domingo, 31 de marzo de 2019

El genuino silencio interior


Si te encuentras en un lago profundamente calmo, puedes allegar cosas que no obtendrías cuando te sitúas en uno cuya superficie ondea a causa de la brisa. Al escuchar la brisa y observar las olas, verás distorsionados sobre la superficie los innumerables reflejos de las nubes y el sol. En cambio, al estar en un lugar sin brisa, en un lago sin olas, reconocerás la familiaridad del silencio y de la quietud. Las imágenes que se forman en su superficie, por ser totalmente plateada, son una réplica de las imágenes existentes en el firmamento y en el cielo.

Hay un instante en la percepción interior donde todo es tan quieto, tan calmo, que sin distorsión es fácil detectar el mundo interior sin vestimentas, sin caretas. Hay tal silencio que no emerge ningún tipo de rumor mental, ningún pensamiento enturbia, ningún sonido externo molesta, nada agita la quietud experimentada. Es el universo interior de lo continuo, de lo estable y, aunque es lineal, se proyecta en todas direcciones de forma completamente homogénea. Nada es ni más ni menos en ningún lugar interior. Es el rumor que produce la atención cuando se atiende a ella misma. En dicho encuentro silencioso tú eres el rumor, el rumor eres tú.

En otro lugar, bajo condiciones diferentes a las que te anoto, cuesta descifrar si el rumor es un tipo de pensamiento o un evento extraño al que se atiende. Pero cuando la experiencia interior es profundamente aséptica, completamente viva y totalmente presencial, lo que allí escuchas, lo que allí detectas, es el fluir del sonido del río de la Conciencia. Es un sonido silencioso porque ahí no hay piedras con las cuales golpee el flujo silencioso de agua que transita; allí no salpica el agua, pues se mueve sin moverse. Ese susurro de la Conciencia surge imperceptible y necesita del completo silencio sensorio y del completo silencio mental. Así, cuando aguzas tu propia condición interior y te precipitas en el abismo pleno de silencio, entonces el murmullo que oyes es la atención misma fluyendo.

HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN EMOCIONAL


Las emociones son sentimientos acompañados de una reacción física, que surgen como respuesta a diferentes estímulos

La gestión emocional nos permite conocer cómo reaccionamos ante los estímulos que nos rodean y saber calibrar la cantidad de energía que queremos invertir en nuestra respuesta, por lo que nos ayudará a no gastar nuestras fuerzas de forma inadecuada y ser más resolutivos.

1.- Identificar la emoción

Es importante reconocer los primeros signos que nos indican la emoción que nos invade. Así como la tristeza suele ser característica por el llanto y la presión en el pecho o en la garganta, debemos intentar reconocer los signos que nos indican otras emociones, como la rabia o el miedo. Si quieres, puedes probar a realizar un ejercicio, escribiendo las emociones que te resulten más complicadas de gestionar, describiendo situaciones que suelen provocarlas y las reacciones físicas que producen en ti.




2.- Sentirla sin perder la calma

Si hace falta, retírate un momento, aléjate de la situación que te haya alterado. Intenta detenerte un minuto, de verdad que no hace falta más, y es necesario. Cierra los ojos y siente. Escucha lo que tu cuerpo te quiere indicar, dedícale estos segundos de atención a escucharle.


3.- Respira

Una vez que hayas tomado conciencia de la emoción que te invade, respira tranquila y profundamente. Sentirás como su intensidad disminuye. Mantén los ojos cerrados, coge aire por la nariz lentamente, mantenlo un segundo y expúlsalo despacio por la boca. Aquí tienes un “calmante” 100% natural y saludable.

4.- Haz balance

Ha llegado el momento de ver la importancia real de lo que está sucediendo. Ahora que nos hemos relajado un poco, resultará más sencillo ver lo sucedido desde otra perspectiva. ¿Qué relevancia tiene esto en mi vida?¿Qué repercusiones puede generar? ¿Tendrá importancia dentro de 10 años?. En el caso de ser un problema podremos hacer un balance de los recursos que tenemos para solucionarlo.


5.- Expresa lo que sientes de una forma no dañina

Intenta hablar sobre ello con alguien. Si hay una persona implicada en lo sucedido, intenta explicarle cómo te sientes, sin atacar ni resultar hiriente en tu exposición, compartiendo tus sentimientos. Si estás muy enfadado puedes salir a correr, practicar algún deporte que te ayude a liberar adrenalina. Según donde te encuentres incluso puedes gritar. Con los niños funciona muy bien correr de un lado a otro mientras chillan todo lo fuerte que pueden. Te recomiendo probarlo :).


Aceptar y gestionar tus emociones hará que te sientas mejor. No es un signo de debilidad mostrarnos tristes o enfadados. Al contrario, saber hacerlo de forma adecuada te hará enfrentarte de una forma más eficaz a los retos cotidianos, y será el primer paso para conseguir que nuestros niños y/o las personas que tenemos a nuestro alrededor lo hagan.

http://maestradecorazon.com/

Significado biológico y simbólico de los 5 dedos de la mano.



DEDOS (en general)


Los dedos son la prolongación de mis manos y el instrumento sirviendo a la manifestación de mis acciones en mi vida de cada día. Representan la acción en el momento presente, los detalles de la vida diaria. Por el tacto, puedo amar, acariciar, reñir, construir y crear. Mis dedos son la manifestación concreta de mis pensamientos, mis sentimientos.
Una herida en el dedo me indica que intento quizás hacer demasiado, que voy demasiado lejos o demasiado de prisa.
Llevo mi atención en demasiadas cosas al mismo tiempo y mis energías están dispersas. Me preocupo demasiado de las cosas por hacer. Poco importa la naturaleza de la herida (corte, rasguño, verruga, etc.) me preocupo con mis acciones presentes. Habitualmente, el nivel de la herida y el tipo de tejido implicado (la piel o los huesos) son importantes. Por ejemplo, un corte hasta el hueso implica una herida más profunda que un simple rasguño. Compruebo el/los dedo/s implicado/s y la respuesta a mis preguntas estará más clara.


DEDOS DE LA MANO


Dedos rígidos: Noción de haber infringido el reglamento. Castigo, nos han pegado “¡Esto no se hace!”


Heridas: enfado con uno mismo, conflicto mental. Culpabilidad. Algo (pensamiento, acción…) que queremos cortar de raíz.



DEDOS ARTRÍTICOS El artritis simboliza la crítica, el auto- castigo, la reprobación, una carencia profunda de amor. Así pues, los dedos (es decir los detalles de la vida cotidiana) artríticos indican el sentimiento de estar mal amado y de ser víctima de acontecimientos en mi vida de cada día.



CUTÍCULAS La cutícula es una capa muy fina de piel, una especie de película que se forma en la base de la uña. Cuanto más gruesa es la cutícula y más rápidamente crece, más tendencia tengo a ser duro hacía mí.
Me critico constantemente por futilidades porque soy perfeccionista.



Dedo Pulgar:




Conflicto de juicio condenatorio o de clemencia (pulgar hacia arriba o hacia abajo). En relación al trabajo y al padre. También es la boca, función materna (chupar el dedo equivale al recuerdo de tomar la leche materna). Relacionado con la nutrición afectiva y con el sentido del gusto. Preocupaciones mentales. Es el dedo maestro, porque dirige a los demás. Representa nuestra parte voluntaria y responsable. Querer controlar demasiado. Desvalorización sin oposición posible (dedo que se opone a los demás dedos).




El pulgar está vinculado a la presión, la que me coloco en los hombros tanto como la que exijo de los demás! Es un dedo poderoso que simboliza la fuerza, mi necesidad de poder y que sirve a empujar, juzgar, apresurar así como apreciar las acciones de los demás (pulgar arriba o abajo) tanto como mis propias intervenciones. Cuando enseño el pulgar hacía arriba teniendo la mano cerrada, doy mi aprobación; el pulgar hacía abajo, mi desacuerdo o mi rechazo. El pulgar esta vinculado a mi intelecto, a mis intercambios inter – personales y a mi sensibilidad. El pulgar determina pues el tipo de contactos que tengo con los demás y yo – mismo. Un niño se chupa el pulgar en las situaciones en que se siente inseguro, por lo tanto el pulgar representa la seguridad y la protección. Todas las heridas en el pulgar se vinculan a un exceso de esfuerzo mental, un cumulo excesivo de ideas y de preocupaciones y una tendencia a ser pesimista.


¿Son sanos mis intercambios con los demás?

