En realidad, una dosis de amor propio es imprescindible. Necesitamos valorarnos y querernos lo suficiente. Una autoestima sólida es la base para mantener el equilibrio emocional y ser exitosos. No obstante, hay ocasiones en las que esa autoestima se encuentra artificialmente elevada y la persona necesita admiración constante. Entonces se hace referencia al narcisismo, que puede llegar a convertirse en un trastorno de personalidad, acompañado con comportamientos desadaptativos que terminan provocando daños en las relaciones interpersonales.
Las personas que sufren un Trastorno Narcisista de la Personalidad muestran un patrón de grandiosidad desarrollan una actitud profundamente egocéntrica, creen que son de vital importancia en la vida de todo el mundo. Carecen de la flexibilidad mental suficiente como para darse cuenta de que todos somos importantes para algunos e intrascendentes para otros.
Características de las personas narcisistas
La personalidad narcisista se caracteriza por:
- Sentimientos de grandeza y prepotencia. La persona narcisista suele exagerar sus logros y talentos, generalmente con el objetivo de que los demás lo reconozcan y alaben, aunque en realidad no tenga éxito.
- Sufre fantasías de éxito, poder, brillantez o belleza que no tienen respaldo en la realidad, lo cual le conduce a vivir en una especie de “mundo alternativo” donde todo es perfecto.
- Cree que es “especial” y único, lo cual le lleva a despreciar a los demás y querer relacionarse solo con aquellas personas que tienen un elevado estatus y se encuentran “a su altura”.
- Experimenta una necesidad excesiva de admiración, sin la cual se siente hundido y/o incomprendido.
- Muestra expectativas no razonables, espera recibir un tratamiento especial sin haber hecho nada para merecerlo, lo cual se traduce en una actitud arrogante y de superioridad.
- Explota las relaciones interpersonales, se aprovecha de los demás para alcanzar sus propios fines o satisfacer sus necesidades.
- Carece de empatía, no está dispuesto a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
- Cree que los demás lo envidian por sus supuestos éxitos o talentos.
Tipos de narcisismo
A grandes rasgos, se puede hacer referencia a tres grandes tipos de narcisismo según la forma de buscar la admiración y atención:
- Narcisista exhibicionista, el cual necesita la admiración de los demás y, para ello, no duda en exagerar o inventar sus logros y/o talentos.
- Narcisista introvertido, el cual busca la atención de los demás asumiendo el rol de víctima, mediante estrategias de manipulación sutiles.
- Narcisista tóxico, el cual satisface sus necesidades de admiración a través del control, el poder y el acoso, haciendo sentir a los demás inferiores.
Estos tipos de narcisismo se despliegan en perfiles personológicos más específicos:
1. Narcisista dependiente emocional
Este tipo de narcisismo se caracteriza por una extrema “vulnerabilidad”. Esta persona narcisista experimenta una enorme necesidad de amor, que no se satisface con nada. Es como un pozo sin fondo que nunca se llena. Simplemente cree que no recibe suficiente amor, se siente satisfecho fugazmente con la atención de los demás pero luego vuelve a experimentar ese vacío de aprobación y cariño. En la base de este comportamiento se esconde un profundo miedo al rechazo y el abandono, por lo que el narcisista se aferra a la dependencia. Para satisfacer esas necesidades, no tiene reparos en manipular a los demás. Sus demandas emocionales son cada vez mayores, por lo que su pareja y personas cercanas se drenan emocionalmente para intentar nutrir, confortar y sostener ese “yo” tan necesitado de afecto.
2. Narcisista tirano
Este tipo de narcisismo se aferra al poder porque tiene una necesidad insaciable de dominio y autoridad. Esta persona se comporta de manera arrogante, cree que es superior, suele despreciar a los demás y los trata como si fueran “inferiores”. Piensa que siempre tiene la razón y necesita tener el control de la situación, por lo que su mera presencia suele ser opresiva. Cuando un narcisista así toma el poder, le hace la vida imposible a sus subordinados. Cuando tiene una relación de pareja, la usa como un trofeo. Generalmente cosifica a las personas, quienes son un mero medio para demostrar su poder y satisfacer sus necesidades de autoridad. Esta persona narcisista es muy posesiva, hasta el punto de caer en el abuso. Y no duda en usar el desprecio para que los demás se sientan como perdedores, demostrando así que es un ganador.
3. Narcisista elitista
Este tipo de narcisismo se caracteriza por una percepción exagerada del “yo”. En su mente, es la persona más poderosa, influyente e importante que existe en el mundo. Para asegurarse de que los demás lo saben y le rindan pleitesía, no se cansa de pregonar sus supuestos éxitos y logros. Generalmente exagera su importancia porque quiere despertar envidia o admiración. Esta persona narcisista siempre da su opinión, incluso cuando no la pidan, y cree que sabe más que nadie, sin importar el tema que se trate. Suele pensar que está destinada a lograr grandes cosas y que merece grandes cosas, aunque no haga nada para conseguirlas. A menudo puede tratarse de una persona carismática, por lo que puede atraer a su “órbita” a muchos admiradores, quienes finalmente terminan dándose cuenta que se “trata de mucho ruido y pocas nueces”.
