V
LA CLAVE
158. Es posible que tú todavía no sepas, ni creas, que YO SOY realmente tú, y que, asimismo, YO SOY tu hermano y hermana, a la vez que todos sois partes de Mí, y Uno conMigo.
159. Es posible que tampoco te des cuenta de que tu Alma, así como las de tu hermano y hermana, es decir, la parte real e indestructible de vosotros los mortales, no son sino fases de Mí en expresión, dentro de lo que se llama Naturaleza.
160. Asimismo, puede ser que no te des cuenta aún de que tú y tus hermanos y hermanas son fases o atributos de Mi Divina Naturaleza, del mismo modo que tu humana personalidad, con su cuerpo mortal, mente e intelecto, es
una fase de tu humana naturaleza.
161. No, aun no te das cuenta de todo esto, mas Yo de ello te hablo ahora, para que, cuando comiencen a surgir en tu conciencia señales inequívocas con respecto a esta Mi Enseñanza, como indudablemente acontecerá, las reconozcas
como tales.
162. Mas, para que puedas reconocer esas señales características de Mi Enseñanza, es necesario que todo lo que sigue sea cuidadosamente considerado y estudiado por ti, y que no lo pases sino hasta que Mi Verdad sea por lo menos
vislumbrada en parte.
163. Una vez que hayas comprendido por completo el principio que Yo dejo asentado en estas páginas, entonces todo Mi Mensaje se te hará claro y comprensible.
164. Primeramente Yo voy a darte la Clave por medio de la cual podrás penetrar todos los misterios que por ahora te ocultan el Secreto de Mi Ser.
165. Cuando aprendas a usar esta Clave, ella te abrirá las puertas de toda Sabiduría y de todo Poder en el cielo y en la tierra. Si, entiéndelo bien, te abrirá las puertas del Reino de los Cielos, y entonces ya no te quedará a ti sino entrar para
hacerte, conscientemente, Uno Conmigo.
166. La Clave es la siguiente:
167. “PENSAR es CREAR”, o
168. "Lo que PIENSAS en tu CORAZÓN es lo que para ti se realiza".
169. Detén la lectura un momento, y medita profundamente en lo dicho, de manera que se te grabe bien en la mente.
170. Un Pensador es un Creador.
171. Un Pensador vive siempre en el mundo de su propia creación consciente.
172. Cuando ya sepas cómo se debe "pensar", entonces podrás crear, a voluntad, cualquier cosa que desees, ya sea ello una nueva personalidad, un nuevo ambiente o un mundo nuevo.
173. Veamos si es posible que vislumbres algunas fases de la Verdad, ocultas en esta Clave, y que directamente están bajo Su dominio.
174. Se te ha mostrado ya que toda conciencia es Una, como toda ella es Mi Conciencia, no obstante lo cual, es también tuya, y, asimismo, del animal, de la planta, de la piedra y de la célula invisible.
175. Has podido ya ver cómo esta conciencia está bajo el dominio de Mi Voluntad, a la vez que dirigida por ella, lo cual hace que las células invisibles se unan y formen los diversos organismos dedicados a la expresión y uso de los
diferentes Centros de Inteligencia, a través de los cuales Yo deseo realizar la expresión.
176. Pero no puedes aún comprender cómo podrías tú dirigir y tener bajo tu control a la conciencia de las células de tu propio cuerpo -para no ir demasiado lejos de momento, y hablarte de las de otros cuerpos-, aun cuando tú, Yo y ellos
seamos uno en conciencia y en inteligencia.
177. Sin embargo, si pones especial atención a todo lo que sigue, podrás ser capaz de comprenderlo.
178. ¿Te has tomado alguna ves el trabajo de analizar, meditativamente, en lo que es conciencia? ¿Cómo, evidentemente, es un estado impersonal de lucidez
o conocimiento, de buena disposición a servir y ser dirigida o utilizada por algún poder latente e íntimamente relacionado con ella misma?
179. ¿Cómo el hombre, innegablemente, es el más alto tipo de organismo que contiene en sí esta conciencia, la que es dirigida y usada por ese poder en lo interno de ella misma?
180. ¿Así como que dicho poder latente en la conciencia del hombre, como en toda conciencia, DO es sino voluntad, Mi Voluntad? Esto es cierto puesto que tú ya sabes que todo poder no es sino la manifestación de Mi Voluntad.
181. Ahora bien, se te ha dicho ya que en el principio Yo creé al hombre a "Mi Imagen y Semejanza", y que después Yo alenté dentro de él el Soplo de vida, y, entonces, se hizo un Alma Viviente.
