Hay quien encuentra su felicidad curando
heridas, los vacíos de otros. Nadie puede negar que en ocasiones, puede ser reconfortante ser el
bálsamo que cura tempestades pasadas, el antídoto para esas amarguras que otros
dejaron en el corazón de quien amamos ahora.
Ser esa pieza clave en el día a día del ser
querido es importante. Ahora bien, nadie ha nacido para ser una muleta cotidiana,
ni un pañuelo de lágrimas, ni aún menos,
esa pócima con la cual, hacer olvidar un amor imposible o un amor que hizo
daño.
Cuando te ofrezcas a
alguien hazlo en plenitud. Tú no sustituyes a nadie ni eres el agua que llena
los vacíos no resueltos de una persona inmadura, no estás ahí para auxiliar
sino para amar y ser amado/a.
Esto no quiere decir en absoluto que no nos
preocupemos por el pasado de nuestras
parejas, por saber cuáles son sus carencias, cuales sus cicatrices internas y
sus demoniosescondidos.
Debemos saberlo, pero no busques alzarte
como el héroe o heroína que pretende salvar y sanar todas sus heridas. No es tu tarea,
no es tu responsabilidad esencial.
Nuestra finalidad es acompañar, crecer en
pareja, aportar y recibir, amar y ser amado. Es construir un
proyecto de forma conjunta donde los esfuerzos sean compartidos.
Quien se pone como único propósito cubrir
vacíos, llenar espacios y sanar alientos detristeza, se acaba
fragmentando lentamente… Vacíos del alma que se convierten en abismos de
distancia en la pareja.
¿Has tenido alguna vez una pareja con este
tipo de características?
Son personas que demandan más que aportan. Al
principio suelen cautivar porque a sus ojos, somos como ese aliento que da
fuerza a todas sus necesidades, fuerza a sus carencias, y afectos a sus vacíos.
Las personas con vacíos
son ladrones de energía
y destructores de emociones positivas. Necesitan ser reafirmados, atendidos y
valorados. Entienden el amor como necesidad y no como intercambio, no como crecimiento de
dos personas que se ofrecen en libertad.
Si has vivido en piel propia
comprenderás lo que supone este tipo de relaciones. Ahora bien, a pesar de que
hay mucha gente que llega a caer en más de una ocasión en ellas, lo
primero que pensamos es en porqué ocurre.
¿Qué hace que nos sintamos atraídos por
personas llenas de tantos vacíos?
–Una persona con vacíos es alguien con una
baja autoestima que necesita reafirmarse.
–Este tipo de personalidades atraen porque al
principio, nos hacen sentirnos útiles, especiales e importantes: sólo nosotros los hacemos
felices, solo nuestro amor los hace felices, les hace olvidar el pasado,
sentirse vivos…
–Al principio, se crea una relación con una
alta intensidad pasional. Es un amor que
necesita, pero no debemos olvidar que "los amores que se necesitan se vuelven
también exigentes”.
–Cuando alguien está lleno de vacíos está
habitado a su vez por las inseguridades. Por ello, es común que se muestren
desconfiados/as, que ansíen continuas muestras de amor, las cuales, acaban
convirtiéndose poco a poco en un clarochantaje emocional.
¿A qué nos referimos cuando una persona tiene
vacíos?
Los vacíos son heridas del pasado no resueltas. Es indefensión, baja
autoestima y una frustración que lejos de resolverse
se vuelve en un arma arrojadiza. Se carga sobre la pareja la dura
responsabilidad de sanar todas esas carencias.
Tu responsabilidad no es llenar vacíos: tú
mereces amar y ser amado/a.
Te lo hemos señalado al inicio y volvemos a
reiterarlo: como pareja, como persona que se ha ofrecido por libre voluntad a
otra, mereces querer y ser querido/a.
Tu responsabilidad no es sanar, no es ser un
cobijo cotidiano, ni alguien que satisfacenecesidades ajenas
sin que tengan en cuenta las tuyas propias.
Tú sabes quién eres y lo
que mereces, y si alguien te ofrece su corazón para que ocupes el espacio que
otro/a dejó, lo que te ofrece es un amor a medias, un amor con sabor a chantaje
que te llenará a ti también de vacíos emocionales.
Todos tenemos claro que es muy difícil
controlar de quien nos enamoramos. Simplemente
sucede, sin apenas buscarlo, sin pretenderlo, en ocasiones hasta sin desearlo.
Porque hay amores que atrapan y arrastran
como vendavales que nos ciegan, y a pesar de que nos hacen sentirnos vivos,
también nos hieren.
Debes tener claro estos principios en tu
día a día:
Cultiva un amor maduro y consciente, ahí
donde ambos miembros son capaces de permitir el crecimiento personal
del ser querido, a la vez que propician el de la propia pareja.
Tú no eres un sanador de heridas, un ocupante
de vacíos, ni un susurrador que hace escampar los miedos. Lo podrás ser unas
semanas, unos meses… pero después, ya no será un amor, será una condena.
Tu apoyas, y mereces ser apoyado, tu cuidas e
incentivas, y tú, te permites ser atendido y valorado cada día.
El amor es
crecimiento, es plenitud y felicidadinscrita en los
pequeños actos. Sin complicidad, respeto y dedicación mutua, el amor no es
completo ni auténtico.
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