La Sanación Psicoespiritual por Arquetipos, como cualquier otro método que tenga una base
espiritual para el tratamiento de las dolencias y problemas que afectan al ser
humano, considera la enfermedad o, más propiamente, los procesos físicos, como
la manifestación en el cuerpo material de un conflicto surgido en otros planos
y que, por no reconocerse o no resolverse en ellos, fue tomando forma material
hasta presentarse como una dolencia en un órgano, área o función del cuerpo
físico. El conflicto original que dio lugar a ese proceso de síntomas físicos,
puede estar en el cuerpo emocional de la persona, en su cuerpo mental o en su
cuerpo energético/espiritual, siendo éste uno de los motivos por los que,
aunque su creador, Colin Bloy, llamó a este método“Sanación Espiritual por Arquetipos”, yo lo he rebautizado añadiéndole el prefijo “psico” que,
en mi opinión aporta una información adicional sobre el tipo de trabajo que
realizamos con él, y que tiene en cuenta al ser humano como una unidad, como un
holograma en el que, no podemos sólo trabajar con una de sus partes, sino que
debemos hacerlo con la totalidad.
Es bien conocida por tod@s la influencia que la psique y las emociones tienen en
las dolencias que a veces aquejan a la parte física de nuestro ser y, como es
lógico, también en la recuperación y la conservación de la salud. Nuestra base
energética y nuestra alma, igualmente influyen en estos aspectos, si bien la
ciencia oficial todavía no ha reconocido suficientemente esta influencia (ya lo
hará) que, en mi opinión y en la de much@s, es el origen de que a veces el
cuerpo físico, la mente y/o las emociones se vean afectadas en su salud y
funcionamiento perfecto.
El alma, por sus características y particularidades, nunca enferma. Es perfecta
en todos los aspectos y, por lo tanto, nada le puede afectar. Nuestra base
energética de partida, suele estar también en buenas condiciones, porque es la
que necesitamos para nuestra existencia aquí, en la vida presente. No obstante
esto, si no empleamos esa energía, que está compuesta de luz, inteligencia y
conciencia, de una manera que sirva a los fines para los que existe, las
consecuencias podrán tomar muchas y diferentes formas, siendo una de ellas las
dolencias físicas o los síntomas de enfermedad. Igualmente nuestra alma, que
conoce todo lo que hemos venido a hacer a la vida en esta ocasión, continuamente
nos envía mensajes para confirmarnos si vamos por el camino correcto o si, por
el contrario, nos hemos desviado y necesitamos una reconducción. Ese mensaje
que el alma nos envía, en principio, suele ser una información o señal directa.
En función de que escuchemos y tengamos en cuenta o no esa señal, seguirá
enviándonos otras hasta que, finalmente, hagamos caso del mensaje y actuemos en
consecuencia con él. Si no lo hacemos así, es posible que, pasado un
tiempo, sea el cuerpo denso y material, precisamente porque es materia densa,
el que nos avise de la necesidad de realizar una revisión de ese camino. El
cuerpo duele y justamente por ello, el dolor a veces es la puerta que lleva a
reconocer y afrontar un problema postergado desde tiempo atrás, a veces incluso
desde una vida anterior.
Antes de llegar al cuerpo material, a la biología, esa llamada ha pasado antes
por el cuerpo energético, por la psique (la mente) y por las emociones,
en éste o en cualquier otro orden, dependiendo de cada persona y del momento y
asunto concreto de que se trate. Además, y con independencia de esto, la psique
tiene siempre un papel esencial en todo cuanto nos sucede, en todo lo que
elegimos y en todo lo que, al fin y a la postre, decidimos hacer, siendo
asimismo la parte de nuestro ser que tiene la capacidad de crear y recrear la
realidad que nos rodea y de programar cómo vamos a relacionarnos con ella.
La palabra psique es de origen griego: ψυχή: psyché y
significa “alma humana”.
Se trata de una definición relacionada con la visión del Cosmos de la antigua
Grecia. La palabra griegapsyché, se refería a la fuerza vital de una persona, unida a
su cuerpo en vida y desligada de él tras su muerte. El término se ha mantenido
en prácticamente todas las escuelas de psicología, si bien ha ido perdiendo, en
muchas de ellas, su valor metafísico y convirtiéndose entonces en la
designación de todos los procesos y fenómenos que constituyen a la mente humana
como una unidad.
La mente humana engloba muchas funciones y capacidades, como el entendimiento,
el procesamiento de la información, la creatividad, el aprendizaje, el
razonamiento, la percepción, la imaginación, la memoria, la voluntad y otras
habilidades cognitivas. Habitualmente se asocian el cerebro y la mente como si
fuera una misma cosa, un mismo concepto, y como si los procesos cerebrales y
mentales tuvieran un mismo origen, un mismo desarrollo y una misma función,
aunque no es exactamente así. El cerebro es el órgano físico a través del cual
la mente se expresa, pero ésta tiene una existencia y un origen anterior.
