16. Los médicos: su
papel en nuestro proceso curativo.
Afirmación: «Dios también se vale de la
profesión médica».
Los médicos pueden convertirse en parte
predominante de nuestra vida si tenemos una enfermedad grave. La
relación con ellos es muy importante en el proceso de curación. Muchos médicos
tienen miedo de las enfermedades graves porque saben muy poco
sobre ellas, y dan la sentencia de muerte de forma automática.
Hemos de tener muy claro que no estamos atados a las limitaciones y los
lúgubres pronósticos de la medicina. No somos estadísticas. Cada uno
de nosotros es una expresión única e individual de la vida.
Estamos
bajo la ley de nuestra conciencia, y no bajo la ley de las autoridades médicas.
«Puede que sea verdadero para usted, pero no lo es para mí.» Esta es una
buena afirmación para emplearla siempre que escuches un pronóstico
fatídico.
Incluso es bastante probable que sepas más
sobre tu enfermedad que tu médico. Después de todo tú eres quien
la tiene y sólo tú sabes exactamente los efectos que produce en tu
cuerpo. De modo que te recomiendo encarecidamente que estudies
todo lo que puedas encontrar sobre tu enfermedad. Necesitas estar bien
informado, conocer todas las maneras de tratarla que existen.
Tienes
que formar un equipo sanador con tu médico. Recuerda que un médico es un
asesor, un consejero, no una autoridad suprema, y ciertamente no es
Dios. Debe haber respeto por ambas partes. Necesitas a alguien que te
escuche y que respete tus temores e interrogantes, que te explique
los diversos tratamientos y sus ventajas, que te informe sobre los efectos
secundarios de los
medicamentos, y que busque alternativas.
Necesitas a un médico que apoye tus nuevas opciones alimentarias y
otras modalidades alternativas de curación. Si tu médico no cumple estos
requisitos, busca a otro.
Mi amigo el doctor Bob Brooks está
totalmente de acuerdo en que el enfermo trabaje en íntima colaboración con
el médico. He aquí una breve descripción de su experiencia.
«Deseo compartir con ustedes algunas de
las conclusiones a que he
llegado con respecto al proceso de
curación.
»Creo que vivimos en muchos dominios
diferentes al mismo tiempo. Dos dominios muy claros son la realidad
física y nuestra experiencia de la vida. La mayoría de las personas considera
que sus experiencias son el fruto de las circunstancias. Sin embargo,
este concepto es cuestionable, Yo pienso que nuestras experiencias son el
fruto de nuestra interpretación de las circunstancias.
»Estoy convencido de que el bienestar
reside en nuestra manera de
tomarnos la vida. Podemos obtener
bienestar de cualquier circunstancia, aunque sea desfavorable. Y a la inversa,
las circunstancias de nuestra vida pueden ser envidiables, podemos tener
riquezas y un cuerpo sano y fuerte, y no experimentar bienestar.
»El verdadero bienestar es una elección
individual. Implica un cambio de posición, pasar de considerarse una
víctima de las circunstancias a considerarse un creador de experiencias.
Este cambio requiere una enorme disposición para asumir la responsabilidad
individual. Literalmente, implica estar dispuesto a experimentar al propio
yo considerándolo lo suficientemente poderoso para ser la causa
de las propias experiencias.
»Es muy difícil hablar de esto, porque
muchas personas entienden
"culpa cuando se menciona la palabra
"responsabilidad". Es la
consecuencia de la forma en que se nos
trató cuando éramos niños.
Cuando hacíamos algo que nuestros padres
no aprobaban, nos llamaban "irresponsables", lo cual en
realidad era una imputación de culpa. Cuando veo a enfermos que se niegan a reconocer
su responsabilidad, me doy cuenta de que en realidad rehúsan ser
inculpados.
Naturalmente que podemos negar la culpa, pero no podemos
abdicar de nuestra responsabilidad. Sencillamente somos
responsables, al margen de que estemos demasiado confundidos para
reconocerlo.
»La medicina, como disciplina de la
ciencia física, es impotente para crear un verdadero bienestar. La
prevención o la erradicación de la enfermedad no equivalen necesariamente a
bienestar.
»Para introducir el bienestar en el
tratamiento médico tenemos que
ampliar el contexto de la medicina. Pienso
que cualquier cosa que genere una sensación de bienestar favorece los
procesos curativos que tienen lugar en el cuerpo. A continuación señalo
algunos elementos que creo necesarios para crear lo que a mí me gusta llamar
atmósfera curativa.
» 1. Intención: La clave para todo tipo de curación es la intención. Es lo que suele llamarse "voluntad de vivir". Sin ella, los enfermos no generan el tipo de comportamiento que favorece la supervivencia. He visto a personas muy enfermas, prácticamente agonizantes, que de pronto han desarrollado una fuerte voluntad de vivir, logrando como consecuencia de ello recuperaciones milagrosas. También he visto a personas que podrían haber
vivido muchísimo más tiempo dado su estado
de salud, y que han muerto prematuramente sencillamente porque ya no
deseaban vivir.
»2. Contacto humano y amor: En esta sociedad nuestra de tan
avanzada tecnología, al parecer hemos
olvidado el poder del simple
contacto humano y del amor. Los psicólogos
han comprobado los profundos efectos de la carencia de contacto y
cariño en los bebés, y han llamado a este trastorno "síndrome de privación
materna". Sin embargo, yo creo que para muchas personas adultas existe, en el
mundo actual, un síndrome de privación, aunque en un grado menor. Sus
consecuencias no son tan visibles, si bien por lo que respecta a
sus efectos sobre la salud es igualmente grave. Todos necesitamos ser
amados y acariciados. En ningún lugar se nota tanto esta falta de contacto
humano como en nuestros modernos hospitales. En general, nos
comportamos como si se pudiera
prescindir de estos requisitos básicos de
la existencia humana. Lo cierto es que ningún avance tecnológico podrá
reemplazar jamás lo que es básico en nuestra naturaleza humana. Creo que muchas
personas están comenzando a caer en la cuenta de esto; y es esto
también lo que se esconde tras el temor y la ansiedad de muchas personas
ante la idea de ingresar en un hospital moderno. Es como si nuestro
inconsciente nos estuviera haciendo una señal de advertencia cuyo significado
es: "Peligroso para el ser humano".
»3. Objetivo en la vida: La evitación de la muerte no es una razón para vivir, y las razones para vivir jamás serán creadas por la ciencia ni por la tecnología. Una persona tiene mayores posibilidades de sobrevivir a una enfermedad grave o catastrófica cuando tiene algo por lo cual considera que vale la pena vivir. Las razones para vivir provienen de otros dominios distintos al de la ciencia; provienen de aquellos dominios profundamente íntimos que nos hacen especialmente humanos. Los buenos médicos lo
saben, aunque no sean capaces de
expresarlo verbalmente. Todos los médicos hemos tenido la experiencia de
asistir a enfermos sumamente comprometidos con algo o alguien, y que
movidos por este compromiso han generado o bien una curación o bien un
largo período de mejoría más allá de lo que hubiera cabido esperar dadas sus
circunstancias. Uno no puede expresar este tipo de acontecimientos en
términos científicos, pero sí que puede apreciar la experiencia de
encontrarse en presencia de una persona tan comprometida.