¿Empujo demasiado los demás o me siento empujado por una vida acelerada?
El pulgar simboliza también la vida y la supervivencia, la gana de vivir su vida y no de morir (si conservo mi pulgar en el interior de una mano cerrada, soy una persona introvertida que quizás tiene ganas de morir o que siente la necesidad de replegarse sobre sí para protegerse del mundo exterior).



Dedo índice:


Indica la relación con los demás. Justificación frente a los demás, culpabilidad social de la acusación y del silencio impuesto (dedo que nos ponemos en la boca la hacer “shhhhh”). Dedo que señala una dirección. También es la nariz (dedo con el que la hurgamos), conflicto de sexualidad arcaica, y también función de autoridad paternal (regañar).


El miedo (Este dedo es el que marca la fuerza del carácter y el poder de decisión.
Es el dedo que representa a la autoridad.
El índice representa el ego bajo todos estos aspectos: autoridad, orgullo, suficiencia…

En mis comportamientos no verbales, cuando activo mi índice apuntándolo con frecuencia, esto indica un rechazo de autoridad, bien sea de los padres u otra. Intento expresar la autoridad de modo “reactivo” es decir en reacción con las diferentes formas de autoridad presentes.
Mi miedo de la autoridad puede incluso causarme trastornos de digestión.
Tengo miedo de estar cogido en la trampa, de no estar reconocido en mi justo valor. Tengo miedo de la autoridad y no acepto que sea presente en mi vida.
Quiero hacer valer mi criterio a toda costa!
Cuando uso mi índice para imponer mis ideas de un modo bastante autoritario, es mi modo de afirmar mi “poder personal”.
¿Es realmente la autoridad que me molesta?
Quizás se trate de un sentimiento de impotencia o de inseguridad que remonta a mi infancia frente a la autoridad de los padres.

Dedo medio o corazón: Sexualidad real o simbólica. Relacionado con el tacto (dedo que usamos para tocar algo de forma suave y sensible). La cólera y la rabia. Este dedo está relacionado con la restricción y la vida interior. Sentirse rechazada fácilmente, en relación a la intimidad. Conflicto de orientación en la vida.


El dedo mayor o del corazón


El dedo más largo de la mano, representa la creatividad, la sexualidad y la ira. En suma, simboliza muchas cosas y debo prestarle una atención particular. Una herida a este dedo significa que mi vida sexual no va como lo deseo o que me inclino demasiado fácilmente frente al destino.
Vivo una pena o una tensión vinculada con la insatisfacción, y la ira se instala paulatinamente. Esta reacción me impide realizar mis deseos concretos.

Mi lado creativo está restringido por una falta de confianza.


Dedo anular:


Compromiso (dedo en el que se lleva la alianza), contratos, cambio de identidad (cambio de apellido cambio de casa). También es el dedo de las promesas y juramentos y de los duelos. Relacionado con la vista (dedo que usamos para quitar algo que se ha metido en el ojo). Representa el ideal soñado en una relación de pareja y la dependencia de otra persona para lograr ese ideal. Olvido de adoptar una visión global de las cosas. Dedo de la armonía en el componente afectivo de la relación.

Anular, de la palabra “anillo”, es el símbolo de la unión y representa mis lazos afectivos.
Cualquier herida a este dedo procede de una pena o de una dificultad en mis relaciones afectivas; puede ser frente a mi marido, mi mujer, mis hijos y, en ciertos casos, incluso frente a mis padres. Esta herida es la manifestación externa de una herida interior de la cual no he hablado probablemente con nadie.
Me es difícil hacer la unión conmigo mismo, vivir con esta pena interior que me pesa. Quizás tengo tendencia a exagerar la situación.
¿Qué es lo que me molesta? ¿Qué es lo que me impide expresarme?
¿Quizás me imagino la reacción del otro?
Aprendo a comprobar y comprendo que entre imaginar y saber, hay una gran diferencia.


Dedo meñique:


Es el dedo de los secretos y las mentiras tanto a nivel personal como transgeneracional. La familia. Relacionado con el oído (dedo con el que nos limpiamos la cera): “No quise escucharlo y sin embargo me lo habían advertido”...
Refleja la agilidad mental y la facilidad de comunicación. La soltura con l a que se desliga de los otros dedos muestra su necesidad de independencia y su curiosidad natural. También representa a la intuición.
La persona con problemas en este dedo deja que le moleste lo que los demás piensan de ella.



Representa la familia así como todos los aspectos familiares de mi vida, en particular el amor y la armonía familiar.
Cuando me hago una herida en este dedo, esto indica que vivo emociones frente a mi familia que debería exteriorizar, una falta de armonía en el interior de mi pareja o una simple carencia de amor de sí.

Cualquier daño al dedo pequeño (rasguño, quemadura, etc.) denota seguramente una emotividad demasiado grande.
Tengo seguramente la desgraciada costumbre de preocuparme por pequeñeces (dedo pequeño) y mi emotividad predomina.
Me vuelvo pretencioso y esto me desequilibra y me impide comprender a la gente y los acontecimientos de mi vida.


https://saikualternativo.blogspot.com/


jueves, 28 de marzo de 2019

Adolescencia y psicopatía.



El estudio de los rasgos psicopáticos tanto en la adolescencia como en la infancia es un campo que aún plantea muchas dudas e incógnitas. Si bien se han hallado características biológicas que diferencian a las personas con un trastorno psicopático de la personalidad y muchos son los casos de jóvenes y niños con tendencias psicopáticas claras, debido al momento de desarrollo y a los cambios constantes en los que estos se encuentran no se suele hablar de psicopatía juvenil sino más bien de trastorno disocial, aunque el hallazgo de rasgos psicopáticos puede predecir este futuro diagnostico en etapas posteriores.


Contenido 


¿Qué es la psicopatía?

La psicopatía es un trastorno antisocial de la personalidad formado por un conjunto de rasgos que abarcan características emocionales e interpersonales, así como comportamientos impulsivos y antisociales. Algunas de los principales rasgos de la psicopatía son la falta de remordimiento o culpabilidad, el narcisismo elevado y el encanto superficial, la manipulación y los comportamientos impulsivos o antisociales como la búsqueda de riesgo sin pensar en el daño a otros. Una de las características principales que poseen los psicópatas es una incapacidad para sentir empatía.

La empatía es la capacidad de dejar a un lado nuestra perspectiva personal para comprender la realidad que otras personas viven, desde su punto de vista. Esta capacidad para ponernos en la piel de otras personas puede ser tanto cognitiva, como emocional. La empatía cognitiva hace referencia a una capacidad para entender las situaciones de otras personas de una manera lógica y racional. La empatía emocional, por otro lado, es la capacidad para interpretar las emociones de otros, algo que se relaciona directamente con las cualidades de compasión y sensibilidad. Cuando una persona presenta una falta de empatía emocional ante los demás, además de los síntomas mencionados anteriormente como impulsividad, manipulación, narcisismo y comportamientos crueles e impulsivos, podemos estar hablando de una persona con rasgos psicopáticos.




La psicopatía en adolescentes

Diagnosticar la psicopatía en adolescentes presenta ciertos problemas, ya que esta condición supone un patrón definitivo, estable y duradero de personalidad, lo cual puede llegar a ser difícil de predecir en personas jóvenes que aún se encuentran en constante desarrollo.

Este diagnóstico suele emplearse mayormente para diagnosticar a adultos que mantienen este tipo de rasgos a largo plazo. Debido a que los jóvenes suelen estar en proceso de transformación y grandes cambios que hacen difícil pronosticar si las características psicopáticas persistirán o disminuirán conforme los individuos maduren, aquellos que presentan estas conductas problemáticas suelen ser diagnosticados en mayor medida con otros desórdenes como el trastorno disocial de la personalidad.

Esto es así porque no todos los adolescentes con trastorno disocial mantienen estas conductas en la adultez, si bien es cierto que, en algunos casos, como veremos más abajo, si lo hacen.

