Amados…
Quizás las energías del Planeta estén cambiando modificando nuestra vibración y con ella nuestra conexión con lo cotidiano, pero más allá de los cambios exteriores y de todas las teorías que surgen a diario, para mejorar nuestras vidas emocionales, mentales y espirituales, siento que debo desprenderme de todas estas estructuras tanto nuevas como ancestrales y llegar con mis propias fuerzas a mi Sabiduría Interior.
Siento que ya nada se encuentra en su lugar “habitual”…
Mucho se desvaneció, otro tanto se transformó y lo que “era” ya no es ni está en el presente, entonces…
¿Qué queda?
Pues solo un cascarón que mantiene las estructuras habituales, pero cuando comenzamos a revisar lo que hay, nos encontramos con el vacío…
Esto nos hace sentir, agotados, desganados, sin fuerzas, desorientados, perdemos el sentido de continuidad en lo cotidiano.
Seguimos con las apariencias que nada cambio, cuando en realidad, todo cambió.
Sin establecer juicio alguno, si es bueno o malo, los cambios se establecen, sin pedir permiso a nadie.
Hace mucho tiempo que escribo, explicando que las estructuras están cayendo y que nada iba a quedar en pie, como lo sentíamos antes vibrar.
No es una caída material de ciudades destruidas, maremotos, terremotos o meteoritos que derriban el planeta, es el cambio de consciencia, los cambios internos, los que se imponen a la realidad de material y a través de ellos lo material se debe transformar, pues deja de funcionar con el ritmo anterior.
Quizás algunos pocos, ya lo sientan, otros lo sentirán en un tiempo más y lamentablemente muchos no sentirán absolutamente nada, pues existe el libre albedrío!
De mi parte, durante muchos años, casi ocho para ser más exacta, me dediqué a disolver creencias tanto a nivel personal como aquellas que eran socialmente aceptadas por casi todos, en especial a nivel “espiritual” donde nos contaban que naves intergalácticas nos rescatarían del caos reinante para llevarnos a otros planetas o nos sacarían de este Planeta Tierra, para regresarnos cuando fuera renovado en la Luz de la Nueva Tierra, realmente fueron historias muy bellas, pero con el tiempo comprendí que nos detenían nuestra evolución en el despertar de consciencia, pues ese era el verdadero fin de esas historias, que año tras año, las repetían con distintos autores… Buscaban distraernos y dejarnos detenidos “esperando” un milagro desde el Cielo.
Los verdaderos cambios, inevitablemente se inician desde nuestra consciencia y se plasman en la realidad diaria.
Muchas amistades se alejaron de mi vida y otras las fui despidiendo, lo más amablemente posible…
Hoy comprendo, que todo fue perfecto, pues cada quien sigue su propia evolución.
Lo bueno de esta etapa que estoy experimentando, es que primero cayeron las creencias exteriores a mí vida, sean políticas, sociales, económicas, espirituales, para posteriormente disolverse las personales, las de todos los días, las que debo convivir cotidianamente con ellas, fue así que sentí una sensación de un Gran Duelo interior…
Después de este proceso de “duelo”, llega la tarea de aceptar lo que es, lo que queda en pie y lo que ya no volverá más, a ser lo que era…
Cómo seguir???
Pues se sigue desde las profundidades de nuestro Ser Interior, buceando, sacando a la luz nuestras propias miserias, las llamadas sombras del ego, acumuladas en esta vida y de otras también…
Son los apegos milenarios, la ira contenida de batallas interiores, la incapacidad de no aceptar lo que terminó y no querer aceptar lo nuevo que llega.
Brota el dolor más agudo y lacerante como jamás imaginé contener en mi misma, más profundizo en mi interior, más encuentro para sacar a la luz, para hacerme consciente de su existencia en mí.
Como transmutar las sombras???
Debemos buscar en nuestro interior, cuál es la emoción que más nos perturba en este ahora… Celos?, Envidia?, Rencor?, Odio?
Hay que determinar con exactitud que pensamiento, imagen o situación la dispara.
Una vez que lo determinamos con claridad y nos hacemos consciente de ella, que bajo ciertas circunstancias, aparece esa emoción negativa, debemos sentirla en toda su densidad y profundidad.
