La energía que
impulsa la sanación emocional, viene de la búsqueda interior, surge del regalo
que nos ofrecen las emociones, mostrándonos lo mejor y lo peor de nosotros
mismos.
Si decidimos
iniciar este camino y desintoxicarnos emocionalmente, hay que aceptar que los
procesos de purificación y limpieza son una bendición, a pesar del mal periodo
que podamos vivir en el proceso. Precisamente es la acción de mantener la
búsqueda, con la ilusión de encontrar el tesoro, lo que nos motiva a mantener
el rumbo a pesar de las circunstancias del camino. Por ese motivo, hoy el
caminante del cielo nos brinda el camino, para que salgamos de nuestra zona de
confort, para que iniciemos la marcha con fuerza, con la ilusión que supone una
gran aventura y en la que a pesar de los miedos y las dudas, nos atrevemos a
iniciarla, porque sabemos que al final nos espera la sanación.
En este camino
hay que seguir nutriendo nuestro sueño de estar bien, de mejorar nuestra
situación, aceptando los cambios que la vida nos ofrece, aprovechando los
espacios mentales abiertos, estando atentos a como se va desarrollando nuestro
andar, enlazando con lo mejor de nosotros mismos. La energía de hoy nos
provoca para que conquistemos los cielos, para que no nos quedemos en el primer
obstáculo, nos brinda el espacio por dónde debemos movernos, sin limitaciones,
con la ilusión y la alegría del descubrimiento interior.
Vigilar nuestra
nutrición a nivel mental y emocional, nos dará la oportunidad de producir
cambios en nuestros hábitos internos, para que podamos aceptar el cambio que
producirá el empoderamiento del Ser, ese cambio que todos ansiamos, pero que no
todos están dispuestos a iniciar el camino, el camino del auto-perdón, el
camino hacia la verdad del ser, dónde residen los sueños del corazón, dónde nos
convertimos en arquitectos de nuestra evolución y no víctimas de las
circunstancias.
Somos canales de
luz, cuando establecemos la conexión cielo-tierra, brillamos y purificamos
aquellos estados del Ser que nos restan poder, que nos hacen víctimas, unos
estados que no nos permiten que surja el esplendor que reside en nuestro
espíritu. Es el momento para tirar los muros del “no puedo”, de rebasar los
límites del miedo y empezar a dar pasos en la dirección desconocida para
la mente, pero no para el espíritu ni el corazón.
Tú eres el mayor
descubrimiento que puedes hacer para ti mismo, así que si no exploras lo que
eres, te convertirás en víctima de las circunstancias, en vez del actor
principal de tu vida.
Yo tomo la fuerza de mi
interior, camino a la búsqueda de mi ser, yo soy otro tú.
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