Tus sueños pueden romper tu corazón, tu pareja puede romper su corazón, tus amigos pueden romper tu corazón, tu familia puede romper tu corazón, las circunstancias incontrolables y los acontecimientos externos pueden romper tu corazón. Alguien, algo o todo puede romper tu corazón.
Tu corazón es lo más precioso que tienes, y es tu responsabilidad protegerlo. Tu corazón es poderoso porque cree en lo mejor de la gente, tiene fe en un poder superior, confía en el poder de soñar y cree en los valores de amor, bondad e integridad. Tu corazón puede ser fuertemente resistente pero también es increíblemente frágil porque las heridas tardan tiempo en sanar, y algunas nunca cicatrizan completamente.
Al dejar que alguien o algo te rompa el corazón dos veces, tres veces o incluso varias veces, no estás mostrándoles lo empático que eres o cuánto amor tienes que dar. Les estás dejando saber que pueden dictar tu autoestima en sus términos. Les estás dando el mensaje de que estás bien con ser tratado menos de lo que mereces. Al permitirles fácilmente volver a la parte más íntima y más profunda de ti, les estás diciendo que tienes límites pobres, y sus necesidades son más importantes que las tuyas.
No dejes que nadie tenga poder sobre ti
Guarda ferozmente la fuerza de la vida que late entre las costillas, porque es tu corazón lo que te da energía, es tu corazón lo que guía el camino. El universo está respondiendo constantemente a cómo te sientes dentro, y dando permiso a la vida para tratarte mal, estás mostrando al universo que no valoras tu corazón.
Si tu corazón está exhausto de ser traicionado, si está cansado de dar oportunidades, si está cansado de demostrarse al mundo, si está abrumado por el amor que ha sido drenado, entonces tu corazón dejará de confiar en ti para tener que preocuparse por ello.
Si no confías en ti mismo, perderás respeto por ti mismo, y si pierdes respeto por ti mismo, nunca te amarás a ti mismo.
No inviertas tu valioso tiempo y recursos en perdonar a la gente y las circunstancias que te han roto. Invierte en la fijación de ti mismo. Invierte en reconstruirte a ti mismo de nuevo, de modo que no te dañen de nuevo. Invierte en aprender a amar a las personas adecuadas, cómo ir tras las cosas buenas, cómo fortalecer tu amor propio. Es tu elección nutrir el jardín de tu corazón sacando las espinas destructivas y las malas hierbas y plantando semillas frescas de esperanza y coraje.
Nunca encontrarás la curación a manos de quien o lo que te rompió. Nunca encontrarás curación a manos de otra persona que no sea tu propio yo. Toma responsabilidad por su propia curación, porque eres el único que puede hacerlo.
Si haces esto, entonces dejarás de esperar para ser salvado, y lentamente construirás tu propia autoestima. Si haces esto, dejarás de ser una víctima pasiva y empezarás a ser un participante activo en tu propia vida.
No seas ingenuo y negligente con tu propio corazón. Nunca dejes que alguien rompa tu corazón más de una vez, y deja de romper tu propio corazón.
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