Sin embargo, existen rasgos psicopáticos que presentan algunos jóvenes, como la falta de empatía y remordimiento y la desconexión emocional con otras personas, que la sintomatología de estos trastornos anteriormente mencionados no consiguen cubrir. El trastorno disocial con el que suele diagnosticarse a los adolescentes y niños abarca características como la agresión, el incumplimiento a las normas o la violación de los derechos de otros, pero los rasgos anteriormente mencionados que definen la personalidad psicopática, pueden llegar a no contemplarse cuando estos son diagnosticados.
Síntomas de psicopatía en la adolescencia

Los adolescentes con tendencias de personalidad psicopáticas suelen tomar parte en comportamientos antisociales o incluso actividades criminales. Algunos de los rasgos del trastorno de conducta en adolescentes que precede a un diagnostico adulto de psicopatía son:
Falta de empatía ante los demás, desprecio ajeno y comportamiento cruel
Tendencia a manipular y mentir
Falta de remordimientos o culpabilidad
Conductas antisociales, como robar o agredir a personas o animales
Arrebatos violentos y amenazantes
Búsqueda de riesgo y sensaciones extremas como conducir a alta velocidad o consumir drogas
Narcisismo elevado
La psicopatía adolescente y su desarrollo

En un estudio llevado a cabo por Selma Salihovic y su equipo de investigación en la Örebro University, se analizaron los rasgos psicopáticos de entre más de 1000 adolescentes, a lo largo de cuatro años. Estos rasgos eran la falta de remordimiento, la manipulación o el comportamiento irresponsable, características que se asocian con la delincuencia juvenil. Estudiando la persistencia de estas características, trataban de hallar comportamientos antisociales en el futuro adulto de los jóvenes.

De todos los adolescentes, los investigadores encontraron que aquellos que presentaban rasgos psicopáticos lo hacían en diferentes niveles; de más bajo a más alto. Los que poseían un nivel no muy alto solían ir disminuyendo la intensidad de los rasgos psicopáticos a lo largo del tiempo. Sin embargo, los que presentaban niveles elevados, mantenían estas características de forma estable durante los siguientes cuatro años. A pesar de que esto no es muy alentador, la investigadora recalca que “Los rasgos psicopáticos, al igual que los rasgos generales de la personalidad, se desarrollan durante la adolescencia, lo que significa que las vías de desarrollo no están grabadas en piedra y que una intervención terapéutica efectiva puede cambiar el curso del desarrollo”.
Enlaces de interés

¿El psicópata nace o se hace? Marta Guerri. https://www.psicoactiva.com/blog/psicopata-nace-se/

Las seis características de un psicópata https://www.psicoactiva.com/blog/las-seis-caracteristicas-de-un-psicopata/

Psychopathic traits in teenagers not cast in stone https://www.springer.com/about+springer/media/springer+select?SGWID=0-11001-2-1436756-0

https://www.psicoactiva.com

13 reflexiones sobre el amor


El amor es ese sentimiento que todos experimentamos, pero que pocos se atreven a definir, a encorsetar en unas pocas palabras, debido a su gran trascendencia y complejidad.


Nos impulsa, nos motiva, nos alimenta de bienestar, pero, en ocasiones, también conlleva sufrimiento, tristeza y malestar; sobre todo, cuando no es correspondido o cuando es mal entendido. El amor es tan poderoso como misterioso, pero es inevitable rendirse ante sus efectos.

En nombre del amor se han originado guerras, cometido crímenes, asumido infinidad de riesgos y construido historias dignas de admiración a lo largo del tiempo. La aventura del amor no escapa de errores, obstáculos, tiempos muertos o confusiones.

Amar es la experiencia más grande que la humanidad puede experimentar, pero la más compleja. Se trata de un arte retratado por la entrega y el trabajo constante, que tiene como sostén la bondad y la autenticidad y que en su forma más amplia y profunda nos conecta con la totalidad, con la experiencia divina.

Ahora bien, para llegar a esa conexión, para saborear todo lo que el amor puede ofrecernos es importante aprender a cultivarlo de manera sana en nuestras relaciones. Para ello, es necesario indagar en nuestro interior, en nuestra visión del mundo y de los vínculos con los demás. Las siguientes reflexiones sobre el amor pueden ayudarnos. Profundicemos.

“Donde hay amor, hay vida”.
-Mahatma Gandhi-

Tenemos diferentes formas de ver la realidad

La primera de las reflexiones sobre el amor puede parecer compleja, pero conlleva un poderoso mensaje:

Cada uno de nosotros construye la realidad a través de la educación recibida, las interacciones con los demás y los significados obtenidos a partir de nuestras percepciones, patrones de vida y, en definitiva, nuestra historia. Estamos inmersos en la subjetividad.

Kant, Piaget o Paul Watzlawick son partidarios de esta perspectiva. Esa en la que un mismo fenómeno cobra múltiples significados dependiendo del observador que esté presente, esa que nos recuerda que, de algún modo, no somos poseedores de la verdad absoluta y que la vida tiene tantos matices como personas habitan en el mundo. Esto es lo bonito y lo complicado. Bonito porque nos enriquece y complicado porque, a menudo, conlleva un ejercicio de responsabilidad, humildad y aceptación.

Ser conscientes de que el otro interpreta la situación de manera diferente es importante y, de algún modo, nos sugiere un ejercicio de empatía. Tener presente que nuestra pareja puede ofenderse con algo que para nosotros puede pasar desapercibido nos mantiene alerta. Porque, a menudo, no es tanto lo que sucede sino cómo lo experimentamos cada uno.

Por lo tanto, no se trata tanto de convencer y exigir al otro que asuma nuestra visión sobre la vida, sino de intentar comprenderlo, de averiguar cómo percibe a través de su mirada. Porque solo cuando entendemos que cada persona puede tener una opinión diferente y que se forma sus ideas a partir de su biografía, de su historia de vida, es cuando verdaderamente seremos capaces de establecer relaciones sanas y sinceras. De lo contrario, viviremos en medio de una marea de enfrentamientos y conflictos.

“No hay una sola realidad. Existen múltiples realidades. No hay un único mundo. Sino muchos mundos y todos discurren en paralelo… Cada mundo es la creación de un individuo”.
-Paul Auster-

Las personas cambian y tienen su propio camino

Esta es una de las reflexiones sobre el amor que es recomendable no olvidar. Nada permanece, todo cambia y las personas no vamos a ser menos. Las experiencias nos transforman, a veces de forma obligada por las circunstancias y otras deliberadamente a través de nuestras decisiones. Lo importante es que con el paso del tiempo no somos los mismos.

Entender esto es tener en cuenta que el otro no siempre va a comportarse como esperamos, ni siquiera aun estando acostumbrados a ciertas conductas. Y por supuesto, nosotros tampoco. Cambiar es inevitable y un derecho si así lo queremos.

Otro aspecto que va ligado a lo anterior es que, a veces, las personas deciden recorrer otros caminos diferentes a los nuestros, aun cuando en un principio se convirtieron en nuestros compañeros de vida. Es aquí cuando nos toca armarnos de valor para aceptar y soltar. El amor a veces tiene fecha de caducidad y no podemos remediarlo.

Ahora bien, no solo se recorren caminos únicos cuando se pone un punto y final. Cada persona tiene su propia ruta de vida. Ser consciente de ello nos libera del egoísmo y las exigencias en las relaciones de pareja.

Cada relación es una oportunidad para aprender

Las relaciones están inmersas de sabiduría, de aprendizajes sobre uno mismo, los demás y el mundo en general. Nos enseñan las raíces del dolor, el sufrimiento y la desesperanza, pero también las raíces de la complicidad, la confianza, el amor y el poder del perdón.

Una relación puede llegar a ser una buena maestra, si estamos dispuestos a aprender de ella.

Relacionarnos con otra persona pone en evidencia una parte de nosotros; sobre todo, con aquellos con los que tejemos vínculos fuertes y cálidos. Nuestras vulnerabilidades salen a escena y también nuestras necesidades junto a esos miedos que, a menudo, nos impiden avanzar.

Si estamos dispuestos a extraer los aprendizajes que nos ofrecen nuestras relaciones, nos daremos cuenta de que no dejan de ser lecciones en beneficio propio. Observar nuestras debilidades nos señala en qué aspectos debemos hacer más hincapié y qué esferas tenemos que trabajar más; mientras que ser conscientes de nuestras fortalezas nos indica a qué podemos aferrarnos cuando todo va mal y cuáles son nuestras potencialidades y mecanismo de protección.

Y no solo eso, las relaciones son un gran libro de lecciones sobre los demás. Una oportunidad única para conectar con ellos y ver más allá del disfraz de la apariencia, para observarlos desnudos y contemplar la belleza de su esencia.

Es importante cuidar de uno mismo

Esta es otra de las reflexiones sobre el amor que no podemos dejar pasar. Aunque amar es un sentimiento dirigido hacia los demás, no implica que nos descuidemos. Todo lo contrario.

Solo cuando nos amamos, cuando nos acogemos con cariño y respeto es cuando podemos entregar el verdadero amor a los demás. Si no lo hacemos, ofrecemos heridas, actitudes defensivas, desconfianza y miedos disfrazados, sobre todo, durante los primeros momentos. Ahora bien, esto no implica que no sepamos gestionarlos, pero sí que tengamos que estar atentos.

