Los mejores proverbios japoneses
Una palabra dicha con bondad puede suponer el calor de tres meses de invierno.
Haz bien lo que esté en tu mano, el resto lo hará el destino.
Mientras se está acostado en la cama, nadie se tropieza.
Si piensas en ello, decídelo. Si ya lo decidiste, deja de pensarlo.
El significado de rápido es ir lento, pero sin pausa.
Una palabra dicha con bondad puede suponer el calor de tres meses de invierno.
Antes de cuestionar a otra persona, verifica lo que piensas siete veces.
Los ríos que son muy profundos fluyen de forma lenta.
La risa llama a la felicidad.
El sol no sabe ni de buenos ni de malos: calienta e ilumina a todos por igual.
Aquel que es capaz de esperar media hora más que su oponente conseguirá la victoria.
El viaje más largo comienza con un primer paso.
Deja que los tontos y los locos pasen primer en cualquier camino.
Puede que solo necesites tu espada una vez en tu vida, pero es necesario que la lleves siempre.
No son las flores más bonitas las que dan los mejores frutos.
La tristeza es algo parecido a un vestido rasgado: es mejor no salir con él.
El amor es que hasta las cicatrices de viruela no sean más que hoyuelos en las mejillas.
Es mejor no detener a quien quiere irse, ni echar a quien acaba de llegar.
No digas que es imposible, mejor di que aún no lo has hecho.
Es preferible ser el enemigo de alguien bueno, que el amigo de alguien que es mala persona.
Si quieres subir y no tienes cómo, inventa la escalera.
Un matrimonio ha de ser como las manos y los ojos. Si duele la mano, los ojos lloran, y si estos lloran, la mano seca sus lágrimas.
Para alguien preparado no existe el peligro.
Antes de romper un silencio, procura que tus palabras sean mejor que este.
La lluvia es un problema solo para quienes no quieren mojarse.
Si te crees todo lo que lees, entonces es preferible que no leas.
No merece la pena preocuparse por un problema si este tiene solución. Y si no lo tiene, tampoco vale de nada preocuparse.
Un barco con cien marineros es capaz de subir hasta una montaña.
La piedra que rueda no puede hacer un montón.
Estudiar el pasado es la mejor forma de aprender para el futuro.
La victoria no es lo que enseña, se aprende más con la derrota.
La disciplina acabará venciendo a la inteligencia.
Pasar tiempo riéndose es como pasarlo con los dioses.
La leña prometida no calienta el hogar.
El mar es así de grande porque no menosprecia los riachuelos.
Mientras dibujas la rama de un árbol debes oír el aire.
Una honestidad exagerada es lo más cercano a la estupidez.
A los 10 años se es un milagro. A los 20, te conviertes en un genio. A los 30, no eres más que una persona ordinaria.
Las personas grandes existen gracias a las personas ordinarias.
No esperes que el tiempo te espere.
Un minuto de vergüenza por preguntar algo puede suponer toda una vida de ignorancia.
Como habrás podido ver, los proverbios japoneses nos enseñan muchas cosas sobre cómo vivir la vida de forma más serena y consciente. Ahora solo tienes que anotar aquellas frases que más te identifiquen y aplicarlas en tu día a día. ¡A caminar!
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