4. Narcisista fantasioso
Esta persona narcisista desarrolla fantasías muy elaboradas, hasta el punto que prácticamente toda su vida transcurre en su mundo interior. Cree que el mundo real se inmiscuye en su mundo perfecto, lo cual le genera frustración y resentimiento. Percibe que la realidad es fría y dura, por lo que tiende a evitarla y solo encuentra gratificación en su mundo ideal, donde es una persona perfecta, tiene un trabajo perfecto y relaciones perfectas. Cuando esta persona se relaciona con los demás, cuenta su mundo interior como si fuera real, por lo que miente reiteradamente. Suele inventarse una vida ficticia para despertar la envidia y la admiración de los demás. Y no reconoce sus mentiras ni siquiera cuando se le pone frente a frente con la realidad, siempre busca una excusa para apuntalar sus fantasías.
5. Narcisista somático
Verse bien y estar en forma es importante para la salud, pero este tipo de narcisismo va un paso más allá porque implica una obsesión con el cuerpo y la belleza. La escala de valores de esta persona se reduce a la imagen, la moda, la belleza, la juventud y el glamour. Necesita que lo admiren por sus características físicas ya que su autoestima está indisolublemente ligada a su imagen corporal. Esta persona narcisista suele ser muy perfeccionista y dedica muchísimo tiempo a sus rituales de cuidado corporal y belleza. El problema es que también aplica ese patrón a los demás y los valora según su aspecto físico. También piensa que se merece todo debido a su belleza y forma física.
6. Narcisista antagonista
Se trata de un tipo de narcisismo común, cuya rabia hierve a fuego lento bajo la superficie. Su infelicidad se manifiesta con una creciente hostilidad hacia todos. Para esta persona narcisista, siempre existe un enemigo dispuesto a hacerle daño. A menudo experimenta episodios de furia explosiva con causas “irracionales”, desconcertantes o inexplicables. Generalmente se trata de una violencia verbal, “azota” con sus palabras a las personas cercanas causándoles mucho daño. Detrás de este comportamiento se esconde una hipersensibilidad, por lo que cuando esta persona no recibe los elogios y admiración que esperaba, puede interpretar cualquier palabra como un insulto o un menosprecio a su valía. Toma todo como un ataque personal, lo que provoca su ira. Esa afectación del “yo” se denomina lesión narcisista.
7. Narcisista embaucador
Este tipo de narcisismo muestra la mejor cara. La persona es encantadora, atractiva y amable. Al menos al inicio. Desafortunadamente, este atractivo es tan solo un barniz que esconde una personalidad mucho más turbia. Detrás de los mensajes de “confía en mí” se esconden intenciones maliciosas. En realidad, el narcisista quiere ganar la confianza de los demás para usarlos a su favor. Practica una especie de “vandalismo emocional” cuyos daños son tan terribles que a menudo a sus víctimas les cuesta años recuperarse y volver a confiar en otra persona. Este narcisista usa su encanto para encandilar a los demás y drenarlos.
8. Narcisista mártir
En este tipo de narcisismo, el sufrimiento lo es todo. La identidad personal de este narcisista se construye alrededor del dolor, ser una víctima o incluso un sobreviviente. El sufrimiento justifica su necesidad de atención y sus demandas parásitas que dan pie a relaciones desequilibradas y explotadoras. Obviamente, esta persona acarrea un enorme equipaje emocional. El dolor del pasado nunca pasa. Contamina el presente con ese sufrimiento que, en su mente, lo convierte en una persona excepcional. Relacionarse con este tipo de narcisista puede llegar a ser muy complicado ya que nunca satisface las necesidades de apoyo que todos tenemos sino que reclama constantemente apoyo y atención porque nadie ha sufrido más, ni lo pasa peor. Cuando se le niega esa atención, no vacilará en lanzar acusaciones para generar un sentimiento de culpa que le permita seguir siendo un mártir.
9. Narcisista mesiánico
Este tipo de narcisismo se basa en el “elevado nivel moral”. Se trata de personas narcisistas que se consideran más útiles, buenas y amables que los demás, por lo que suelen mirar a todos por encima del hombro y criticarles. Creen que son una especie de Mesías. No dudan en contar todas sus “hazañas” morales para recibir elogios de los demás. Se presentará como un salvador, pero en realidad su ayuda aparentemente desinteresada trae implícitas muchas condiciones. Esta persona no dudará en reclamar los favores y en exigir una pleitesía constante por su supuesto “sacrificio”, por lo que la relación se convierte en una deuda permanente.
10. Narcisismo vengativo
Se trata de uno de los tipos de narcisismo más peligrosos. Generalmente esta persona actúa desde las sombras, usando la manipulación para destruir a los demás. Para sentirse superior, esta persona necesita aplastar a los demás. Por eso no tienen reparos en crear conflictos a su paso o inventar mentiras que afecten a sus competidores. Puede llegar a hacer cualquier cosa con tal de que sus “enemigos” caigan. En vez de intentar crecer y mejorar, este narcisista sufre el Síndrome de Procusto y desprecia a todo aquel que sobresale, por lo que intentará ponerles la zancadilla y difamarlos para dañar su reputación. Así podrán ser ellos el centro de atención y admiración.
La persona narcisista necesita buscar ayuda psicológica ya que ese profundo egocentrismo daña a quienes le rodean y genera infelicidad. Estos son algunos consejos sobre cómo tratar a un narcisista sin perder el equilibrio psicológico.
Rincón de la Psicología.
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