Amar es quererse para querer, respetarse para respetar. Es saber dónde están nuestros límites y ser conscientes de que no estamos obligados a soportar un mal trato, ninguneos o una continua situación de malestar. Somos libres para elegir en qué lugar estar y con qué personas. No podemos olvidarlo.

Las acciones y los gestos son más importantes que las palabras

Las palabras tienen el poder de crear realidades, pero si no se acompañan de hechos, estas suelen ser efímeras, desaparecen tan rápido como se han creado. Podemos expresar cuánto queremos a una persona, decírselo todos los días, pero no es suficiente. Los actos también son importantes.

Ahora bien, no hacen falta grandes actos para demostrar amor de verdad. Una mirada cómplice, un ¿cómo estás?, escuchar lo que tienen que decirnos, coger de la mano o acompañar en silencio pueden ser suficientes. Pequeños detalles del día a día que aunque hagan poco ruido, llegan a lo más profundo del otro y, en ocasiones, son capaces de recomponer por dentro.

Pero no solo es importante tener gestor de amor con el otro, sino también valorar aquellos que a nosotros nos ofrecen. Hay muchos que pasan desapercibidos, pero que contribuyen a que nos sintamos mejor. Tan solo hay que estar pendiente, abiertos a la magia del amor.

Cada persona tiene una historia

Esta es una de las reflexiones de amor más valiosas. Somos un puzzle de circunstancias, experiencias y vivencias. Un cúmulo de todo lo vivido que nos da forma, que nos construye. Porque todo cuanto acontece a nuestro alrededor, matiza nuestra experiencia y nuestro sentir, ya sea intensamente como de forma superficial, de puntillas…

Tener esto en cuenta en nuestras relaciones es fundamental. Saber que el otro es diferente y que se encuentra luchando sus propias batallas nos ayuda a comprenderlo.

En buena medida, todo lo vivido nos afecta de algún modo y depende de nuestra historia cómo lo encajamos en el presente.

Gestionar las emociones construye relaciones sanas

No tener conciencia sobre nuestras emociones deriva en conflictos, frustraciones, impotencia y malestar. Ignorar cómo nos sentimos tiene consecuencias tanto para nosotros como para las relaciones que mantenemos.

Si no sabemos qué nos genera tristeza o cuál es el origen de nuestro enfado, de algún modo, somos como desconocidos ante nuestros ojos. No sabemos quiénes somos y difícilmente pueden conocernos los demás. De hecho, es muy probable que desviemos hacia ellos la responsabilidad sobre cómo nos sentimos.

Lo ideal es tomar consciencia de nuestras emociones, de cómo funcionamos a nivel emocional; no solo para conocernos y aprender a gestionarlas, sino también para saber cuáles son sus efectos en nuestro día a día y hacia dónde pueden llevarnos. De esta forma, crearemos relaciones más constructivas.

No todo el mundo puede amarnos

Esta es una de las reflexiones sobre el amor que suele costar aceptar. Nadie está obligado a amarnos, a estar de acuerdo con nuestra forma de pensar o a aprobar lo que hacemos. Es ley de vida.

Es inútil pretender que otra persona nos quiera por como somos o acepte todo de nosotros. No podemos encajar ni gustar a todo el mundo.

Lo mejor es ser libres para tomar las decisiones que deseemos, para recorrer nuestro camino y que todo ello nos lleve junto a personas que sí quieran estar a nuestro lado. Ahora bien, no de forma pasiva, sino desde una actitud de trabajo y esfuerzo.

Las relaciones son desiguales

Es imposible que en una relación gobierne la equidad de forma permanente, pero sí el respeto. A veces, uno de los miembros de la pareja tomará una decisión, en otro momento será el otro. Es como un baile en el que según las circunstancias se van intercambiando los papeles.

No es posible llevar el recuento de manera objetiva de todos los gestos de amor por parte de los miembros de una pareja, del número de veces que se cargan responsabilidades o se toman decisiones. Se trata de un intercambio, en el que se deja entrar al otro hasta cierto punto y se obtiene, a su vez, según sus limitaciones y experiencia de vida.

Cada relación necesita trabajo, cuidados y esfuerzo

El amor es como un jardín que hay que regar cada día, que hay que esforzarse por cuidar. Si queremos ser felices y disfrutar al lado de la otra persona, tenemos que trabajar en nuestra relación.
Porque el amor no es un sentimiento pasivo, se alimenta de nuestros actos.

De esta manera, habrá aspectos que pulir, otros que eliminar y algunos más que tratar de poner en marcha para nutrir la relación. Es inevitable. Si no prestamos atención a la relación, está se deteriorará con el paso del tiempo. Porque al igual que una planta, necesita ser regada y saneada.

Conocerse a uno es mismo es fundamental

Conocerse es el sostén desde el cual establecer vínculos sanos con los demás. Saber cómo somos, qué queremos y qué es el amor para nosotros son preguntas que si nos las planteamos nos ayudarán a tener más claro hacia dónde nos dirigimos.

No pasa nada si te equivocas

Una de las reflexiones sobre el amor más importantes: errar no es una condena, solo una oportunidad de aprendizaje. En cuestión de relaciones es imposible hacer todo bien a la primera, no existen manuales ni tutoriales, ni tampoco fórmulas mágicas.

Se trata de ser flexibles, de barajar la posibilidad de que nos equivocaremos no solo con la pareja, sino con la familia y amigos. No somos magos ni adivinos, tampoco seres con superpoderes, las únicas armas de las que disponemos son la escucha, la empatía y las palabras para expresar qué sentimos y qué queremos.

Ahora bien, al igual que podemos equivocarnos, los demás también pueden hacerlo con nosotros. No lo olvidemos.

Hay que saber decir adiós

Saber poner punto y final es uno de los aprendizajes más complicados. Decir adiós, aceptar que la otra persona ya no estará con nosotros y recomponernos no es nada fácil, pero tampoco imposible.

Hay muchas heridas que curar, mucho que procesar cuando se termina una relación. Se trata de un proceso de reconstrucción que necesita su tiempo, ya sea por decisión propia como por parte de otra persona. Lo importante es, poco a poco, atravesarlo, para ir renaciendo de nuevo.

A través de estas reflexiones sobre el amor podemos percibir que amar es extraordinario, pero mantener viva la llama del amor no es tan sencillo. Lo más importante es permitirnos experimentar este sentimiento de manera sana y, si es posible, hacer que perdure en el tiempo…

Gema Sánchez Cuevas

Atrévete a ser feliz.


martes, 26 de marzo de 2019

Trascender lo cotidiano…Llegar al Sabio interior. Por Ashamel Lemagsa



Amados…

Quizás las energías del Planeta estén cambiando modificando nuestra vibración y con ella nuestra conexión con lo cotidiano, pero más allá de los cambios exteriores y de todas las teorías que surgen a diario, para mejorar nuestras vidas emocionales, mentales y espirituales, siento que debo desprenderme de todas estas estructuras tanto nuevas como ancestrales y llegar con mis propias fuerzas a mi Sabiduría Interior.



Siento que ya nada se encuentra en su lugar “habitual”…



Mucho se desvaneció, otro tanto se transformó y lo que “era” ya no es ni está en el presente, entonces…



¿Qué queda?

Pues solo un cascarón que mantiene las estructuras habituales, pero cuando comenzamos a revisar lo que hay, nos encontramos con el vacío…



Esto nos hace sentir, agotados, desganados, sin fuerzas, desorientados, perdemos el sentido de continuidad en lo cotidiano.



Seguimos con las apariencias que nada cambio, cuando en realidad, todo cambió.



Sin establecer juicio alguno, si es bueno o malo, los cambios se establecen, sin pedir permiso a nadie.

Hace mucho tiempo que escribo, explicando que las estructuras están cayendo y que nada iba a quedar en pie, como lo sentíamos antes vibrar.

No es una caída material de ciudades destruidas, maremotos, terremotos o meteoritos que derriban el planeta, es el cambio de consciencia, los cambios internos, los que se imponen a la realidad de material y a través de ellos lo material se debe transformar, pues deja de funcionar con el ritmo anterior.



Quizás algunos pocos, ya lo sientan, otros lo sentirán en un tiempo más y lamentablemente muchos no sentirán absolutamente nada, pues existe el libre albedrío!



