Las desprogramaciones que hemos hecho hasta ahora, en los meses anteriores, y que ya habéis, espero, completado, han eliminado una pequeña parte de todos estos sistemas de protección que impiden que podamos acceder al potencial y conocimiento que tenemos en nuestro interior, que impiden que podamos modificar a voluntad ciertos patrones y programas que rigen lo que “emitimos”, y que siguen manteniéndonos confusos, aletargados e incrédulos. Puesto que esta primera capa de desprogramación no basta para poder recuperar ese potencial y capacidades latentes que nos permitan entender lo que hemos explicado sobre la situación de los macro escenarios y las líneas temporales, vamos a intentar ir a un nivel inferior, o más profundo, para desprogramar otras rutinas de “nivel 2” que puedan darnos un poco más de libertad y control sobre nuestra mente y psique.
Programación multinivel
Tanto las esferas mentales como el cuerpo mental poseen múltiples niveles de programas que han sido construidos sobre la base original de la mente que poseían aquellos pre-homo sapiens. Esto hace que, simplemente, al ir desprogramando y sacando “software” de la psique, lo que hacemos es ir recuperando la estructura original que teníamos antes de las manipulaciones genéticas sufridas, con sus correspondientes manipulaciones energéticas y mentales. De esta forma, una persona que hubiera desprogramado el 100% de esos niveles de programas, patrones y arquetipos de su mente, que ahora explicaremos, se acercaría más y más a gestionar la realidad, tanto la creación como la decodificación de la misma, a como funcionaba nuestra psique antes de la manipulación sufrida, pues simplemente Anunnakis y el resto de razas que participaron en ello construyeron sobre la base energética y mental que ya teníamos el resto de la programación para manipularnos y someternos.
La eliminación y desprogramación total haría que la interacción con el medio natural y energético en el planeta fuera más directo, así como la conexión con nuestro Yo Superior y partes más profundas de cada uno de nosotros, pues lo que hay son topes, arquetipos, protecciones y programas encima de las conexiones naturales y estructuras originales que poseemos, enterradas bajo miles de programas, cientos de ellos con el propósito de proteger de nuestra psique de manipulaciones no autorizadas, algunos de ellos, incluso, hechos con inteligencia artificial y, por lo tanto, conscientes, o autoconscientes. En todo caso, todos están supeditados al programa ego y, con ello, también tienen limitado su poder y potencial de acción, de manera que están supeditados a su vez al poder de nuestro YS y este puede revertir y desprogramar con total certeza y seguridad aquello que fue programado e insertado en nosotros, en este “modelo” de “coche físico” que ahora conducimos (el cuerpo y sus estructuras).
Así, la mente humana, las esferas mentales, tienen más de 50 niveles de programación, y las rutinas que hemos eliminado, aquellos que lo hayáis hecho estos meses atrás, pertenecen a los tres primeros niveles de la misma. Ahora vamos a ahondar un poco más y seguiremos quitando programas basura que solo hacen que entorpecer la visión de la realidad, la comprensión de la misma, y ofuscar a la personalidad para que siga lo más dormida y atontada posible toda su vida.
Rutina de reprogramación y recuperación de programas perdidos
Lo primero que vamos a quitar, quien lo desee, siguiendo las pautas y ritmos de su Yo Superior, es una rutina que recompone al cabo de cierto tiempo parte de aquello que hemos quitado. ¿Cómo es esto? ¿No ha servido de nada todo lo que he eliminado? No, ha servido y mucho, pero tenemos programas que intentan suplir aquello que se detecta que falta, uniendo otros trozos de software mental para ello.
Así, si hace unos meses eliminamos por ejemplo el programa que crea confusión en la mente, las rutinas de reprogramación buscan suplir su falta ejecutando en su lugar otros programas que hacen cosas parecidas, no iguales, pero con efectos similares. Por ejemplo, se activa el Yo distraído más a menudo, activan programas de agobio cuando no se puede activar, porque ya no está, el programa de confusión, activa el programa de incredulidad o duda ante un conocimiento o acción cuando ya no puede activarse la confusión sobre este conocimiento, etc. Esto hace que, sin poder recomponer la rutina que hemos eliminado, puedan activarse cosas similares que nos causarán sensaciones más o menos iguales y con un efecto más o menos parecido.