»4. Disposición a mirar dentro de nosotros. Es verdaderamente
sorprendente la forma en que consideramos
la autoridad externa en
Occidente. Para muchos de nosotros, si lo
leemos es un libro, es verdad, y si lo experimentamos directamente, lo
ponemos en duda. Se nos ha enseñado a desconfiar de nuestra intuición
y de nuestras experiencias humanas básicas. Y sin embargo, la
sabiduría de todos los tiempos ha alentado al hombre a mirar hacia adentro
en busca de las respuestas a los interrogantes más difíciles de la vida. Yo
creo que la trayectoria hacia la curación comienza con una mirada hacia
adentro, hacia nosotros mismos, y con un "llegar a conocer"
nuestras propias verdades y nuestros poderes curativos.
»Me gustaría acabar esta corta exposición
con una breve declaración de mi posición respecto al tema. Yo creo
que la medicina moderna ha aportado enormes avances al bienestar del
ser humano. Sobre esto hay pocas dudas. No obstante, la profesión
médica ha descuidado e ignorado lamentablemente una gran cantidad de esa
humanidad necesaria y vital para nuestra supervivencia como individuos
y como especie. Creo que ahora estamos entrando en una era de
síntesis y de cooperación. Así como
las superpotencias deben aprender a
convivir si hemos de evitar la extinción final en un holocausto, también la
medicina debe aprender a convivir con otras disciplinas que contribuyen al
bienestar. A menos que los médicos se hagan más humildes y aprendan a respetar
otros métodos de curación y de bienestar, continuarán perdiendo el
respeto de aquellos mismos a los que
se han comprometido a servir. Es el
momento para un verdadero holismo.
Es el momento de mirar lo que tiene de
valioso toda tradición y todo enfoque. La ciencia sola ya no tiene
sentido.»
Afirmación para encontrar al médico adecuado
Así como los médicos deben empezar a
respetar las medicinas
alternativas y los enfoques holistas,
nosotros debemos hacernos
responsables de la elección de nuestros
médicos. Los médicos que
atraemos reflejan nuestras propias
imágenes mentales de nosotros mismos y de la profesión médica. Si estás
buscando un médico o estás pensando en cambiar el que tienes, te sugiero que
primero hagas un pequeño trabajo mental. Decide qué deseas en tu relación
con esta persona y luego creas una afirmación; tal vez podrías
escribirla. Algo así como: «Ahora tengo un médico maravilloso. Nos respetamos
mutuamente. Ambos formamos parte de un equipo de curación. Nos resulta
fácil comunicarnos y entendernos. Mi médico me apoya y está convencido de que
puedo sanar. Está informado de las terapias holistas y las apoya. Todo
lo que hacemos unidos contribuye a mi proceso de curación. Amo a mi médico
y él me ama a mí».
Añade cualquier otra cosa que desees tener en tu relación con tu
médico. Luego lee esta afirmación varias
veces al día. También haz
constantemente esta otra afirmación:
«Ahora estoy atrayendo al médico perfecto». Si tienes pensamientos
negativos sobre los médicos en general o has escuchado historias terribles
sucedidas a tus amigos, simplemente di: «Puede que eso sea cierto 'de otros
médicos, pero el mío no es así».
Realiza este trabajo mental positivo para
encontrar al médico que necesitas.
Tutea a tu doctor o doctora. Eso lo pondrá
a tu mismo nivel. No le ocultes ningún aspecto de tu vida. Si él o ella ha
de asistirte en tu senda de curación, debe conocer todas las facetas
de tu vida. Esto demuestra que confías en él. Cualquier médico que se
ofenda por ello es demasiado inseguro para colaborar contigo. Un médico
es un ser humano igual que tú, con ciertos conocimientos especializados,
pero no un ser superior.
Declaración de los Derechos del Enfermo
Mi amigo el doctor Albert Lerner ha
formulado una Declaración de los Derechos del Enfermo, para demostrar que
nosotros, como enfermos, somos responsables de nuestro bienestar.
«Que el enfermo se haga cargo de su
existencia implica todos los
aspectos de su ser y todas las fases de su
vida. La relación entre el médico y el paciente es fundamental.
» 1. Usted tiene la capacidad, con la
información suficiente y el consejo de su médico, de decidir sobre su propio
método de curación.
»2. Usted tiene el derecho a formar una
sociedad con su médico:
a) Comprendiendo la importancia de que se
le escuche con atención.
b) Expresando claramente el propósito de
su visita.
c) Manifestando claramente otras
necesidades distintas al problema inmediato. Por ejemplo:
necesidades a largo plazo, como apoyo y consejo para mantenerse sano.
d) Compartiendo con el médico su
naturaleza emocional y explicándole la forma en que te lo arregla
con el estrés. Hágase las siguientes preguntas:
- ¿Reprimo o manifiesto los sentimientos
de amor, rabia o tristeza?
- ¿Qué pasa en mis relaciones personales y
de trabajo? ¿Cómo las
afronto?
»3. Usted tiene derecho a saber lo que piensa y cómo es su médico:
a) ¿Cuáles son sus ideas filosóficas sobre
la curación?
b) ¿Sabe dialogar?
c) ¿Cómo reacciona ante la crítica
positiva?
d) ¿Se muestra a la defensiva, crítico y
duro, o abierto y
accesible?
e) Cuando va a visitarlo, ¿siente usted
que le mete prisas, que lo
desanima, que lo rebaja?
»4. Desmitifique la medicina. Usted tiene derecho a conocer:
a) Cómo se llega al diagnóstico.
b) Cuáles fueron los resultados de los
análisis y qué significan.
c) Qué otras cosas se descubrieron.
d) El plan de tratamiento. Asegúrese de
que sea el menos agresivo.
e) Los efectos secundarios, si los hay,
referentes a todo tipo de
medicamentos.
«5. Finalmente, esté dispuesto a expresar sus inquietudes. No se
intimide.»
Hay muchos médicos maravillosos, que se preocupan y apoyan, que se informan y son amables, que realmente están interesados por tu bienestar, que son abiertos y receptivos a muchas formas de curación. Y tú los puedes encontrar, especialmente si te amas. Hay un número cada vez mayor de médicos, como el doctor Bernie Siegel, que se dan cuenta de que el enfermo tiene mucho que ver en la aparición y la curación de una enfermedad. Estos médicos están dispuestos a superar las limitaciones de la práctica médica estándar y a incluir al enfermo en el proceso de curación.
Estos médicos creen en el trabajo de
equipo.
Tratamiento.
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y
vamos a vivirlo con alegría.
Soy un ser valioso y amado por el
Universo. A medida que aumento el amor que me tengo, también el Universo lo
refleja, aumentando el amor que recibo cada vez con mayor abundancia. Sé
que el Poder Universal está en todas partes, en cada persona, lugar y
cosa. Este poder amoroso y curativo fluye a través de la profesión médica y
está en cada mano que toca mi cuerpo. Sólo atraigo a personas altamente
evolucionadas en mi senda de curación. Mi presencia hace surgir las
cualidades espirituales y curativas de
cada médico. Los médicos y las enfermeras
están sorprendidos por sus dotes curativas al trabajar en equipo
conmigo. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo,
y todo está bien en nuestro mundo.