De mi parte, durante muchos años, casi ocho para ser más exacta, me dediqué a disolver creencias tanto a nivel personal como aquellas que eran socialmente aceptadas por casi todos, en especial a nivel “espiritual” donde nos contaban que naves intergalácticas nos rescatarían del caos reinante para llevarnos a otros planetas o nos sacarían de este Planeta Tierra, para regresarnos cuando fuera renovado en la Luz de la Nueva Tierra, realmente fueron historias muy bellas, pero con el tiempo comprendí que nos detenían nuestra evolución en el despertar de consciencia, pues ese era el verdadero fin de esas historias, que año tras año, las repetían con distintos autores… Buscaban distraernos y dejarnos detenidos “esperando” un milagro desde el Cielo.

Los verdaderos cambios, inevitablemente se inician desde nuestra consciencia y se plasman en la realidad diaria.



Muchas amistades se alejaron de mi vida y otras las fui despidiendo, lo más amablemente posible…

Hoy comprendo, que todo fue perfecto, pues cada quien sigue su propia evolución.

Lo bueno de esta etapa que estoy experimentando, es que primero cayeron las creencias exteriores a mí vida, sean políticas, sociales, económicas, espirituales, para posteriormente disolverse las personales, las de todos los días, las que debo convivir cotidianamente con ellas, fue así que sentí una sensación de un Gran Duelo interior…

Después de este proceso de “duelo”, llega la tarea de aceptar lo que es, lo que queda en pie y lo que ya no volverá más, a ser lo que era…

Cómo seguir???

Pues se sigue desde las profundidades de nuestro Ser Interior, buceando, sacando a la luz nuestras propias miserias, las llamadas sombras del ego, acumuladas en esta vida y de otras también…



Son los apegos milenarios, la ira contenida de batallas interiores, la incapacidad de no aceptar lo que terminó y no querer aceptar lo nuevo que llega.



Brota el dolor más agudo y lacerante como jamás imaginé contener en mi misma, más profundizo en mi interior, más encuentro para sacar a la luz, para hacerme consciente de su existencia en mí.

Como transmutar las sombras???

Debemos buscar en nuestro interior, cuál es la emoción que más nos perturba en este ahora… Celos?, Envidia?, Rencor?, Odio?

Hay que determinar con exactitud que pensamiento, imagen o situación la dispara.

Una vez que lo determinamos con claridad y nos hacemos consciente de ella, que bajo ciertas circunstancias, aparece esa emoción negativa, debemos sentirla en toda su densidad y profundidad.

Posteriormente, la soltamos con humildad y aceptación, pues comprendemos que esa emoción negativa nos está impidiendo avanzar hacia nuestra propia Luz Interior, nos detiene en la oscuridad, obstaculizando la paz interior que nos guía a nuestra verdadera Maestría.

Debo aclarar que este ejercicio de sacar a la “superficie” esas emociones negativas, debe repetirse tantas veces, hasta que esa situación, pensamiento o imagen, ya no provoquen más nada negativo en nosotros y solo nos permitan seguir fluyendo en la vida en Paz y compasión.



Provocar la salida, sintiendo al máximo las propias sombras, para posteriormente hacerlas conscientes… es el camino más efectivo para ir disolviéndolas en nuestra propia Luz y en meditación.

Es un arduo trabajo cotidiano de auto sanación, que se puede llevar adelante, cuando logramos derribar las estructuras personales que se interponen… como el “Yo no soy así”, “No tengo sombras”…



Todos somos Luz y Sombras, pues la construcción básica de todos los Universos.

Dejé de creer hace mucho tiempo que en la Luz no puede coexistir las sombras tanto individuales como colectivas, el Yin y el Yang es una realidad cotidiana y no solo en este Planeta Tierra Dual, sino en todo el Universo de lo Creado y lo aún no Creado.

Luz y Sombra, existen, son reales aquí y en todos los Planos Espirituales, con distintos niveles de frecuencias vibratorias, pero son tan reales como la vida misma.

Entonces…

Se preguntarán…

¿Si las sombras forman parte de ti, como la Luz, para que te empeñas en sacarlas a la luz, hacerte consciente de ellas, para posteriormente disolverlas en meditación?

Pues mi respuesta es…

Saco a la Luz las sombras que debo disolver, para lograr sanar mi Presente, no puedo avanzar en mi sendero si continúo arrastrando los grilletes de los apegos de pasado y del presente.

Cómo saltar a otro nivel de consciencia, con el peso de dolorosos milenios, donde el amor se confundía con la dependencia del apego con los otros o de mis propias creencias, solo soltando el lastre, puedo llegar a mi Sabiduría interior, a un nuevo amanecer de mi Alma, es un renacer, dejar definitivamente lo “viejo” para empoderarme en mi propia Soberanía interior, libre, sabia, pacífica y compasiva.

Aunque por momentos sienta que es una tarea titánica, interminable, siempre “brota” algo más, cada día me siento más cerca de Ser y Estar en mi propia Maestría, libre de seguir a “otros”, pero coincidiendo con los otros en algunos puntos por afinidad vibratoria y ya no más por creencias o dependencias.



Ser independiente no implica caminar con indiferencia…

Ser Soberano es vivir la vida disfrutando cada instante, sin aferrarse a la vida por miedo a perderla, es fluir en ella manteniendo nuestra libertad de consciencia.

Ser compasivo, es el grado más alto del amor, donde se ama en el respeto absoluto, de la libertad, la integridad y el libre albedrío del otro como en nosotros mismos.

Ser respetuosos siempre, pues nunca conocemos la historia completa de la vida, ni la propia ni la ajena.

Ser responsables de nosotros mismos, sin culpar a los “otros” por nuestros errores.

Ser flexibles, nada es totalmente blanco o negro, la vida son matices y nosotros somos los responsables de pintar el lienzo.

Acariciar la vida con paciencia y reflexión.

Aceptar que vivimos con los otros que representan la diversidad espiritual, por lo cual, tienen el derecho de Ser como lo desean, pero nosotros tenemos igual libertad de decisión, Ser respetuosos de los otros como de nosotros mismos.



Trascender lo cotidiano es atravesar las dificultades soltando el dolor propio y ajeno, para no interferir negativamente en nuestra evolución ni la de los otros, sabiendo que somos responsables de nuestras decisiones y que ellas, pueden influir tanto en nuestro sendero de vida como la de todos aquellos que están conectados a nosotros, por ello, al auto sanarnos de nuestras sombras, elevamos nuestras frecuencias vibratorias y la de nuestro entorno.

Si transciendo lo cotidiano en la Luz, le abro la puerta a mi Sabio Interior.

Los Amo!!!!

Con Amor, Ashamel Lemagsa.



Ataques de pánico ..como remediarlos..


Muchas personas sufren de frecuentes ataques de pánico y viven su vida evitando situaciones que les causan miedo que en la mayoría de los casos es irracional.





Como se produce un ataque de pánico..
Un ataque de pánico es una condición en la cual un exceso de adrenalina entra a su torrente sanguíneo. Un mensaje de miedo le indica a sus glándulas suprarrenales que hay una emergencia.
La adrenalina provoca que el corazón bombee más sangre la cual es recibida por todos los músculos mayores para aumentar su potencial de correr rápido e incrementar la fuerza en sus brazos. El cerebro también recibe más sangre para aumentar su potencial de respuesta a una emergencia.


Toma tres minutos desde el momento en que su cerebro manda la señal de emergencia hasta que su cuerpo esté lleno de adrenalina con más sangre en los músculos de sus brazos y piernas y cerebro. En ese periodo de tres minutos usted sentirá su corazón latir con mayor fuerza y la sangre fluir por todo su cuerpo. Porque mientras que sus glándulas suprarrenales sigan recibiendo ese mensaje de emergencia, continuarán produciendo y descargando adrenalina. Cuando su cerebro deja de mandar la señal de emergencia, sus glándulas suprarrenales dejan de descargar adrenalina.


Solo toma tres minutos para que sus glándulas suprarrenales llenen su cuerpo de adrenalina. Y también solo toma tres minutos para que su cuerpo pare esta reacción de adrenalina. Si usted para un ataque de pánico en el momento que comienza, la reacción solo tiene que durar tres minutos.
El parar un ataque de pánico es muy simple. Lo único que tiene que hacer es anular el mensaje de emergencia que están recibiendo sus glándulas suprarrenales.





Los Cuatro Pasos:
Relájese
Pare Los Pensamientos Negativos
Use Frases Tranquilizadoras
Acepte Sus Emociones




* 1. Relájese a través de la respiración..
Inhalar lenta y profundamente..
Retener..mientras la calma lo inunda..
Exhalar el pánico, la angustia, ansiedad y miedo.
Continue respirando de esta forma hasta que cese el impacto adrenalínico.


