Un calendario es un instrumento de programación impuesto por la sociedad en la que vivimos para establecer unas pautas a la hora de actuar, sentir, ver y ser. Es una herramienta efectiva para que todos sigamos dentro de un orden social. A lo largo de la historia, los calendarios han sido reflejo de nuestras tradiciones, fiestas, días sagrados y fechas importantes. De hecho, sería muy difícil seguir celebrando ciertas tradiciones o fiestas religiosas si no fuera por esta medición del tiempo.
El calendario gregoriano
La palabra calendario proviene de calendas del latín, que significa libro de cuentas. Establecía la fecha en el cual se debían pagar los tributos, fueron los sacerdotes babilónicos de las calendas los primeros en pautar y medir el tiempo para el buen uso de la planificación social, económica y militar de la época, asegurándose así el poder, control y dominio del pueblo. De ahí surge el famoso dicho el tiempo es dinero.
El calendario gregoriano fue ajustado al ciclo solar de 365 días, eliminando de la cuenta el ciclo natural de las 13 lunas anuales. Se dividió el año en 12 partes, herencia del descubrimiento egipcio del círculo plano de 360 grados dividido en 12, herramienta usada para estudiar el cuerpo celeste, origen de las 12 casas del zodiaco de la astrología occidental.
Esta medida aplicada al tiempo se extendió a Grecia y de ahí a Roma. A lo largo del tiempo, el calendario fue modificado varias veces, fue Julio César quien dispuso la estructura que conocemos y seguimos actualmente de de que un año tiene 365 días, cada cuatro es bisiesto de 366 días, repartido mitad y mitad los meses con 30 y 31 días, con excepción de uno con 29, que al final quedo en 28 para que el mes de Augusto (agosto) no fuera menos que el de Julio Cesar (julio). La nomenclatura del resto de los meses deriva de la numeración y los dioses romanos.
Esta manera de medir el tiempo dio muchos errores al no corresponderse con los ciclos naturales, en el año 1582 el papa Gregorio XIII, reformó el calendario con la idea de reparar estas irregularidades, lo actualizó quedando tal y como hoy en día lo conocemos. En la actualidad el calendario gregoriano nos muestra el tiempo artificial en el que vivimos, determinando nuestra vida, comemos a una hora, trabajamos de lunes a viernes, esperamos a final de mes para nuestro sueldo… y así sucesivamente.
Pero no sólo un calendario de medidas irregulares nos aleja de lo natural, al representar el Tiempo en un círculo plano, este quedó atrapado en un bucle sin fin que no va a ninguna parte, solo da vueltas sobre si mismo. El invento del reloj supuso el triunfo del hombre sobre la naturaleza, fuimos capaces de atrapar el tiempo y controlarlo, así fue como la mente humana acepto como natural su propio tiempo inventado.
¿Por qué hay que cambiar el calendario?
El tiempo es vibración, medir el tiempo de esta manera generó un programa inconsciente que usa medidas irregulares que no son reflejo verdadero de los ciclos naturales y nosotros ni siquiera somos conscientes de ello. Somos insensibles a muchos de los aspectos que nos rodean porqué estamos aislados de la sincronía natural. Si naturalmente la Luna da 13 vueltas alrededor de la Tierra mientras ésta da una vuelta al Sol, ¿por qué entonces el año no tiene 13 meses?
Esta inmersión de la mente del ser humano de creerse su propio tiempo artificial, más que cualquier otro factor, nos ha condenado a desconectarnos de nuestra esencia natural. Es tan fuerte lo que el concepto de calendario puede hacer a la mente, que replantearse como nos afecta seguir un sistema que crea una disonancia intrínseca en nuestro Adn, es el primer paso para ordenar nuestra realidad consciente y reconciliar la visión del verdadero pensamiento humano con la verdadera función de la vida.
La Cuenta Natural
Nuestra estructura basada en el doce no contempla el factor Espíritu, sin éste ingrediente la vida del ser humano queda encarcelada en un mundo material que es meramente efímero, donde el propósito no es el Ser sino el Tener. Es sabido que la Naturaleza rige los ciclos humanos al igual que los cósmicos, en ella todo es belleza, armonía y creatividad. Su propósito es el Ser y su función sincronizarnos con los ciclos naturales para ayudarnos a despertar el potencial innato en constante movimiento y cambio evolutivo.
La cuenta natural enlaza la Conciencia Humana con la Conciencia Superior, regula la experiencia vital de organismos evolutivos con voluntad, libera la mente de la confusión, el desorden y el caos que provoca vivir el calendario gregoriano sin consciencia.
Vivir en el Tiempo Natural nos devuelve el Poder Real y Verdadero como Creadores, situándonos en una nueva visión del Tiempo, el Aquí y Ahora, espacio en donde somos capaces de percibir las Sincronías, el tejido vivo que mantiene unido al Universo, dándonos la oportunidad de experimentar el camino escogido por nuestra Alma.
Espejo Magnético
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