17. Las instituciones médicas
Afirmación: «Cada mano que me toca tiene el poder de curar».
Los hospitales
Se ha comprobado que los mejores índices de recuperación entre las
personas que padecen cáncer se dan entre aquellos enfermos considerados «malos» o «difíciles». El enfermo que se somete dócilmente a todo lo que se le
hace, sin preguntar ni objetar, es a menudo aquel que no lo logra. Si te
encuentras en un hospital, haz todo lo posible por cuidar de ti. Pide una habitación con
ventana y
con buena vista. Haz preguntas e insiste en obtener respuestas. No te
sometas a ningún tratamiento a no ser que sepas por qué se hace. Lleva contigo una
cinta magnetofónica para grabar tus conversaciones con el personal médico. Tú
pagas el servicio y tienes derecho a preguntar. ¿Es este tratamiento el
correcto para tu
cuerpo, o es que están haciendo simplemente lo que hacen con todo el
mundo?
Si te encuentras demasiado mal para defender tus intereses, lleva
contigo a un buen amigo. Preocúpate también de tener todo lo que necesitas. Llévate
cintas para el magnetófono: con música que sea de tu agrado, con ejercicios de relajación, con fantasías guiadas especialmente dirigidas a la curación,
etc.
Aprovecha este tiempo para estudiar y aprender. Haz visualizaciones,
escribe afirmaciones. Llévate algunos objetos personales que embellezcan tu
habitación, y pijamas o camisetas para usar en lugar de las batas del hospital.
Procura que alguien te lleve alimentos nutritivos para complementar la dieta del
hospital. Ten siempre a mano fruta fresca.
Encuentra una forma positiva de colaborar con los médicos y sus tratamientos. Si deseas seguir este camino, recuerda que tu disposición a participar en la acción del tratamiento es un requisito indispensable. Cuando tomes el medicamento, siente que es por tu bien. Nunca pienses en los efectos secundarios que ha producido a otras personas; tú sólo sabes el bien que te va a hacer a ti.
Esto te resultará más fácil si haces una afirmación, siguiendo un ritual
diario, o semanal, cada vez que toma el fármaco. Podrías decir algo así: «Este es
el tratamiento perfecto para mí, y dará resultado y me hará sentir
maravillosamente bien». Es importante no aceptar nunca de mala gana las advertencias de
la comunidad médica ni sus tratamientos. Muchos tratamientos químicos han
puesto fin a una serie de enfermedades.
Los medicamentos
Consulta a tu médico antes de emprender cualquier tratamiento químico.
Muchos medicamentos están aún en fase experimental, y podrías poner
innecesariamente en peligro tu salud.
Ten presente que la ciencia siempre está tratando de encontrar una
toxina que mate la enfermedad y no al paciente, de modo que infórmate sobre los tratamientos alternativos. Hay muchas terapias holistas que han
contribuido eficazmente a la recuperación de personas con toda clase de
enfermedades.
También puedes colaborar en el proceso curativo de otras personas,
simplemente visitándolas en el hospital. Saber cómo tratar a una persona enferma es
una puerta hacia la alegría y la curación de todas las personas implicadas.
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Bienes desconocidos e inesperados acuden a mi encuentro hoy. Yo soy muchísimo
más que las reglas y las normas. Existe un número cada vez mayor de médicos iluminados y que se encuentran en el camino espiritual. Atraigo ahora a
estas personas dondequira que yo esté. Mi atmósfera mental de amor y
aceptación es un imán para los pequeños milagros en cada momento del día. Donde estoy
hay una atmósfera curativa que bendice y da la paz a todo el mundo. Somos
uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien
en nuestro mundo.
18. Cuando un ser querido está enfermo
Afirmación: «Mi corazón se abre a un nivel más profundo».
Si un amigo tuyo tiene una enfermedad grave
Si alguno de tus amigos padece una enfermedad grave, exprésale tu amor llamándolo diariamente por teléfono si puedes, escribiéndole, o si vives
cerca, visitándolo con frecuencia y ofreciéndole tu ayuda. A veces las tareas
más sencillas pueden resultar una gran carga para las personas enfermas.
Ofrécete a tu amigo para hacerle recados y tareas domésticas. Llévalo al médico, o acompáñale a excursiones que se adapten a su nivel de energía. También
podrías apuntarte a algún grupo de apoyo y aprender cómo ayudarlo al mismo
tiempo que te ayudas a ti. Ámate y ámalo incondicionalmente; sé amable contigo
mismo y con él.
Si un familiar tuyo está enfermo.
Si te enteras de que algún familiar tuyo está enfermo, haz lo imposible
para que sepa que lo amas y que deseas apoyarlo en todo. Él necesita que se lo
digas. El amor y el apoyo que le ofrezcas serán de más utilidad que cualquier
medicamento.
Se trata de una gran oportunidad. Si hay algo que le has ocultado, o si
te quedan algunos viejos agravios, ahora es el momento de hablar de ello con él,
de forma racional, para poder luego olvidarlo todo. Es muy importante encontrar
apoyo y amor en la familia.
Cuando un niño está enfermo
Con el fin de comprender plenamente a los niños y la enfermedad, debemos aprender a ampliar nuestra visión del mundo y hacerla más cósmica. Los
niños se encuentran bajo la influencia de la conciencia de los adultos que los
rodean.
Adoptan con facilidad las pautas de pensamiento de su entorno y
responden a esas pautas. Una de las formas más rápidas de sanar a un niño es sanar
las pautas de pensamiento de los adultos. El niño adquirirá rápidamente el
cambio de conciencia y lo reflejará con una mejoría de su salud.
Verdaderamente creo que escogemos a nuestros padres. Escogemos a los
padres perfectos para proporcionarnos el tipo de experiencia que necesitamos en
este momento de nuestra evolución espiritual. Las almas nuevas eligen experiencias fáciles, algo así como ir al jardín de infancia. Las almas antiguas
escogen experiencias más difíciles para sus lecciones de aprendizaje. Los niños
que tienen
enfermedades muy graves, en mi opinión, han escogido estas experiencias
antes de encarnarse.
A veces, cuando llegamos a este mundo, no necesitamos una vida muy larga
para aprender nuestra lección. Puede que necesitemos sólo unas pocas horas o
unos pocos meses o años, y ya está. Vivimos muchísimas veces. Cada vida es diferente. Experimentamos cada vida desde un punto de vista distinto. Si
no
sabemos manejar nuestras experiencias en una vida, lo equilibramos en la siguiente. Si en una vida somos violadores, en la siguiente seremos
violados. Hay muchísimos buenos libros que hablan de la reencarnación. Investiga por
tu cuenta.
