La
retroalimentación mental y la energía del enfoque, son los factores
determinantes que alimentan la psicología del éxito.
Pero: ¿qué
es el éxito?
La
ley de la probabilidad y atracción, la manifestación del éxito y el magnetismo,
son creados en la mente y expresados a través de las experiencias. El talón de
Aquiles de esta teoría es que grado de control se tiene en la creación y
manifestación de las propias experiencias.
Aplicando
la ley de probabilidad, se verá que la inclusión de muchas oportunidades y
opciones en la materialización de un deseo, va a significar menos posibilidades
para conseguir resultados.
El secreto del éxito contiene
enfoque, concentración, sentido de certeza, claridad y decisión firme. Todo el
proceso de manifestación en el campo de las contingencias, se circunscribe a
una sola opción: el enfoque.
Cuando
la atención se centra en una única cosa, todo lo demás desaparece porque el
interés se concentra en manifestar a ese evento en particular.
Para
la mayoría de la gente, es un verdadero reto centrarse en lo que desean, porque
cambian de opinión con frecuencia, y la razón es que dudan en forma permanente
acerca de lo asertivo de lo que tienen en mente. Esta debilitación atencional
es, en realidad, desconfianza acerca de los resultados.
Para
poner en claro que se quiere decir con enfoque, basta este pequeño ejemplo
gráfico:
Entonces: ¿por qué es tan
difícil manifestar el deseo?
Porque
irrumpe la interrupción dubitativa. Entonces, se suman otras probabilidades,
aunque éstas se interponen en el camino de la manifestación de un deseo en
particular. Simplemente no estamos seguros si es eso lo que queremos y las
dudas agregan más posibilidades. Cuando vacilamos, la mente cambia de
paradigma, añade oportunidades a la ecuación y enfoca la percepción hacia otros
escenarios posibles. Toda esta sumatoria, viraliza al enfoque y disminuyen las
posibilidades de éxito. El combustible que nutre a las dudas son los medios de
comunicación con sus anuncios, televisión, radio y publicaciones basura, pasar
tiempo con gente equivocada, etc. Por tal razón, para alcanzar un solo objetivo
es imperativo alimentar la mente constantemente con pensamientos e influencias
congruentes, que apoyen la intención de la manifestación.
Ley de acción inspirada
La
ley de acción inspirada es también conocida como la Ley de Dios en Acción. La
ley de la acción inspirada es el Tao. Es una forma de no obrar, ya que cuando
menos se hace, menos se realiza: no hay nada para crear. Todo esto puede
resultar confuso; lo que, en realidad, significa es enfocarse solamente en la acción inspirada. No hacer para que se manifieste. Es
aplicable al hecho que, cuando hay varias acciones posibles por tomar, solo una
de ellas es la que atrae más. Hay que sentirla, hacerla parte de uno mismo,
para oponer menos resistencia a la realización. Esta elección alberga a la
acción por tomar, ya que la mayor parte de la energía está en alineación con el
deseo personal. Cuando se ejecuta la acción inspirada, el flujo de energía se
dirige naturalmente a la concreción de lo deseado. Si la creación de la
realidad se centra en una creación inspirada, los niveles de energía son más
altos y, a la realización, se la puede controlar con poco esfuerzo. Se crea más
cuando hay menos sacrificio, porque hay menos tensión, estrés y desagrado. De
esta forma se aumenta y facilita el caudal de logros y una mayor relajación. Al
utilizar poco esfuerzo en la creación de las cosas, la inspiración fluye mucho
mejor y permite que encajen, fácilmente, con una realidad superior, no física.
De esta manera, se dirige más energía a la realización, que aumenta el placer
por la ejecución y reduce la resistencia a los resultados. Aporta más
concentración e imaginación a la energía mental, ya que mantiene la alineación
y frecuencia vibratoria.
La
idea es: menos preocupación, más relajación, mayor gozo, sostenimiento de la
autoconfianza, focalización en acciones específicas, para combinar la lógica y
la intuición.
Magnetismo
El
magnetismo es uno de los principales aspectos de estos procesos de concreción.
Cuando se trabaja en la atracción magnética, se lo hace con el propio campo de
energía, en un acto puro que involucra sentimiento y estado mental.
Externamente el motivo del deseo pueden ser varios: creación de riquezas,
obtención de habilidades para vender, capacidad para desarrollar determinados
trabajos, implementación de sistemas para negociar, etc. Pero, a nivel
interior, sólo es magnetismo, lo que hace que un aspecto intangible se
materialice. Así es en el reino etéreo de la creación.
Resumen
Cuando
existe autoconfianza, se potencia la creencia en uno mismo y se trabaja en
conjunción con el Ser Divino que habita en todos y cada uno.
El
magnetismo personal es el imán individual, que hace fluir la energía hacia el
objeto que acapara la atención.
La
mente le da forma a los deseos y los dirige a la energía universal a través de
la consciencia del Ser Yo Soy. En la mente se diseña el éxito y cuando se lo
alinea con la energía del Universo, se manifiesta.
La
ley de acción inspirada crea la psicología del éxito y su manifestación.
http://lamujersiempre.blogspot.com.ar/
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