Para eliminar estas rutinas, que pertenecen al nivel 1, 2 y 3 del sistema de creencias del ser humano (hay rutinas parecidas en los niveles inferiores pero no las podemos eliminar ahora porque hay que trabajar capa a capa), usaremos la siguiente petición, en sucesivas pasadas, hasta que nuestro YS nos confirme la total eliminación de las mismas:
Solicito que se eliminen y desprogramen todas las rutinas de reprogramación y recuperación de programas eliminados de los niveles 1,2 y 3 de mis esferas mentales, borrando por completo los programas de estos niveles que los bloquean y protegen. Solicito que se desactiven los arquetipos y programas de nivel 1, 2 y 3 que trabajan en la recuperación y reprogramación de aquello que elimino, impidiendo que pueda volver a ejecutarse rutinas similares para suplir su falta. Gracias.
Con esto, aquello que quitemos, de momento, ya no podrá ser sustituido con cosas parecidas.
Rutina de incredulidad y programas de duda
Debido a los arquetipos científicos y religiosos que predominan en casi todas las personas, una gran parte de la población solo cree y acepta en su sistema de creencias aquello que viene dictado por la materia, la ciencia y lo que es “medible”, y otra parte acepta solo lo que viene asociado a las religiones y sistemas de creencias, desde los más antiguos a los más “nueva era”, y una mezcla de ambas cosas a la vez según el tema en cuestión. Esto hace que, si no por un lado, por otro, prácticamente rechacemos todo lo que pudiera ir en contra de lo establecido por uno de los dos bandos o por una mezcla de ellos. Lo bueno, es que ambos arquetipos ejecutan las mismas rutinas y programas cuando no desean que algo que va en contra de su programación y parámetros aceptables entre en el sistema de creencias, así que vamos a borrar dos rutinas que son necesarias para ambos extremos, y tanto los que sean del tipo “el mundo solo es lo que se puede tocar o medir” como “el mundo solo es lo que dice el dios o maestro de turno”, lo tendrán un poco más complicado (sus programaciones) para generar bloqueos que dificulten el despertar y activación de la parte más “natural”, elevada, interna y original de todos y cada uno de nosotros.
Las rutinas de incredulidad y de duda pertenecen también a varios niveles de la psique, así que ahora vamos a poder eliminar solo las de los niveles 1, 2 y 3, que son los que estamos trabajando y por los que hemos de empezar. Están programadas en las esferas mentales, en el patrón conductual, en la consciencia artificial (superficie de la esfera de consciencia) y en diferentes subcapas del cuerpo mental. Así que hay que quitar bastantes cosas para eliminarlas por completo, usando esto:
“Solicito que se borren, eliminen y desprogramen las rutinas de incredulidad y de duda presentes en mis esferas mentales, en mi cuerpo mental, en mi esfera de consciencia, en mi consciencia artificial, en mi patrón conductual y en todo punto de mi estructura psíquica y energética donde estén presentes, programados y conectados. Solicito que se borren los Yos y subpersonalidades asociados a la incredulidad y a la duda, borrando del centro egóico los parámetros que permiten reconstruirlos y borrando los programas que facilitan su nueva aparición”.
Espero que así podamos dar un pequeño paso más, aun quedan muchos, para limpiar un poco más la psique y que nos vayamos acercando, aunque sea a cuentagotas, a tener la comprensión de que el destino de nuestro mundo está en nuestras manos, que nada ni nadie externo tomará la responsabilidad por nosotros, que estamos en un punto crítico, especialmente en la línea temporal 33, y que hay que seguir trabajando para no perder la esperanza y la posibilidad de revertir lo que otros pretenden materializar en contra de nuestro bien mayor común.
un abrazo,
David Topí
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