Esto no significa que hayamos de endurecer nuestro corazón hacia las
personas y decirles: «Bueno, pues, te lo mereces porque bien te lo ganaste en otra
vida». No es eso lo que quiero decir de ninguna manera. Necesitamos ayudarnos unos
a otros a trascender nuestras viejas pautas negativas. Lo que intento
mostrarte es una visión de la vida más amplia, para que te des cuenta de que todo
momento que vivimos es importante. Todo lo que decimos, hacemos y pensamos tiene significado, y de ahí que necesitemos sanar nuestra vida ahora.
Si un hijo tuyo está enfermo, permanece a su lado. Di a todos tus
familiares y vecinos cuánto amas a tu hijo. No te preocupes por lo que «ellos» puedan
pensar o sentir. Avanzarás muy lejos en tu propio camino de crecimiento
espiritual. Todos los grandes maestros desde los inicios de la historia hablan del amor
incondicional: saber amar incondicionalmente es la lección más grande
que hay que aprender en la vida. Levantamos muchos obstáculos para la plena
expresión de este amor, pero todos ellos son superables. Si en todas las
situaciones procedemos desde el espacio de amor de nuestro corazón, nos elevamos por encima de los juicios y nada puede dañarnos.
Tratar a un ser querido como «mercancía defectuosa» o como «pecador», o decirle que «se lo merece», no contribuirá a la curación de nadie. No
tenemos tiempo para entretenernos en conceptos tan limitadores. Estamos en este
planeta para ayudarnos mutuamente y para hacer de él un mundo de amor, de paz y
de
curación.
Visitas en el hospital
No es fácil disponer de tiempo para hacerlo, pero visitar a los enfermos
en el hospital se está convirtiendo en algo bastante común. Algunas personas
visitan diariamente a amigos íntimos y otros seres queridos que están pasando
por intensas experiencias físicas. Son momentos bastante violentos para
todos.
Tenemos pocas guías de conducta a las cuales ceñirnos, y es difícil
saber qué hacer por el enfermo que realmente le sirva de ayuda.
A medida que aumentan nuestros conocimientos sobre nutrición,
comprendemos que no es lo más conveniente para el enfermo que le llevemos caramelos o bombones. Si le llevamos alimentos o bebidas, es mejor que se trate de
productos naturales, de calidad. La fruta fresca y los zumos de fruta fresca son
mucho más saludables para el cuerpo que los dulces y los refrescos industriales.
El zumo de zanahoria fresco es un buen complemento de la comida del hospital.
Cuando visitamos a una persona en el hospital tenemos que pensar: «¿Qué puedo hacer para colaborar en su proceso de curación?», «¿Cómo puedo aliviarla?». Tal vez le gustaría que le leyesen algo en voz alta.
Podrías llevarle una cinta con alguna grabación positiva e incluso un grabador para
escucharla si no lo tiene. El tiempo transcurre con lentitud para las personas
hospitalizadas, y cualquiera de la muchas cintas para levantar el ánimo que hay
disponibles puede ayudarles a hacer de ese tiempo una experiencia positiva. También deja
el recuerdo de tu solicitud cuando ya no estés allí.
Recuerda, lo más importante es tu presencia. No necesitas ser ingenioso
ni extraordinariamente animoso. Es suficiente con que te acerques al
enfermo y digas: «Te amo y deseo darte un poco de energía positiva». Y luego
tócalo. La «imposición de manos» se ha utilizado desde el comienzo de los tiempos.
Es un gesto natural cuando a alguien le duele algo. Hasta con nosotros mismos,
si nos
hacemos una herida o alguna magulladura, inmediatamente colocamos la
mano sobre el lugar para «aliviarlo». Este dar y recibir energía es una
bendición para ambas partes.
Cuando visito a alguien en el hospital me gusta hacerle masajes en los
pies.
Generalmente esto es de lo más apreciado. Pide permiso primero y luego
masajea suavemente los pies del enfermo. No es necesario ser un experto. Sigue simplemente las instrucciones de tu propio guía interior. Lleva una
loción para las manos con este fin. Éste es probablemente el mejor regalo que le puedes
hacer a alguien que se encuentre hospitalizado: atención amorosa y energía
relajante. Los
reflexólogos aseguran que los pies llevan energía a todas las partes del
cuerpo, y que al masajear los pies se beneficia todo el cuerpo.
Y también te da algo que hacer y así no tienes que estar allí sin saber
qué decir, incómodo, tratando de pensar en las palabras apropiadas.
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Siento tanto amor que podría sanar a todo el planeta. Ahora hago que este amor salga
a la superficie para poder usarlo en beneficio de mis seres queridos. Estoy
rebosante de apoyo y de esperanza, y sé que puedo ofrecer mis servicios de
muchísimas
maneras. Estoy aquí para amar incondicionalmente, y ahora tengo la
oportunidad de hacerlo. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y
a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.
19. La muerte
Afirmación: «Estamos en paz con el ritmo y el flujo de la vida».
No tenemos todas las respuestas. En realidad, conocemos muy pocas. Una de las cosas que necesitamos lograr es estar en paz con nosotros mismos, estemos donde estemos y pase lo que pase, y saber que la muerte no es un fracaso. Es una de las experiencias que tenemos en la vida. Y, como he repetido tantas veces, cuando nos morimos es que ha llegado nuestra hora. Francamente creo que
hacemos un pacto con nuestra alma acerca de cuándo nos iremos.
Tenemos la idea de que estamos aquí para vivir mucho tiempo, pero en
realidad estamos aquí para experimentar la lección que vinimos a aprender en esta
vida, y luego avanzamos hacia una dimensión mucho más libre, o puede ser que nos reencarnemos enseguida. La muerte está justo en el otro extremos de
nuestro
nacimiento. Por la puerta del nacimiento llegamos a este planeta y por
la puerta de la muerte lo abandonamos, y todo esto es natural. Nos hemos estado ocultando de la muerte durante mucho tiempo, no queriendo hablar ni saber nada de
ella. Y de pronto nos vemos ante la necesidad de tratar de este tema y de
comprender que será adecuado que nos vayamos cuando llegue el momento de hacerlo.
También es preciso recordar que la muerte no es un castigo ni un
fracaso. La muerte es el igualador fundamental, es el sanador fundamental. La muerte
es la forma en que abandonamos el cuerpo cuando ya no nos sirve, la forma en
que abandonamos el mundo físico. Así como venimos a este planeta muchas
veces y tenemos muchas experiencias diferentes, también dejamos el planeta de
muchas formas y a distintas edades. Las cosas no son buenas ni malas,
simplemente son.
Si tienes una enfermedad grave y decides que es mejor abandonar esta vida pronto, hazlo con alegría y también con amor. Tranquilízate al respecto. Comparte tu tranquilidad y tu paz con aquellos' que te rodean. Hazles saber lo que puede ser una muerte con amor. Si te asusta la muerte, lee el libro del doctor Raymond
Moody Vida después de la vida. Nos ofrece muchos ejemplos de personas
que han tenido experiencias de casi muerte y han vuelto. Todas hablan de un
lugar lleno de amor y luz. La experiencia cambió su visión de la vida y les
quitó el miedo a la muerte. Es un libro muy hermoso y reconfortante.