También es común asociar a la mente con el pensamiento y las funciones lógicas
en general. El cerebro humano, siendo una totalidad, cuenta con dos
hemisferios, con dos mitades. El izquierdo habitualmente está asociado con la
parte más mental, y el derecho con la más intuitiva, emocional y creativa,
contando cada uno con los receptores y componentes adecuados para que cada una
de esas funciones se realice con normalidad. No obstante la especialización de
cada hemisferio cerebral, ambos trabajan también al unísono, se apoyan el uno
al otro y si bien cada uno tiene sus propias funciones específicas, los dos
participan en todo lo que hacemos, de un modo u otro. Vemos que incluso en
nuestra biología, la unión es fundamental para un funcionamiento sano de la
parte del cuerpo de que se trate.
El hemisferio izquierdo, al estar más relacionado con los procesos de
pensamiento, con la lógica, con el raciocinio, se asocia más con la parte
mental de nuestra inteligencia. Según Hermes Trismegisto, que nos legó la Tabla
de Esmeralda, el universo es mental, de modo que todo lo que pensamos y
alimentamos con nuestra energía y nuestra atención, tiene grandes posibilidades
de hacerse realidad. Todo aquello que pensamos, por el solo hecho de pensarlo,
ya tiene una energía básica. Da igual que sea positivo o no, creativo o no, de
miedo o de amor. En el momento en que lo pensamos ya tiene existencia y,
si lo pensamos muchas veces, le vamos dando más y más vida, lo vamos creando y,
aunque en un principio exista sólo en nuestra mente, posteriormente puede
convertirse en realidad. Seguramente todo cuanto existe fue, en el principio,
un pensamiento en la Mente Infinita del Creador. Nosotr@s tenemos la misma
capacidad creadora en nuestra mente y de hecho la utilizamos cada día y en cada
situación de nuestra vida, aunque muchas veces lo hagamos de manera
inconsciente. El funcionamiento es el mismo y el efecto también.
Por tod@s es conocida la gran influencia que la mente y el pensamiento tienen en
la salud, en los procesos con síntomas físicos y en todos los demás aspectos de
nuestra vida. La sanación por arquetipos, si bien está basada en la existencia
de una Inteligencia Superior que hace posible la sanación, y en la existencia
de un campo energético y de luz, el alma, que guarda la información de todas
las encarnaciones vividas en la materia, no sólo busca el tratamiento y, en su
caso, la sanación de las dolencias que afectan al cuerpo, también busca el
despertar de la conciencia y el aumento del amor incondicional por un@ mism@ y
por todo. Como una buena parte de ese despertar y aumento del amor, además de
la sanación propiamente dicha, tiene una gran influencia de la psique, a mí me
parece muy importante transmitir que, si bien es el sanador o la sanadora quien
hace el trabajo directo con los arquetipos, la persona a quien se le aplica
también ha de participar activamente en la sanación. De hecho es la principal
protagonista. Una forma en que esa participación se da es, precisamente,
modificando su punto de vista mental, su percepción, su pensamiento y sus ideas
acerca de lo que le pasa, usando su mente de una manera más positiva y
eliminando todo lo que pueda obstaculizar no sólo la sanación, sino también su
vida entera y su felicidad. Igualmente, la persona que solicita una sanación,
tendrá que hacer un cambio significativo en sus emociones, actitudes, palabras
y actos, con el fin de que la sanación sea realmente integral y holística, con
independencia de que la dolencia física se cure o no, porque a veces, es una
experiencia necesaria para la persona que el problema orgánico llegue hasta el
final y no se produzca la curación. Aun así, la sanación siempre tiene lugar,
porque la sanación la recibe el alma y en ésta la enfermedad no existe. Todo lo
que queda sanado en esta vida, pasa sanado a la siguiente. La sanación no
termina con el final del cuerpo, sino que va más allá de él. El cuerpo es
material y perecedero. El alma es inmortal y, por lo tanto, eterna. Es muy
importante tener y conservar esta conciencia y perspectiva psíquica y
emocional, además de la energética/espiritual, sobre todo por parte de la
persona que acude buscando nuestra ayuda, porque así podrá aceptar y asimilar
lo que le ocurre con el punto de vista del alma, mucho más amplio y
comprehensivo que el punto de vista terrestre y material, pudiendo también
hacer su aportación directa al trabajo de sanación de que se trate.
Como es lógico, mi formación y experiencia como psicóloga clínica, me
llevan a tener en cuenta la influencia de la psique, en su doble acepción
metafísica y terrena, en todas y cada una de las áreas en las que desempeño mi
labor profesional, además del punto de vista espiritual, emocional y de acción
de todos los asuntos que afectan al ser humano. Por todos los motivos
mencionados, y con el debido respeto a su creador, me he permitido modificar
ligeramente el nombre de este método de sanación. Hace tiempo que Colin Bloy ya
no está en esta dimensión y me imagino que, de seguir estando aquí, él mismo
habría hecho modificaciones en su método y tal vez ésta le parecería correcta.
María Dolores Sánchez-Villacañas de Toro
Directora y Psicoterapeuta de
Alcántara Psicología y Espiritualidad
Escuela de Desarrollo Personal y Crecimiento Espiritual
Directora y Psicoterapeuta de
Alcántara Psicología y Espiritualidad
Escuela de Desarrollo Personal y Crecimiento Espiritual
Madrid
– España
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reseñar que lo has tomado de https://metamorfosisyvida.wordpress.com. Gracias y que Dios te bendiga. (23-IX-2014)
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