La madre se convierte en nuestro mundo prácticamente desde el día en que abrimos los ojos por primera vez. Es una fuente inagotable de amor, fuerza y valor que nos ayuda a conocer y constituirnos como personas. Sin embargo, existen algunos casos excepcionales, donde esta figura de apego en vez de proteger, hace peligrar la vida del descendiente. A pesar de su baja incidencia, el síndrome de Münchhausen por poderes implica un verdadero reto para el personal sanitario, un reto que en ocasiones acaba con la muerte del afectado.
¿En qué consiste el síndrome de Münchhausen?
Se trata de un síndrome de relativa baja frecuencia donde los pacientes se autoinducen síntomas de diferentes enfermedades, sin motivo aparente. Así, van de hospital en hospital sometiéndose a múltiples análisis y tratamientos innecesarios que a veces ponen en peligro su vida. Son personas que se caracterizan por la necesidad de ser atendidas, cuidadas y protegidas, sin embargo esto no les impide quejarse de la atención médica. A menudo, presentan trastornos de personalidad, escaso control de impulsos y tendencia a autolesionarse.
¿Qué es el síndrome de Münchhausen por poderes?
El síndrome de Münchhausen por poderes fue identificado en el año 1977 por el pediatra Roy Meadow, que describía los casos de dos madres que habían inducido síntomas de diferentes enfermedades en sus hijos. Este fenómeno sigue observándose hoy en día, sobre todo entre lactantes y niños menores de 5 años. Su dificultad para comunicarse e informar sobre la situación les convierte en blancos fáciles y, con frecuencia, se ven sometidos a pruebas médicas interminables. Un calvario que a menudo acaba con su muerte.
En general, se trata de niños que presentan síntomas raros de una persistencia inexplicable. Las causantes de los síntomas suelen ser las madres, normalmente, mujeres de los 27 a los 32 años de edad. Estas pueden tratar de aparentar signos de abuso sexual en el hijo (produciendo lesiones en los genitales), depresión (mediante la administración de sedantes), intoxicación o infecciones (a través del suministro de sustancias nocivas), etc. Por lo tanto, el síndrome supone una forma de maltrato infantil, en la que el cuerpo médico se ve implicado sin querer.
El perfil del perpetrador
Suelen ser profesionales de la salud que han padecido el mismo síndrome o presentan diferentes trastornos de personalidad. A menudo, se trata de mujeres hostiles y exigentes, totalmente conscientes de sus actos, queobtienen alguna ganancia secundaria de la situación. El beneficio suele ser el respeto de los demás por el papel aparente de madre coraje o los viajes relacionados con el tratamiento de la enfermedad del niño. Son precavidas y tienen mucho cuidado a la hora de dejar al hijo solo en el hospital.
Y si sospechan que están a punto de ser descubiertas, puede haber intento de suicidio o podrían acudir a otro hospital donde vuelven a sus relatos sobre síntomas inexistentes. Por otro lado, el padre a menudo ignora la presencia del problema o no tiene autoridad ante la madre con lo que el hijo suele encontrarse totalmente desprotegido. Dado que el síndrome de Münchhausen por poderes supone un problema alarmante para la sociedad, esperamos que el artículo os haya permitido conocer mejor este fenómeno.
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