Desearía que hubiera muchas más personas recuperándose. En realidad encuentro muy pocas que estén dispuestas a asumir el compromiso de
curarse a sí mismas. Se necesita determinación para comprometerse en un cien por
ciento, al menos entre seis meses y un año. Escucho repetidamente: «Bueno, hago
algo de trampa en la dieta». ¿Trampa a quién? Cuando se trata de una
situación de vida o muerte no hay tiempo para trampas.
Cuando entro en las salas de los hospitales y veo las botellas de
refrescos, los pasteles de chocolate y las cajas de caramelos, me dan ganas de llorar.
Sí, cuesta algún trabajo este asunto de ponerse bien. Sí, obliga a
cambiar el estilo de vida. Sí, puede que exija hacer nuevas amistades. ¿Lo vales? ¿Te amas
lo suficiente? ¿Tienes alguna razón para vivir? ¿Cuál?
Algunas personas se sirven de su enfermedad para abandonar el planeta.
Se han creado una vida que al parecer no se puede enderezar, de modo que
prefieren irse ahora para poder actuar más positivamente en otra ocasión.
Llega un momento en la vida de cada persona en que debe aceptar que la
muerte está ahí, que ha llegado su hora. Necesitamos estar tranquilos y en paz
en ese momento, cuando quiera que sea. Debemos aprender a aceptar la muerte y
la experiencia que nos ofrece.
El proceso de duelo
Está bien enfadarse. Es normal sentir rabia cuando alguien a quien uno
ama se va. A veces nos sentimos culpables por ello. Pensamos: «No debería
sentir rabia».
Pero la sentimos y es correcto.
No estamos acostumbrados a convivir con la experiencia de la muerte. Es
una experiencia para la cual no estamos preparados. Hemos estado esquivando
la idea de la muerte durante mucho tiempo y ahora de repente está aquí, en
medio de nosotros. Lo único que podemos hacer es ayudarnos mutuamente, tender
una
mano y decir: «Estoy aquí para ayudar».
El proceso de duelo dura al menos un año. Hay que pasar por todas las estaciones, porque son muchas las cosas que uno ha hecho con esa
persona, y cada estación trae nuevos y dolorosos recuerdos. Pasado un año, el dolor comienza a disminuir.
He oído a muchas personas lamentarse de que éste o aquél está
«haciéndolo todo» y aún continúa enfermo, o que ése y aquél «lo hicieron todo» y sin
embargo murieron. Esta actitud viene a ser algo así como decir: «¿Para qué
intentar cambiar mi vida si igual puedo morir?». Creo que esta es una visión muy
limitada de la vida.
Todo el mundo se muere. Esto es algo que muchos de nosotros no queremos aceptar. Los árboles, los pájaros, los peces, los ríos, e incluso las
estrellas, todo muere, y nosotros también. Y todos en el momento y el lugar adecuados.
Pienso que todos venimos a este planeta para aprender a crecer. Cuando nuestra
clase particular ha acabado, nos vamos. Hemos hecho un pacto con nuestra alma,
y ella sabe cuándo es el momento oportuno para irse.
Si miramos nuestra vida desde el punto de vista de una víctima, y consideramos la muerte como un fracaso o un castigo, entonces ciertamente tendremos un sentimiento de desesperanza y derrota. No obstante, este es para nosotros un momento de crecimiento, y nuestro objetivo no ha de estar limitado a añadir unos pocos días o meses a nuestra vida. ¿Con qué objeto vivir más tiempo si no mejoramos la calidad de nuestra vida?
Está bien morir
La enfermedad no es un fracaso. La muerte no es un fracaso. Son
experiencias de vida. La muerte es un método para nacer en la siguiente fase de una vida
que durará siempre. Cuidar de nosotros lo mejor posible, aprender a disolver
el resentimiento, perdonar a los demás y perdonarnos a nosotros mismos, amarnos incondicionalmente, todo esto nos capacita para vivir la experiencia de
la enfermedad o la muerte de forma tranquila, en paz, de la manera
adecuada.
Algunas personas dicen: «Bueno, si hicieras todo esto, no te pondrías
enfermo».
Sí, es posible. Podríamos llegar al punto en que nunca generaríamos nada desagradable para nosotros mismos. Oí decir al Dalai Lama: «Si
tuviéramos bastante amor, no necesitaríamos ninguna hierba del Tíbet». Y sin
embargo, si realmente llegáramos a ese estado de amor total e incondicional, podría
ser que
ya no necesitáramos regresar a este planeta, puesto que estamos aquí
para aprender a amar. Las formas socialmente aceptadas de morir son la
enfermedad y los accidentes. De modo que los creamos para poder abandonar este mundo.
Al parecer también olvidamos la ley de causa y efecto, es decir, que lo
que se da se recibe. Nuestros pensamientos, palabras y obras regresan a nosotros
como experiencias. Una enfermedad repentina podría ser algún viejo asunto que
vuelve para que nos ocupemos de él. Y la lección podría ser: ¿cómo vamos a
ocuparnos de él? ¿Caemos en seguida en las viejas pautas de culpa? ¿Sentimos que
no valemos nada? ¿Nos castigamos por haber tenido una experiencia
desagradable?
Todo momento es un tiempo de aprendizaje y de crecimiento. Si hemos
estado aprendiendo a amarnos a nosotros mismos, periódicamente nos haremos un examen para ver si es verdad y cuánto hemos avanzado. ¿Cómo sabemos si realmente nos amamos a nosotros mismos si no pasamos por una situación
en la cual nos hubiéramos condenado y reprendido en el pasado? ¿Nos tratamos
ahora con amor y suavidad?
He visto llegar a mi grupo a personas solitarias, amargadas y asustadas.
A los pocos meses de trabajo se han convertido en personas amorosas y
dispuestas a perdonar, no totalmente, pero mucho más que al comienzo. Entonces han
sufrido un recrudecimiento de la enfermedad, sólo que esta vez ha sido muy
diferente.
Estaban mucho más tranquilas y en paz, y se trataban con mayor suavidad
a sí mismas. Estaban rodeadas de muchas personas amables que las asistían en aquella experiencia. Algunas incluso han tenido que poner freno a las
visitas, tantas personas deseaban manifestarles su amor y su deseo de ayudar.
He visto a otras personas pasar por la experiencia de la muerte tan
acompañadas y alentadas por gente cariñosa que estaban realmente sorprendidas. Fue
preciso que pasaran por la agonía para darse cuenta de cuántas personas las
querían de verdad, cuántas personas estaban dispuestas a dedicar gran parte de su
tiempo a cuidarlas. Fue alto el precio que tuvieron que pagar para enterarse.
Podrían
haberlo aprendido mucho antes y de forma más fácil. Podemos permitir que
nos llegue el amor en cualquier momento. Podemos hacer nuestra vida más rica
y plena ahora mismo.
La enfermedad no es un fracaso. La muerte no es un fracaso. Son
experiencias por las que pasamos. La forma en que las experimentamos depende de
nuestro crecimiento interior. Hacer las cosas correctamente no significa que uno
nunca vaya a tener problemas. Significa que uno va a enfrentarse a ellos de
otra manera.
