Es sabido que formar un hábito toma por los menos
30 días, pero mucho más tiempo toma dejar un mal hábito. A veces no somos
conscientes de que algo que hacemos a diario (o dejamos de hacer) afecta
activamente a nuestra salud cerebral y que además causa efectos a largo plazo.
Aquí te mostramos 8 cosas que puedes hacer para asegurarte que tu cerebro siga
saludable.
No Omitas el Desayuno
Mucha gente se levanta para ir a trabajar con el
tiempo justo y se abstiene de comer el desayuno en orden de no llegar tarde a
sus tareas y dormir un rato más. El problema es que si pasamos mucho tiempo de
ayuno entre las comidas hacemos que nuestro cuerpo se estrese. El nivel de
azúcar en nuestra sangre se va a pico, haciendo que el cerebro quede
desabastecido de los nutrientes necesarios.
Sugerencias: Hazte el hábito de
sentarte a comer. Puedes combinarlo, si deseas, con escuchar o leer las
noticias. Si te encuentras corto de tiempo para prepararte el desayuno, toma un
yogur o una fruta para llevar
Mantente siempre Estimulado
El cerebro es un musculo y al igual que el resto de
los músculos de nuestro cuerpo, necesita del ejercicio diario. En los tiempos
modernos solemos tercerizar las actividades cerebrales a las máquinas o pagamos
a alguien más por los servicios. Además utilizamos Google para responder
preguntas en lugar de pensarlas por nosotros mismos.
Sugerencia: Pasa más
tiempo leyendo, pensando, explorando, haz test mentales y concéntrate en una
tarea a la vez para permitir mayores períodos de reflexión.
No Comas Demasiado
Sabemos que es muy sencillo acceder a los servicios
de delivery por internet o teléfono, en los que llega la comida sin mayor
esfuerzo a los hogares y que este modo de alimentarse es parte de un ritual de
esparcimiento. Además, comemos de aburridos, salimos a restaurantes a cenar, o
picamos snaks cuando miramos tv.
Distintos estudios han encontrado que la ingesta de
menor cantidad de calorías retrasa el proceso de envejecimiento y protege nuestro
cerebro de degenerarse prematuramente.
Sugerencia: Intenta
contar cuantas calorías consumes o acostúmbrate a comer en horarios y lugares
específicos, para reducir el consumo de calorías innecesarias.
Consume Menos Azúcar
El azúcar está escondida en muchos alimentos sin
nuestro conocimiento, y este exceso es dañino para nuestro cerebro, ya que los
niveles elevados de azúcar recuden la habilidad del cerebro de producir
una importante sustancia química llamada "Factor neurotrófico derivado del
cerebro". El FNDC nos ayuda a adquirir nuevas memorias, aprender y
controlar la habilidad de saber cuándo parar de comer. Sin esta importante
proteína seremos más susceptibles a padecer de depresión y demencia.
Sugerencia: Lee las etiquetas
de las comidas para chequear los ingredientes y saber si contienen azúcar
escondida en ellos y elige productos sin azúcar.
Deja de Fumar
Existen cientos de razones por las que debes dejar
de fumar, y se conoces muchos efectos negativos del cigarrillo para la salud de
tus pulmones, pero nuevas investigaciones sugieren que el nuestro cerebro
también se encuentra en peligro. Fumar interrumpe el flujo de sangre y lleva a
índices de muchos mayores de padecer derrames cerebrales, aneurismas, y
Alzheimer. Además los científicos descubrieron que fumar disminuye nuestras
habilidades cognitivas, especialmente las relacionadas con la memoria.
Sugerencia: Deja de
fumar o reduce la cantidad de cigarrillos, el riesgo mencionado disminuye
drásticamente dentro de los 2 a 5 años de haber dejado el mal hábito.
Duerme lo Suficiente
Dormir es la mejor manera de cargar energía. Cuando
no duermes lo suficiente el lóbulo frontal no puede trabajar de manera
apropiada, esto significa que tu pensamiento creativo sufrirá, te sentirás más
indeciso y tendrás menor control sobre tus emociones. Otro de los procesos
cognitivos que se verán afectados es el de estado de alerta, concentración y la
resolución de problemas. La privación del sueño además puede llevar a la
depresión, manía y paranoia.
Sugerencia: Asegúrate de
dormir por lo menos 7 horas. Evita mirar tv en altas horas de la noche. Si
tienes problemas para conciliar el sueño o dormir, consulta con un médico.
Mantente Hidratado
No tomar suficiente agua también afecta al cerebro.
La deshidratación interfiere con nuestros niveles de energía, el humor y
nuestra habilidad para pensar bien. Dado que nuestro cerebro se compone
mayormente de agua, cuando nos encontramos deshidratados, el resto del cuerpo
toma prestado del cerebro fluidos para poder realizar procesos esenciales,
haciendo que las células del primero se marchiten y reduzcan. Además puede
hacer que nos duela la cabeza.
Sugerencia: La clave es
tomar líquido antes de que sientas sed. Lleva contigo una botella de agua y
come frutas, que son fuentes naturales de hidratación.
No cubras tu cabeza mientras duermes
Esta es una de las cosas más simples que solemos
hacer. Si te cubres la cabeza al dormir, te expondrás a inhalar más dióxido de
carbono lo que llevará a un incremento de presión arterial en tu cerebro y por
ende dolores de cabeza. Algunos estudios indican que este hábito, que creemos
menor, puede producir un incremento en la aparición de la Demencia y
Alzheimer.
Sugerencia: Dobla las sabanas para
que no te cubran la cara durante el invierno y en verano, intenta dormir sin
ellas.
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