*2. Pare Los Pensamientos Negativos
Pare los pensamientos negativos al gritar la palabra "¡¡¡ALTO!!!" de manera muy fuerte dentro de su cabeza. Al gritar la palabra "ALTO" usted está interrumpiendo el mensaje de emergencia que su cerebro está mandando a sus glándulas suprarrenales. Con frecuencia las personas teniendo un ataque de pánico se meten en un círculo vicioso al repetirse a si mismos frases catastróficas una y otra vez dentro de su cabeza. El interrumpir ese círculo vicioso le da la oportunidad de reemplazar el mensaje de miedo con uno de calma.




*3.Use Frases Tranquilizadoras
Una frase tranquilizadora es una frase positiva que es tan o más fuerte que la frase catastrófica que usted ha usado para generar miedo dentro de usted. Reemplace el pensamiento negativo con uno positivo. Escoja una frase que contrareste el pensamiento negativo.


Por ejemplo, si usted piensa que le está dando un ataque al corazón (un miedo común durante un ataque de pánico) entonces usted quizá se esté repitiendo lo siguiente mentalmente, "O Dios, me está dando un ataque al corazón" o "¡Me voy a morir, Dios mío, me voy a morir!" Después de que usted grita "¡ALTO!" de inmediato reemplazca ese pensamiento de miedo con una frase positiva que le ayude a controlar la situación como "Solo me está dando un ataque de pánico y terminará en tres minutos si me relajo" o "Mi miedo está causando que mi corazón lata más fuerte, mi corazón está bien".


Si usted va caminando por una calle y siente temor al escuchar que alguien camina detrás de usted, usted podría decir, "He caminado por esta calle cientos de veces" o "Yo camino solo por esta calle cada noche cuando voy rumbo a casa después del trabajo, lo que estoy escuchando detrás de mi es otra persona que está caminando a casa después de su trabajo".


Otras frases tranquilizadoras podrían ser "He superado ésta experiencia muchas veces y puedo hacerlo de nuevo" o "Estoy bien, todo esta bien".


* 4. Acepte Sus Emociones
El aceptar sus emociones es muy importante. El minimizar esta experiencia por lo general solo sirve para que se repita.


Empiece al identificar que emoción está sintiendo. La mayoría de los ataques de pánico son causados por la emoción de miedo o una variación del miedo. Identifique que emoción está sintiendo y encuentre una razón por la que la siente.


Algunas afirmaciones positivas para los ataques de pánico :


"Yo estoy libre de ataques de pánico".
"Puedo manejar cualquier situación con confianza".
"Yo siempre estoy tranquilo y confiado en todo lo que hago".
"Yo he vencido mis ataques de pánico".
"Estoy relajado y cómodo en todas las situaciones".





Asegúrese de que sus afirmaciones son en tiempo presente como si ya hubiera superado el problema. Deben hacerse concentradamente, con una fuerte convicción de que así es .


http://saikualternativo.blogspot.com.ar/


http://saikualternativo.blogspot.com.ar/

Buscando ayuda para flexibilizar las reglas de no-intervención. Por David Topí.



Tras el último artículo donde pusimos en marcha un complicado proceso para solicitar a todos los Yo Superiores que ejecutaran la petición de expulsar a todos los entes y miembros de las diferentes razas en control, a través de la petición al alma, y por orden de la consciencia planetaria, el resultado no ha sido el esperado, y la contramedida puesta en marcha por el sistema de control “humano”, así como por asimoss y amoss, ha sido insertar en el IC el programa de “no hagas caso a lo que te venga de niveles que se hagan pasar por tu Yo Superior que no es cierto”. Es decir, la confusión en el alma ha sido total, pues recibió un paquete de datos transmitido por la esfera mental preconsciente, de “esto que te está llegando no es cierto”, mientras que, directamente, recibía otro paquete de datos por el cordón dorado, desde el ser de cada uno, que decía, “pídeme que ejecute esto que te explico ahora”.

Aproximadamente unos 10 millones de almas “escucharon” a su ser, mientras que el resto escuchó al paquete de datos que le llegaba desde su personalidad. En todo caso, sigue siendo un paso adelante, pero ciertamente no es el resultado esperado pues prácticamente toda la humanidad, excepto unos pocos miles de personas, siguen conectados al IC 33, y, por lo tanto, seguirán estando bajo la manipulación del mismo hasta que no se desconecten del todo. Como ya veis, siempre que ponemos una medida en movimiento el otro bando pone una contramedida. La diferencia es que ellos son conscientes de lo que hacen, para que lo hacen y cómo hacerlo, y la humanidad no lo es en su mayor parte.

Por lo tanto, hay que poner en marcha algún otro plan. Y a eso vamos.

¿Qué necesitamos para deshacernos de todos los asimoss, amoss y compañía? Necesitamos que todos los YS de todo el planeta los extraigan del sistema energético de las personas donde se están escondiendo. Dijimos que están conectándose, ocultándose y anclándose a todos aquellos en los niveles inferiores de la línea 33, principalmente, que tengan las mayores dificultades para entender y ser conscientes de ellos, es decir, que si uno de nosotros fuera a decirle a una persona de esos niveles frecuenciales que tiene un “Anunnaki anclado y oculto en su campo energético”, la persona diría, “no sé que es eso, no sé que me estás contando, yo no tengo ningún campo energético y no hay nada anclado a mí porque no lo puedo ver”. Puesto que esta es la realidad de una mayoría de la humanidad en el planeta, ahí es donde están huyendo todas las razas en control.

Por otro lado, los que no se esconden en el sistema energético de seres humanos están en sus “bases” y centros de operaciones repartidos por medio planeta, entre bases subterráneas, bases en medio del océano y bases debajo de nuestras ciudades. Esto hace complicado también acceder a ellos, porque ningún Yo Superior puede ponerse a “limpiar” una base asimoss en medio del mar o bajo tierra, no es su función, no es su cometido, no tiene ninguna forma de acceder energéticamente a ellas, etc. Pero, por otro lado, si que las fuerzas y grupos que nos asisten están pendientes de este tipo de lugares, con lo que, al menos, los asimoss y demás miembros de estos grupos encerrados en esos espacios de control que poseen están más acorralados y vigilados. Como veis, sigue estando la situación complicada, según la información que están compartiendo entre sí el conjunto de “guías” y fuerzas que están asistiéndonos en el proceso, y, aunque no se tira la toalla, tampoco hay una visión demasiado positiva hasta ahora.

¿Qué hacemos entonces? Darle otra vuelta de tuerca. Es necesario encontrar la fórmula para que, respetando las reglas del juego, todos los YS se pongan a trabajar a la vez. ¿Quién puede cambiar las reglas o permitir que se “flexibilicen”? Solo el alma-consciencia de la Tierra, Kumar, con el permiso, además, del alma-consciencia-ser del sol, nuestro logos solar, que se autodenomina Rawak.

Esto os va a parecer una de esas situaciones en las que, si el compañero de al lado en el colegio te molesta, vas y se lo dices al profesor o profesora, y si el profesor no te hace caso se lo dices al director del colegio y si no, a quién esté por encima. Es decir, hay que encontrar la manera de subir de jerarquía y pedir asistencia, y eso es lo que vamos a hacer, pedir asistencia directamente a Kumar y a Rawak para que permitan a todos los YS insistir al alma, bloquear las manipulaciones sobre la personalidad para esta acción, y entonces volver a pedirle al alma que vuelva a ejecutar la petición de extracción al vertedero solar de entes a nivel planetario.

Así, según resulte este proceso que pondremos en marcha, creo que a nivel de Yo Superiores se tendrá ya más o menos claro cual es el estado de la humanidad y las posibilidades de librarnos para siempre de los grupos en control del sistema de vida en el planeta. Vayamos con la petición, pues, una sola vez y nos “retiramos”, como siempre, y en un par de días o así vemos que ha sucedido y cual ha sido la respuesta:

“Dirigiéndome a Kumar, logos planetario de la Tierra, dirigiéndome a Rawak, logos del sistema solar, como parte de la humanidad, como parte de la especie que se encuentra en proceso de un cambio evolutivo que se nos está frenando, os pedimos ayuda. Solicito, a través de mi Yo Superior, que se permita a todo el conjunto de seres y Yo Superiores que poseen una encarnación activa en el planeta, a nivel de humanidad, ejecutar los protocolos de bloqueo en el alma de todo mensaje o intento de manipulación de esta a través de los paquetes y programas recibidos por la personalidad, mediante la conexión al inconsciente colectivo de la línea 33. Solicito que se insista al alma a solicitar la petición de expulsión de entes presentes en el avatar que dirige, que ha de coordinar y guiar. Solicito que se permita al Yo Superior de todo ser humano iniciar la extracción de entes automáticamente con solo el consentimiento de alma para ello a pesar de que exista miedo, resistencia o incredulidad al respecto. Solicito que se permita a todos los Yo Superiores del planeta tomar parte más activa, flexibilizando las reglas de no intervención presentes por defecto en el sistema evolutivo del planeta, para poder obtener asistencia desde el nivel más elevado de cada uno de nosotros hasta que podamos deshacernos de aquellos que nos impiden seguir adelante. Gracias Kumar, Gracias Rawak.”