En lugar de convertirse en «tragedias», van a ser simplemente algo que
«sucede».
Y por mucho que uno se ame a sí mismo, va a abandonar este planeta algún
día, va a morir. El estado mental en que se encuentre cuando llegue el
momento tiene mucho que ver con su disposición a aclarar viejos asuntos antes de irse.
Cuanto antes aclaremos viejos asuntos (perdonar a la familia, estar en
paz con nosotros mismos, amarnos tal como somos, dejar que otros nos amen...)
antes podremos disfrutar de nuestra vida.
Todos tratamos de tener un criterio amplio de la vida, de comprender la perspectiva de conjunto que nos ofrece la metafísica. Hacemos todo lo
que podemos con el entendimiento, el conocimiento y la sabiduría que
poseemos en cada momento. Crecer y cambiar no es fácil. A la mente le gusta
instalarse,
permanecer inalterada. Saltará a la primera oportunidad para resistirse
a la nueva forma de pensamiento.
Sin embargo, tú puedes tener el control de tus pensamientos. No te dejes gobernar por la mente. No tenemos que saltar hacia atrás y volver a las
viejas formas de pensamiento simplemente porque aparece un contratiempo. No permitas que la mente encuentre otra forma de resistirse ni que te
trastorne.
Que tus objetivos sean la paz mental y la mejoría de la calidad de tu
vida hoy, en este momento. ¿Cómo podemos amarnos más? ¿A quiénes más podemos perdonar? Creo que lo más importante que nos llevamos con nosotros
cuando abandonamos el planeta es nuestra capacidad de amar. ¿Cómo podemos aumentar esa capacidad?
Cómo afrontar las muertes múltiples
Hemos notado que las personas de nuestro grupo de apoyo a los enfermos
de sida ingresan en el hospital o abandonan este planeta en oleadas. Todo
está tranquilo, y de pronto, varios empeoran, o mueren uno tras otro. Esto
siempre es doloroso para el grupo. Nos alegramos cuando uno se pone bien, y nos entristecemos profundamente cuando nos vemos de nuevo ante nuestras
propias
vulnerabilidad y mortalidad.
Otra vez nos enfrentamos al temor. Surge la rabia frustrante, y tenemos
que hacerle frente. Es muy dañino acumular dentro las emociones, y entonces
es cuando más sirven los grupos de apoyo. Podemos volvernos los uno hacia
los otros.
Joseph Vattimo, que trabaja en estrecha colaboración conmigo y ofrece un enorme apoyo, a veces se siente avasallado por las emociones, igual que yo.
Entonces nos echamos el uno en los brazos del otro y sollozamos
desconsoladamente. Después de echar fuera estos sentimientos de rabia y desesperación, volvemos al trabajo, porque hay mucho que hacer.
He visto marcharse a muchas personas en los últimos años, y he notado
que aquellos que sienten más dolor y sufrimiento al irse, son los que se
tienen más odio a sí mismos y sienten más culpa. La culpa y el odio a uno mismo van
de la mano. La culpa siempre busca el castigo, y el castigo genera dolor.
Estas personas no han querido olvidar el dolor del pasado. Además, puede que
tengan
una visión terrorífica del más allá.
Si nos han educado en una religión que insiste en el fuego del infierno
y aún elegimos creer en ello, entonces lo más probable es que la muerte nos
aterrorice.
Aquellos que han pasado por la experiencia de la muerte y luego han
vuelto, la describen como una hermosa experiencia. Y dicen que jamás volverán a
tener miedo de morir. Creo que es bueno reunir la mayor información posible
sobre todos los aspectos de la vida, incluida la muerte.
Generalmente, las personas que se van tranquilas y en paz, aceptando plenamente la muerte, han puesto en orden sus asuntos, han disuelto sus
viejos resentimientos y han perdonado. Con frecuencia han sanado las
desavenencias con su familia y están en paz con ellas mismas. Han aprendido a amarse y aceptarse tal como son. Tienen un concepto positivo de la muerte, y
saben que
esta vida no es sino una etapa en su eterno viaje.
Algunas personas son rechazadas totalmente por su familia y mueren en
total soledad y llenas de temor. Todos necesitamos a nuestros padres en
momentos de estrés. Necesitamos que ellos nos sostengan y nos digan que todo irá
bien y que estamos a salvo.
En situaciones como esta, nuestro grupo de apoyo puede hacer mucho bien.
Puede ser la familia suplente, aportando amor y satisfaciendo
necesidades. Nosotros podemos ser nuestros propios padres.
Nuestro grupo de apoyo puede ser también de gran ayuda a las familias
mismas que están asustadas y confundidas y muchas veces lo ignoran
prácticamente todo del tema.
Testamentos de Vida
El Testamento de Vida es aquel por el cual se expresa hasta qué punto se
acepta que los hospitales empleen medidas heroicas, mecánicas o manuales, para mantener vivo el cuerpo.
A veces el cuerpo llega a un punto en que ya no vale la pena seguir
luchando. El hospital siempre tendrá alguna forma más para forzarlo a vivir unas
pocas horas o días más allá de este punto. ¿Deseas soportar eso? Este es un asunto que
hay que considerar, hay que decidir cuando aún se está en buena forma. Si
uno se
retrasa demasiado, puede que no esté en condiciones de tomar la
decisión.
En el Testamento de Vida también debe constar quién tomará la decisión.
A veces es mejor que tome la decisión algún amigo que conozca bien la situación
y no uno de los padres si acaba de llegar y no sabe nada.
Todos morimos. Creo que así como todos hemos nacido muchas veces,
también hemos muerto muchas veces. La muerte no es una vergüenza, ni un castigo,
ni un fracaso. No somos malos ni incapaces si, aun tratando de sanar nuestro
cuerpo, nos morimos. Es la forma natural de irse de este planeta, así como el
nacimiento es la forma natural de llegar a él. Tenemos muchas oportunidades de
hacerlo, y podemos escoger entre múltiples maneras. Con frecuencia el proceso de la muerte es más fácil que el del nacimiento. Cuando nacemos tenemos que
luchar y abrirnos camino por el canal del nacimiento. Cuando morimos, sencillamente nos dejamos ir y nos deslizamos hacia la luz.
He visto muchas muertes hermosas y pacíficas, de personas que han
arreglado sus asuntos con los demás y consigo mismas y saben que la muerte es una experiencia positiva. Ven claramente la luz cuando están preparadas para
irse y saben cuánto amor las espera. También he presenciado muertes dolorosas,
de personas que tienen miedo y no desean irse. Tal vez es que creen en el
demonio
y en el fuego eterno.
Si te toca ayudar a un amigo o a otro ser querido a pasar por esta
ocasión especial, haz todo lo que esté en tu mano para que sea una experiencia
de alegría. Escúchalo, facilítale la expresión de todo lo que desee decir.
Aliéntalo.
Tómale las manos, masajéale los pies. Dile cuánto lo amas. Hazle saber
que
entrará en la luz y será recibido con gran amor. No hay nada que temer.