182. Ciertamente, al crear al hombre a Mi Imagen y Semejanza, Yo creé un organismo capaz de expresar toda Mi Conciencia y toda Mi Voluntad; lo que quiere decir, también, todo Mi Poder, Mi Inteligencia y Mi Amor. Por tanto, lo creé
perfecto en el principio, es decir, que fue hecho de acuerdo con Mi Propia Perfección.
183. Así, pues, cuando alenté dentro del organismo del hombre Mi Hálito, él se hizo un ser Viviente como Yo; entonces fue cuando alenté también, a él, Mi Voluntad, no de lo externo, sino de lo interno, es decir, desde el Reino de los
Cielos interno, donde siempre YO SOY. Desde entonces, Yo he seguido alentando, viviendo y teniendo Mi Ser en lo interno del hombre, ya que, como queda dicho, lo creé a Mi Imagen y Semejanza sólo para tal propósito.
184. La prueba de esto es que el hombre, por sí mismo, no respira, ni puede respirar de sí mismo. Algo mucho más grande que su razón y que su ser meramente fisiológico vive en su cuerpo y respira por sus pulmones. Una potente
fuerza dentro de su propio cuerpo es la que usa sus pulmones, tal como también usa el corazón para hacer circular la sangre que contiene la vida, de la cual se satura en los pulmones para llevarla a cada célula del cuerpo, como igualmente usa el estómago y otros órganos para digerir y asimilar el alimento, con cuyos elementos se forman la sangre, los tejidos, el pelo y los huesos; como usa también
el cerebro para pensar, la lengua para hablar, y las manos y pies para hacer todo lo que el hombre lleva a cabo.
185. Este poder es Mi Voluntad de SER y VIVIR en el hombre. Por eso es que todo lo que el hombre es, YO SOY; todo lo que el hombre hace o tú haces, YO SOY Quien lo hace, y todo lo que tú dices o piensas, SOY YO Quien lo dice o
piensa por medio de tu organismo.
186. Se te ha dicho también que, cuando el hombre estuvo así, en posesión de Mi Hálito, disfrutó de potestad sobre todos los reinos de la tierra. Lo que quiere decir que fue hecho el señor de la tierra, de los mares, del aire y de los éteres, y que todos los seres que viven en esas regiones le rindieron homenaje y quedaron sujetos a su voluntad.
187. Y esto, naturalmente, pudo ser así gracias a que YO, dentro de la conciencia del hombre, como dentro de toda conciencia, SOY el que pugno siempre por manifestar Mi Voluntad; y porque YO, el señor y ordenador del organismo del hombre, SOY también el señor y ordenador de todo organismo en que la conciencia more, y en todos mora. Y como toda conciencia es Mi Conciencia, y ésta mora en dondequiera que haya vida, y no exista substancia alguna en donde no haya vida, de ahí que Mi conciencia necesariamente debe estar en todo, en la tierra, en el agua y en el fuego, y debe también, en consecuencia, llenar todo espacio, aunque el hecho real es que ella es el espacio o eso que el hombre llama espacio.
188. De aquí que Mi Voluntad, siendo el poder latente en toda conciencia, debe influir todo y estar en todas partes; y, por ello, la voluntad del hombre, que no es sino una focalización de Mi Voluntad, debe, asimismo abarcar su acción a toda parte, y de ahí también que la conciencia de todos los organismos, incluyendo la del tuyo propio, esté sujeta a la dirección y control del hombre.
189. Y todo lo que el hombre necesita lograr es percatarse de ello conscientemente; darse cuenta de que Yo, el Ser Impersonal en su interno, SOY el que constantemente dirijo, gobierno y uso la conciencia de todo organismo, en cada día y en cada momento de su vida.
190. YO SOY el que hago esto con y por medio de su pensamiento.
191. YO SOY el que hago todo esto con y a través del organismo humano. El hombre cree que él es el que piensa. Pero SOY YO, el Verdadero Yo de él, que pienso a través de su organismo. Y por causa del pensar en la forma expresada y
del pronunciar acogiendo o haciendo suya la Palabra o Verbo Creador es decir, por medio de su Hablar la Palabra, la cual está impregnada de Mi Idea, es como Yo realizo o llevo a cabo todo lo que él hace, haciendo aún al hombre mismo y a
su mundo, todo lo que son.
192. No importa, desde luego, si el hombre y su mundo no son lo que él supone que son. De todas maneras, ellos invariablemente son, con precisión, tal como los concebí que fueran, para cumplir Mi propósito.
193. Pero bien sé que a esto tú dices que si YO SOY el que llevo a cabo todo el pensar entonces el hombre ni piensa ni puede pensar.
194. Sí, en ello parece que hay un enigma, pero el misterio que todo eso encierra te será revelado si cuidadosamente tomas nota de lo que sigue:
195. Sí, y sabe, de antemano, que YO SOY Quien va a enseñarte a ti – hombre- como pensar.
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