Pongámonos con esto y a ver que sucede a continuación.
Un abrazo,

David Topí

¿Por qué las personas inteligentes se agobian más bajo presión?



Todos no respondemos de la misma manera ante la presión. Hay quienes sacan lo mejor de sí cuando les presionan y hay quienes se sienten abrumados, hasta el punto que pueden llegar a paralizarse. Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa descubrieron que las personas más inteligentes tienen más probabilidades de ahogarse en situaciones de presión.


Las personas que tienen un Cociente Intelectual elevado a menudo se sienten abrumadas en entornos complejos y cambiantes. ¿Por qué? Su capacidad mental los vuelve más vulnerables a la ansiedad de desempeño y los pensamientos rumiativos. En otras palabras: ser capaces de prever todo lo que puede ir mal y exigirse demasiado juega en su contra, generando más preocupación, que termina minando su desempeño.


Tu desempeño dependerá de los objetivos que te plantees


Estos psicólogos pidieron a 261 estudiantes de negocios que participaran en un experimento relacionado con el mercado de valores. Los dividieron en tres grupos, a los cuales dieron objetivos diferentes: rendimiento, aprendizaje o hacer lo mejor posible.


A medida que los estudiantes fueron entendiendo la tarea, los investigadores comenzaron a manipular las condiciones para complejizar el ejercicio y ver cómo respondían los participantes a los cambios.


Así descubrieron que los estudiantes con un mayor C.I. mostraron un desempeño bastante similar a los que tenían un C.I. más bajo cuando el objetivo era medir el rendimiento. Sin embargo, cuando solo se les había pedido que “lo hicieran lo mejor posible”, los estudiantes más inteligentes sobrepasaron con creces al resto.


Un cerebro híperreactivo


Un estudio anterior realizado en la Seattle Pacific University había revelado que las personas con un C.I. mayor tenían más probabilidades de desarrollar desde ansiedad hasta pensamientos rumiativos. Estos psicólogos propusieron la “Teoría de la Sobreexcitabilidad Intelectual”, basada en el concepto de la “sobreexcitabilidad psicológica y fisiológica” introducido por el psiquiatra y psicólogo Kazimierz Dabrowski en la década de 1960.


En práctica, ser apenas un 2% más inteligente que la media está asociado a un estado de sobreexcitabilidad, una reacción inusualmente intensa ante una amenaza ambiental, que puede ser cualquier cosa, desde un ruido que nos tome por sorpresa hasta una confrontación con otra persona o la presión por el desempeño.


Ese estado de sobreexcitabilidad también se relaciona con una marcada tendencia a rumiar y preocuparse, lo cual se debe a un cerebro altamente conectado. Lo usual es que nuestro cerebro se mantenga activo cuando hacemos algo pero cuando la mente se distrae, gran parte de esos circuitos se “apagan”, hasta que nos concentremos en otra tarea.


El cerebro de las personas más inteligentes no funciona así. Es más excitable y le cuesta “apagarse”, lo que hace que estas personas no puedan relajarse por completo y que a menudo respondan de forma intensa a las situaciones. Eso también puede llevarles a sentirse abrumados y agobiados, que sería la expresión de su ver, sentir y pensar “demasiado”.


Si la persona no es capaz de salir de ese círculo vicioso, se estresará más y será más propensa a desarrollar problemas psicológicos. De hecho, muchos genios del pasado, como Leonardo da Vinci, Sigmund Freud, Albert Einstein y Pablo Picasso estaban plagados de sobreexcitabilidades que les condujeron a sufrir trastornos afectivos y del estado de ánimo generalizados. La prodigiosa creatividad de Isaac Newton, por ejemplo, fue el producto de su intensa y prolongada rumiación. Meditó mucho sobre sus errores pasados ​​y se preocupó excesivamente, lo que finalmente lo llevó a sufrir una crisis nerviosa en 1693.


Aprende a restar presión


Este experimento sugiere que nuestro desempeño en ciertas tareas no solo depende de nuestras habilidades intelectuales sino también de los objetivos que nos planteemos. Si sentimos que estamos bajo presión y que nos están evaluando, nuestros resultados serán peores que si simplemente decidimos esforzarnos al máximo y dar lo mejor de nosotros.


La inteligencia, entendida únicamente como aquellas habilidades cognitivas que permiten resolver problemas, no te permitirá llegar muy lejos en un entorno tan incierto y cambiante como el actual. También necesitamos una dosis de Inteligencia Emocional.


Eso significa que, bajo presión, debemos aprender a gestionar las emociones y cambiar de foco. En vez de centrarnos únicamente en los resultados, debemos centrarnos en el proceso. En vez de fijarnos en el objetivo final, debemos plantearnos pequeños objetivos que nos permitan alcanzar la meta y, en vez de asumir el problema con una mentalidad fija, debemos afrontarlo con una mentalidad de crecimiento que nos permita aprender.


Así podremos asumir una distancia psicológica que nos permita mantener la calma y mejoraremos nuestro desempeño, sin sentir esa presión que termina agobiándonos.





Fuentes:
Howe, M. (2019) General mental ability and goal type as antecedents of recurrent adaptive task performance. Journal of Applied Psychology.
Karpinski, R. I. et. Al. (2018) High intelligence: A risk factor for psychological and physiological overexcitabilities. Intelligence; 66: 8-23.

Rincón de la Psicología


Claves para una buena salud psicológica



La forma en que pensamos, la manera que tenemos de afrontar los problemas, cómo nos relacionamos con los demás o cómo manejamos el estrés del día a día es un reflejo de nuestra salud psicológica. Por esta razón, si gozamos de una buena salud mental estaremos mejor preparados para afrontar los problemas y disfrutaremos de una mayor calidad de vida.


¿Qué es la salud psicológica?

La salud psicológica es el resultado de un equilibrio en todas las áreas de la vida (personal, afectiva, social y laboral/académica). Esta no debe entenderse sólo como la ausencia de enfermedad, sino como un estado de bienestar físico y mental. Por lo tanto, el cuidado psicológico no debe entenderse como algo a lo que se recurre cuando se tiene una enfermedad mental, sino como la base para emplear con éxito en nuestro día a día nuestras habilidades mentales, sociales y sentimentales.

El manejo incorrecto de las emociones es uno de los principales motivos de consulta psicológica. Una persona con una buena salud mental acepta y experimenta tanto las emociones positivas como las negativas. Canalizar estas últimas nos ayudará a mejorar lo que ha fallado, a adaptarse al cambio o pérdida y a enfrentarnos ante las nuevas adversidades con una nueva y realista perspectiva.



Gozar de una buena salud mental también implica tener hábitos saludables, como una dieta equilibrada, dormir adecuadamente y realizar actividad física regularmente. Si quieres leer mi artículo sobre los beneficios psicológicos que aporta la actividad física accede a este enlace.

Claves para una buena salud psicológica

Puedes tomar un papel activo para mejorar tu salud mental, la cual te repercutirá tanto psicológica como físicamente. A continuación, te presento 10 claves para una buena salud psicológica:

1. Interés en ti mismo

Las personas con una buena salud psicológica anteponen (aunque sea un poquito) sus intereses a los de los demás. Puedes darlo todo para ayudar a un ser querido, pero sin que esto te anule mentalmente. Siéntete merecedor de felicidad: si tú no estás bien difícilmente vas a poder ayudar a otra persona.

2. Interés social

Aunque hay gente más extrovertida que otra, una persona con una buena salud mental se preocupa e interactúa con su grupo social, el cual es necesario para vivir feliz y cómodamente al compartir intereses y conocimientos, recibir y dar apoyo o establecer relaciones de amistad, sentimentales y laborales.