Hazle saber que está a salvo y que lo hará perfectamente.
Todos llegamos a esta vida en mitad de la película y nos vamos en mitad
de la película. No hay un tiempo correcto ni un tiempo equivocado, sólo
nuestra hora.
Todo está en el Correcto Orden Divino y sucede en el punto justo del
espacio y el tiempo. Nunca perdemos nada ni a nadie. Siempre estamos conectados a
algún nivel.
Ten siempre en tu mente este amor y esta conexión, aun cuando estés
pasando por el proceso de duelo. La muerte no es el fin de nuestra relación con
esa persona. Más bien, si la interiorizamos, somos capaces de profundizar en
nuestra vida y de guiamos a nosotros mismos por el sendero de la aceptación y
del amor.
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivido con alegría.
Aunque caminemos por el valle de las sombras de la muerte, estamos en paz.
Porque sabemos que tanto la muerte como el nacimiento son experiencias de la
vida normales y naturales. Ahora estamos rodeados de amor, y cuando dejemos
este planeta seremos liberados por aquellos que nos aman. A su vez, nos darán
la bienvenida con alegría aquellos que nos esperan con los brazos abiertos y amantes. El amor infinito se extiende más allá del Universo y más allá
de la propia muerte. La conciencia es eterna y también lo somos nosotros. Somos uno
con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en
nuestro
mundo.
20. Terapias alternativas
Afirmación: «Puedo nutrir mi organismo con amor».
Si has decidido elaborar un programa de terapias que te ayuden en tu
proceso de curación, tienes varias áreas donde explorar. Todas estas terapias han demostrado ser beneficiosas para algunas personas. Sin embargo, cada
cuerpo es diferente: busca entre estas diversas alternativas hasta encontrar
las que te sirvan. Sí, eres tú quien ha de hacerse cargo de esto. Tienes que estar
en contacto con tu cuerpo y decidir qué terapias te van mejor.
Si aún sigues tomando drogas y te excedes en el alcohol, ahora es el
momento de parar. Debes eliminar las toxinas de tu organismo. Entre estas toxinas
se encuentran los fármacos no prescritos, diversos productos químicos, las infecciones, los parásitos, e incluso algunos aditivos para los
alimentos.
La nutrición
La nutrición es una parte esencial del proceso curativo. Para la mayoría
de nosotros, criados con la dieta estándar norteamericana, es una
revelación enterarnos de las propiedades curativas o dañinas de los diversos
alimentos y bebidas. Puede ser muy perjudicial para el cuerpo comer alimentos
congelados o enlatados, platos preparados, pasados por el microondas, alimentos que
contienen conservantes químicos... Estos alimentos no nos convienen
cuando estamos sanos y poco a poco van contribuyendo al deterioro de nuestro organismo. Y si estamos enfermos obstaculizan la capacidad del cuerpo
para sanarse a sí mismo.
Casi todos los dietistas están de acuerdo en que para mejorar nuestra
dieta es necesario limitar el consumo de azúcar, bebidas gaseosas, productos
hechos con harina blanca, productos lácteos y carne roja. Y también los alimentos
elaborados con levadura, especialmente si se tiene una infección por hongos. Se
trata de
alimentos que nutren muy poco y contribuyen a la aparición de problemas.
También todos los dietisas están de acuerdo en que hay que consumir preferentemente alimentos frescos tales como verduras, fruta, cereales
integrales (arroz, cebada, avena, centeno, trigo, alforfón, quinoa, mijo) y algo de
pescado y aves. Estos alimentos frescos contienen propiedades vivificantes. A las
células del
cuerpo les agrada recibirlos porque incluyen todos los elementos
necesarios para reparar y renovar las células y los órganos. Es mejor comer en casa.
Ámate lo suficiente como para preparar tu propia comida. Asegúrate de que tu
nutrición es la correcta, de que comes lo que necesitas. Rara vez encontrarás la
comida adecuada en un restaurante. Nútrete y aliméntate con amor y buenos
alimentos. Te lo mereces.
Si has publicado muchas obras que tratan del tema de la nutrición. En mi
opinión una de las mejores es El poder curativo de los alimentos de Annemarie
Colbin2.
Es un libro muy útil si se quiere seriamente aprender la relación entre
los alimentos y el cuerpo, pero naturalmente, no es el único disponible.
Las vitaminas y los minerales son un buen complementos pero no te
recomiendo que vayas a un establecimiento de alimentación dietética y adquieras
complejos vitamínicos así como así. Es necesario que te pongas en contacto con un
buen dietista o herborista para que elabore un programa adaptado a tus
necesidades
particulares. Puede que no sepas lo que realmente necesitas, así que
consulta con alguien que sí lo sepa.
Para nosotros los norteamericanos, no es nada nuevo esto de los malos
hábitos alimentarios. Vamos ya por la segunda generación de la Gran Dieta
Americana, y pienso que lo que solemos comer no nos alimenta. Sobre este planeta hay
toda clase de frutas, verduras y cereales para conservar la vida de la mejor
forma posible. Nos hemos alejado de estos alimentos naturales y nos hemos
convertido
en una cultura en la que predominan los alimentos sintéticos. A muchas
personas les parece normal vivir a base de bebidas gaseosas, pasteles y comidas preparadas, enlatadas o empaquetadas, que son muy poco nutritivas.
Los primeros niños que fueron criados con esta clase de dieta ya han
crecido y tienen hijos, que a su vez se están haciendo adultos, y su organismo no
es nada resistente ni vigoroso, su sistema inmunitario no es tan fuerte como el
de las personas que hace unos 25 años tenían su edad.
Puedes objetar: «Bueno, pero entonces, ¿por qué continúa creciendo la expectativa de vida?». Esto se debe a la capacidad de la medicina de
obligar al cuerpo a existir durante más tiempo, no a la buena alimentación.
Física y psicológicamente, los malos hábitos alimentarios se transforman
en más estrés. ¿Cuántas veces no has contemplado un restaurante de platos
rápidos y pensado para tus adentros: «¡Puaj!»? La basura es basura y sabemos
reconocerla intuitivamente.
El cuerpo sólo puede aguantar este tipo de estrés debilitante hasta un
cierto punto.
Bueno, pues, ha llegado ese «cierto punto». Un cuerpo normal y sano es absolutamente capaz de cuidarse a sí mismo. Esto se refleja en la
reacción de nuestro sistema inmunitario, que está pensado para echar fuera o
destruir a los invasores. Si lo debilitamos con drogas, alcohol y alimentos que no
alimentan, entonces estamos indefensos, abiertos de par en par a la enfermedad.
Al mismo tiempo que la mala nutrición se hacía la norma, hemos visto estallar la cultura de la droga en nuestra sociedad. Nunca he podido comprender por qué las autoridades permitieron que la droga ganara terreno. Hubiera sido tan fácil aplastarla en un comienzo... Ahora tenemos miles de drogadictos que necesitan
sus dosis y son capaces de hacer cualquier cosa por obtenerlas; entre
otras: robar, asaltar, timar y hasta asesinar. Las drogas y el alcohol se han
convertido en una forma de vida para mucha gente.
