Durante años, las investigaciones han demostrado que, con el tiempo, nuestras experiencias remodelan nuestros cerebros y pueden cambiar nuestros sistemas nerviosos. Esto es así tanto para bien como para mal.
Actualmente, los investigadores del ámbito de la neurociencia de la felicidad se están centrando en cómo podemos aprovechar esta “plasticidad” del cerebro para cultivar y mantener emociones positivas.
Emociones positivas, claves para el bienestar psicológico
La capacidad de mantener una emoción positiva es un componente clave del bienestar psicológico. Los beneficios de las emociones positivas están bien documentados. Por ejemplo, se ha comprobado que las emociones positivas mejoran la salud física, que fomentan la confianza y la compasión y que compensan y/o amortiguan los síntomas depresivos.
También se ha encontrado que las emociones positivas ayudan a las personas a recuperarse del estrés y que incluso pueden contrarrestar los efectos de las emociones negativas. Además, las emociones positivas promueven una mejor conexión social.
Si embargo, la incapacidad de mantener emociones positivas a lo largo del tiempo es un sello distintivo de la depresión y otras psicopatologías, pero los mecanismos que respaldan la capacidad de sostener respuestas emocionales positivas se han entendido poco hasta hace muy poco.
Un estudio, publicado en el Journal of Neuroscience en julio de 2015, encontró que la activación prolongada de una región del cerebro llamada estriado ventral está directamente relacionada con mantener emociones y recompensas positivas.
La buena noticia es que podemos controlar la activación del estriado ventral, lo que significa que disfrutar las emociones más positivas está en nuestra mano.
Neurociencia de la felicidad
En general, según el estudio, las personas con niveles de actividad más sostenidos en el estriado ventral muestran niveles más altos de bienestar psicológico y niveles más bajos de cortisol, la llamada hormona del estrés.
En investigaciones previas, el equipo de investigación identificó que disfrutar cosas como una hermosa puesta de sol y las emociones positivas asociadas con ello pueden contribuir a mejorar el bienestar. Para este nuevo estudio, los investigadores querían identificar cómo y por qué algunas personas son capaces de mantener vivos los sentimientos positivos.
Una de las grandes ventajas de identificar una región específica del cerebro, relacionada con el mantenimiento de emociones positivas, es que facilita la visualización de lo podríamos llamar un interruptor que nos permite activar esta región de manera consciente.
Para este nuevo estudio, los investigadores estudiaron la neurociencia asociada con el mantenimiento de emociones positivas en el mundo real mediante la realización de dos experimentos en humanos. La primera fue una tarea de respuestas de recompensa monitorizada por resonancia magnética funcional. La segunda fue una tarea de muestreo de experiencias que mide las respuestas emocionales a una recompensa obtenida. La prueba de laboratorio predijo positivamente la duración de las respuestas emocionales positivas en el mundo real.
El examen de estas dinámicas puede facilitar una mejor comprensión de las asociaciones de comportamiento del cerebro que subyacen a las emociones positivas y negativas. En este sentido, cabe destacar que, según los autores, es importante tener en cuenta no solo cuánta emoción experimenta, sino también cuánto tiempo persisten estas emociones.
El mecanismo exacto que permite la creación de instancias en el cerebro de las emociones del mundo real, experimentadas en segundos, minutos y horas, sigue siendo misterioso. Sin embargo, dicen los autores, estos hallazgos sugieren que la duración de la actividad en circuitos específicos del cerebro, incluso en períodos de tiempo relativamente cortos, como segundos, puede predecir la persistencia de las emociones positivas de una persona minutos y horas más tarde.
Activación del estriado ventral
Los resultados de este estudio contribuyen a una mejor comprensión de cómo los trastornos mentales como la depresión se manifiestan en el cerebro. Los hallazgos también podrían ayudar a explicar por qué algunas personas son más cínicas que otras y por qué algunas personas tienden a ver el vaso como siempre medio lleno, en lugar de medio vacío.
Según los autores del estudio, el patrón neural observado en el nuevo estudio, particularmente en el estriado ventral, ha predicho niveles más altos de bienestar en estudios previos. Según ellos, las prácticas como la bondad amorosa y la compasión hacia los demás, que tienen como objetivo cultivar ciertas formas de emoción positiva, podrían ayudar a aumentar la capacidad de saborear las emociones positivas.
Por otra parte, según los autores, las innovaciones metodológicas mostradas en este estudio pueden aplicarse para estudiar si impacto de las formas simples de meditación pueden mejorar las emociones positivas sostenidas en contextos del mundo real, así como la activación sostenida del estriado ventral medida en el laboratorio utilizando tecnología de imágenes cerebrales.
Eva Maria Rodríguez
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