3. Autosuficiencia

Aquí hago referencia a la autosuficiencia emocional. Cuanto menos dependiente en este aspecto seas, más a salvo estará tu autoestima. No significa que dejes de conocer gente nueva, o querer menos a los demás, pero sí que no tengas que necesitar o depender de una persona para ser feliz o realizar actividades placenteras.

4. Tolerancia a la frustración

Si para ti no es una opción el fracaso, si necesitas que todo te salga como tu lo habías planteado o imaginado, cuando algo no salga tal y como tu pensabas te va a generar frustración. La frustración no te va ayudar a mejorar tu situación, sentirse decepcionado o desilusionado en cambio, promoverá que empieces a perseguir activamente otras metas o que utilices estrategias diferentes a las que han fallado.

5. Flexibilidad mental

Las personas rígidas mentalmente se pueden frustrar con gran facilidad, puesto que interpretan que las cosas “tienen que ser así” y si algo no sale como quieren o esperan, supone un desastre para ellos. Ser flexible mentalmente supone estar abierto al cambio, aceptar opiniones distintas a las nuestras y ser tolerante con lo que no es de su agrado.

6. Aceptar que no se puede controlar el futuro

Una inmensa cantidad de miedos y ansiedades provienen de la manera en que afrontamos los eventos que nos suceden en la vida. Todas las personas experimentan situaciones desagradables (muertes cercanas, pérdidas de empleo, ruptura de parejas, peleas con amigos, en definitiva, problemas). Cómo los afrontes determinará que te anulen, o bien que te adaptes al cambio para continuar con tu vida.

7. Aceptarse incondicionalmente

Reconocer que tienes errores, que no eres perfecto y que puedes equivocarte es aceptarse incondicionalmente. Realiza las cosas por querer hacerlas y no por la aprobación de los otros. Tu valía no depende de tus logros sino de tus valores y actitudes.

8. Saber postergar las gratificaciones

¿De qué me sirve postergar algo que me produce placer si lo puedo tener ya? Algunos objetivos que nos marcamos en la vida requieren determinación y esfuerzo, y los beneficios se obtienen a largo plazo. No se trata de resignarse a no disfrutar del presente, sino a tener en cuenta el mañana.

9. No ser demasiado perfeccionista

Si todo lo que te propones sientes que lo tienes que hacer a la perfección, experimentarás altos niveles de ansiedad, y cuando no se cumplan tus expectativas de logro experimentarás una sensación de fracaso. Si el fracaso se asocia siempre a tu valía personal (atribución interna), estarás devaluándote a ti mismo, afectando este fracaso a tu autoestima.

Tener ambición y ganas de hacer las cosas bien no es malo siempre y cuando no afecte a nuestra valía personal. Reconoce tu derecho a equivocarte y a no ser perfecto para experimentar tus vivencias de manera más sana.
10. Responsabilízate de tus emociones

Si te haces cargo de tus alteraciones emocionales y sentimentales en lugar de echar la culpa a las condiciones del entorno o a los demás, podrás trabajar para cambiar (o aceptar) aquello que te ha generado malestar. La introspección se puede entrenar y cuanto más se domine mejor se podrá reflexionar sobre los propios estados de ánimo.

Espero que este artículo haya sido de tu agrado. Si deseas más información al respecto estaré encantado de atenderte.

Referencias

– Marín, N. L. (2006). La terapia racional emotiva de Albert Ellis. Norte de salud mental, 6(25), 16.

– Restrepo Ochoa, D. A., & Jaramillo Estrada, J. C. (2012). Concepciones de salud mental en el campo de la salud pública.

https://www.psicoactiva.com

domingo, 24 de marzo de 2019

¿Lo que sientes es tristeza o depresión?


La tristeza es una compañía normal en todas las etapas de la vida. En algunos casos es temida, en otros indeseable, en variadas ocasiones es una compañera inestimable, pero siempre será reconocible como una acompañante ineludible cuando las condiciones nos llevan a despertarla.

¿Para qué sirve la tristeza?

La tristeza es una extensión de la estrategia que desarrollaron los animales de disminuir el metabolismo corporal cuando había escasez de alimentos, demasiado frío o condiciones extremas variadas que requerían que el cuerpo bajara su nivel de actividad para privilegiar la supervivencia. Los seres humanos también usamos esa estrategia, por eso nuestra mente funciona más lento y con un nivel bajo de diversidad e intensidad emocional, cuando las condiciones ambientales nos amenazan.

También usamos la tristeza para aceptar lo que se nos ha ido de nuestro lado; así aprendemos a reconocer que esa situación, persona o cosa no seguirá con nosotros en el futuro. La sana aceptación, renuncia y adaptación a la pérdida es una función adaptativa y saludable de la tristeza.

Esta emoción ayuda a llamar la atención de quienes nos quieren para que se preocupen por nosotros, nos cuiden y nos expresen más amor en esos días. Estar tristes se convierte en un faro que favorece la atención y el cuidado, nos une, nos acerca y hace que los demás sean más pacientes y amorosos con nosotros.

La tristeza como parte de la recuperación

La tristeza que se expresa en los grupos que han sufrido algún evento traumático o doloroso sirve para unir a las personas, para obviar las diferencias y para acceder al apoyo que podemos darnos mutuamente con el fin de superar la dificultad.

Estar triste nos permite buscar información más sana para resolver las dificultades de la vida; nos hace sentir más sabios, profundos y trascendentes en el momento del análisis.

La tristeza es una amiga que nos ayuda a superar situaciones difíciles y que puede enseñarnos algo con profundidad, a la usanza de los mejores maestros.

Con frecuencia la tristeza dura desde unos minutos hasta unas semanas, dependiendo del nivel de importancia que el acontecimiento tenga en nuestra vida. Las personas sienten que la tristeza llega, se profundiza en intensidad, pero va mejorando con los días, el nivel se va estabilizando y se va sintiendo mejoría en la medida en que va pasando el tiempo; se van instalando correctivos o modificaciones en la vida y se exploran otras posibilidades para recuperar el bienestar y la estabilidad emocional. Cuando salimos de ella nos sentimos más sabios, más fortalecidos, más trascendentes.

¿Cuándo se convierte en depresión?

La depresión es otra cosa. Otra, completamente distinta. La depresión se puede describir como una tristeza que se va profundizando cada día más, hasta convertirse en un peso que roba la energía para disfrutar, que lentamente va consumiendo los recursos de la persona para hacerle frente, hasta que el hecho de vivir se vuelve doloroso. Después de dos semanas continuas en las que se siente que cada vez hay más intensidad de esa emoción negativa que es, día tras día, menos parecida a la tristeza, con mayor pérdida de control y más desesperanza, es que se puede sospechar que se está deprimido.

En efecto, la depresión nace como si fuera una tristeza, pero rápidamente la persona percibe que pierde el control de esa profunda emoción. La sensación de desolación crece cada día, aparece la debilidad física, las cosas que se disfrutaban ya no son atractivas, se deterioran la memoria y la atención, el sueño se ve alterado, la alimentación también; comienza una necesidad de volver a restablecerse a toda costa, hay irritación inexplicable con los demás y con uno mismo, y se presentan ideas pesimistas, negativas, llenas de desesperanza y de frustración. En algunos casos, incluso se manifiesta el deseo de terminar con el sufrimiento a través de la muerte.

Ante la depresión se debe buscar ayuda profesional

Los psicólogos sabemos cuánto sufren las personas que tienen depresión y lo poco que ayudan los demás cuando le dicen a estas personas: “póngale motivación, mire que usted es un privilegiado, cuántas personas quisieran tener lo que usted tiene en la vida, ponga de su parte, levántese de ahí y vuelva a ser el mismo”. Además, están los que comercian con las modas del pensamiento positivo y del “todo se puede mientras se tenga motivación”. Las personas que tienen depresión se sienten culpables porque le ponen mucha motivación y ganas de que las cosas funcionen bien, pero algo no los deja mejorar, y sienten que tienen algo malo, como que dentro de sí hay una certeza de estar en una condición especial que no se parece a la de los demás.

Quien tenga depresión necesita psicoterapia y, en algunos casos, medicamentos. A veces la depresión se va por sí sola, pero si la persona no aprende cómo hacer para resolverla de una forma más sana, existe una alta probabilidad de que vuelva a aparecer, y esta vez, con mayor intensidad.

Por usted, por la gente que ama, por su futuro, si se siente deprimido, busque ayuda con un psicólogo experto en psicología clínica. Vuelva a ser usted mismo.

Diego Castrillón

Atrévete a ser feliz.