Posteriormente, la soltamos con humildad y aceptación, pues comprendemos que esa emoción negativa nos está impidiendo avanzar hacia nuestra propia Luz Interior, nos detiene en la oscuridad, obstaculizando la paz interior que nos guía a nuestra verdadera Maestría.
Debo aclarar que este ejercicio de sacar a la “superficie” esas emociones negativas, debe repetirse tantas veces, hasta que esa situación, pensamiento o imagen, ya no provoquen más nada negativo en nosotros y solo nos permitan seguir fluyendo en la vida en Paz y compasión.
Provocar la salida, sintiendo al máximo las propias sombras, para posteriormente hacerlas conscientes… es el camino más efectivo para ir disolviéndolas en nuestra propia Luz y en meditación.
Es un arduo trabajo cotidiano de auto sanación, que se puede llevar adelante, cuando logramos derribar las estructuras personales que se interponen… como el “Yo no soy así”, “No tengo sombras”…
Todos somos Luz y Sombras, pues la construcción básica de todos los Universos.
Dejé de creer hace mucho tiempo que en la Luz no puede coexistir las sombras tanto individuales como colectivas, el Yin y el Yang es una realidad cotidiana y no solo en este Planeta Tierra Dual, sino en todo el Universo de lo Creado y lo aún no Creado.
Luz y Sombra, existen, son reales aquí y en todos los Planos Espirituales, con distintos niveles de frecuencias vibratorias, pero son tan reales como la vida misma.
Entonces…
Se preguntarán…
¿Si las sombras forman parte de ti, como la Luz, para que te empeñas en sacarlas a la luz, hacerte consciente de ellas, para posteriormente disolverlas en meditación?
Pues mi respuesta es…
Saco a la Luz las sombras que debo disolver, para lograr sanar mi Presente, no puedo avanzar en mi sendero si continúo arrastrando los grilletes de los apegos de pasado y del presente.
Cómo saltar a otro nivel de consciencia, con el peso de dolorosos milenios, donde el amor se confundía con la dependencia del apego con los otros o de mis propias creencias, solo soltando el lastre, puedo llegar a mi Sabiduría interior, a un nuevo amanecer de mi Alma, es un renacer, dejar definitivamente lo “viejo” para empoderarme en mi propia Soberanía interior, libre, sabia, pacífica y compasiva.
Aunque por momentos sienta que es una tarea titánica, interminable, siempre “brota” algo más, cada día me siento más cerca de Ser y Estar en mi propia Maestría, libre de seguir a “otros”, pero coincidiendo con los otros en algunos puntos por afinidad vibratoria y ya no más por creencias o dependencias.
Ser independiente no implica caminar con indiferencia…
Ser Soberano es vivir la vida disfrutando cada instante, sin aferrarse a la vida por miedo a perderla, es fluir en ella manteniendo nuestra libertad de consciencia.
Ser compasivo, es el grado más alto del amor, donde se ama en el respeto absoluto, de la libertad, la integridad y el libre albedrío del otro como en nosotros mismos.
Ser respetuosos siempre, pues nunca conocemos la historia completa de la vida, ni la propia ni la ajena.
Ser responsables de nosotros mismos, sin culpar a los “otros” por nuestros errores.
Ser flexibles, nada es totalmente blanco o negro, la vida son matices y nosotros somos los responsables de pintar el lienzo.
Acariciar la vida con paciencia y reflexión.
Aceptar que vivimos con los otros que representan la diversidad espiritual, por lo cual, tienen el derecho de Ser como lo desean, pero nosotros tenemos igual libertad de decisión, Ser respetuosos de los otros como de nosotros mismos.
Trascender lo cotidiano es atravesar las dificultades soltando el dolor propio y ajeno, para no interferir negativamente en nuestra evolución ni la de los otros, sabiendo que somos responsables de nuestras decisiones y que ellas, pueden influir tanto en nuestro sendero de vida como la de todos aquellos que están conectados a nosotros, por ello, al auto sanarnos de nuestras sombras, elevamos nuestras frecuencias vibratorias y la de nuestro entorno.
Si transciendo lo cotidiano en la Luz, le abro la puerta a mi Sabio Interior.
Los Amo!!!!
Con Amor, Ashamel Lemagsa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario