un perdurable y abundante éxito.
Cuando el hombre se da cuenta de su unidad con el Infinito jamás puede temer; jamás puede carecer de confianza. Sabe que todas las Fuerzas Divinas son suyas, éstas tratan de obedecer su voluntad y servirle. Aunque sus pies están aún sobre la tierra, su mente está en Dios; su corazón palpita impulsado por un sentimiento de poder universal e ilimitado.
jueves, 10 de diciembre de 2009
alexiis-metafisica.blogspot.com.a
No hay comentarios.:
Publicar un comentario