Las hierbas medicinales
He notado que para cada enfermedad que crea el ser humano hay una
respuesta en la naturaleza. Todo es cuestión de encontrarla. Si hemos creado la enfermedad, tenemos que encontrar la cura. Las hierbas medicinales son
tan antiguas como el planeta. En los tiempos modernos nos hemos alejado de
ellas para buscar alivio instantáneo a nuestras molestias en los productos
químicos de
las empresas farmacéuticas. No obstante, los fármacos suelen tener
efectos secundarios que pueden ser casi peores que la enfermedad original. Las
hierbas medicinales tardan algo más en producir su efecto. No son simples
supresoras de síntomas. Cuando hacen su trabajo, el cuerpo vuelve al equilibrio y la
salud.
La enfermedad significa que el cuerpo está desequilibrado. Los fármacos suprimen los síntomas; se cuidan del problema inmediato, pero hacen muy
poco para devolver el equilibrio al cuerpo. Y es el desequilibrio el que ha
creado el problema en primer lugar. Las hierbas medicinales van directamente a la
causa de la enfermedad, y cuando ésta se corrige, los síntomas desaparecen
gradualmente.
Las hierbas medicinales pueden servir para desintoxicar el cuerpo, para
mejorar la circulación sanguínea, para tonificar los órganos y realizar muchas
otras acciones curativas. Las hierbas son más lentas que nuestros rápidos medicamentos occidentales, pero no suelen provocar efectos secundarios y además
atacan la
causa del problema. Hay muchos buenos herboristas. Vale la pena
considerar esta terapia alternativa. La tradición china en cuanto al uso de hierbas
medicinales se está dando a conocer más extensamente en la actualidad, y muchas
personas están obteniendo buenos resultados.
La homeopatía
La homeopatía tuvo su origen a finales del siglo pasado, y durante la
primera parte de este siglo su uso estuvo muy extendido en los Estados Unidos. Luego,
con el advenimiento de la medicina alopática, cayó en desuso. La familia real
británica aún emplea exclusivamente medicamentos homeopáticos. Es un sistema
basado
en el uso de sustancias naturales para curar las enfermedades.
La raíz griega horno u horneo significa «lo mismo» o «parecido». Así, en
realidad, la homeopatía es el tratamiento de las enfermedades con sustancias
semejantes a las que las producen. Se supone que para cada enfermedad hay una
sustancia que la cura, una sustancia que «actúa» como o se «parece» a la propia
enfermedad.
El ejercicio
El ejercicio es otro hábito positivo que te conviene adoptar. Es algo
personal, de modo que elabora un programa que te venga bien. El ejercicio también
estimula la energía del cuerpo. Si no lo practicas en exceso, te hará sentir mejor.
Sería magnífico si pudieras realizar una sesión de ejercicios en el gimnasio
tres veces por semana. Media hora de caminata cada mañana o cada tarde es algo muy
bueno para el cuerpo. Sal y muévete si puedes. En casa también puedes
hacer ejercicios sencillos e imaginarte que haces ejercicios mucho más
fuertes. Pasado un tiempo te encontrarás con que eres capaz de realizar estos ejercicios
más enérgicos.
Recuerda que la mente siempre tiene efectos sobre el cuerpo, y que una
rutina de ejercicio mental te ayudará a salvar el bache hasta que puedas seguir
nuevamente a nivel físico.
La acupuntura
Infórmate sobre la acupuntura, ese método chino de cinco mil años de antigüedad basado en el flujo de la energía que recorre el cuerpo. Cuando
enfermamos, nuestra energía suele estancarse. Hay muchos puntos sobre los meridianos
que se utilizan para reforzar y activar nuestro sistema de defensa. Yo
empleo la acupuntura periódicamente para mi bienestar general. Entre sus efectos
positivos tenemos un aumento de la energía y el bienestar, mejores hábitos de
respiración, alivio de los sudores nocturnos y de la diarrea, y el abandono del
alcohol y otras drogas.
El trabajo corporal
Masaje terapéutico
Y, por supuesto, te conviene explorar el masaje terapéutico. Muchos de
nosotros llevamos encima una gran cantidad de miedo y tensión. El masaje relaja
el cuerpo y la mente. Haz del masaje una parte regular de tu vida. Si no te puedes
permitir acudir a un o una masajista profesional, entonces un amigo o una amiga y
tú podéis daros masajes mutuamente. O forma un pequeño grupo de masaje de
tres o cuatro amigos que os vayáis turnando para daros masajes.
Reiki
Se trata de una forma de canalizar la energía divina curativa en las
personas. En palabras sencillas, se trata de la imposición de manos. Nuestras manos
son poderosos instrumentos en el proceso de curación. Todo lo que tocamos
siente nuestra propia energía personal. Y cuando concentramos nuestra energía
en la curación, ésta se realiza. Durante las reuniones de los miércoles,
siempre saco las mesas de Reiki. Algunas de las personas que intervienen son
profesionales y otras simplemente desean colaborar. De todas maneras la energía curativa funciona igual.
Trager
Se trata de otra terapia muy beneficiosa que fue desarrollada por Milton
Trager, un sencillo procedimiento que implica sólo una parte del cuerpo por vez.
Digamos, por ejemplo, que el resentimiento está todo almacenado en el brazo; entonces
el
terapeuta coge el brazo entre sus manos y con ellas lo va meciendo y
sacudiendo, meciendo y sacudiendo, y a medida que esto ocurre, el enfermo comienza a disolver su tensión y su resentimiento. Y así se continúa hasta que se
disuelven todas las negatividades. Es excelente para aprender a liberarse y
olvidar.
Roffing
Es un método más específico y concentrado que el de Trager. Hay gráficos especiales que nos enseñan dónde se almacenan las emociones reprimidas,
los resentimientos, el odio, etcétera. Entonces, mediante un masaje
concentrado en esa zona, reduciendo el lugar de almacenamiento hasta su desaparición,
se va
trabajando gradualmente. Este método fue creado por Ida Rolf, y en su
opinión, requiere un esfuerzo más concentrado e intenso.
El trabajo mental
La curación por medio de los cristales
Durante miles de años se ha conocido y empleado el poder de los
cristales. Desde los antiguos egipcios hasta los eruditos de Grecia y Roma, se ha sabido
que los cristales poseen propiedades especiales que contribuyen a la curación
espiritual y también a la curación física. Básicamente, los cristales almacenan y
amplifican los
pensamientos, la luz y cualquier otro tipo de energía.
Hay incluso un método de curación mediante los cristales, a base de
dirigir específicamente el cristal corrector a la parte del cuerpo que lo
necesita. Aquí, nuevamente, lo único que se precisa es un pensamiento, un pensamiento
positivo de salud, seguridad y salvación, que es todo lo que nos hace falta del
Universo. El
cristal almacena este pensamiento, luego lo lleva amplificado al
Universo, que, a su tiempo, lo reflejará en su curación personal.
Existen muchos libros que tratan de los complejos y diversos aspectos
del uso del cristal.
Actitud mental
Como he dicho repetidamente en este libro, tu actitud mental tiene mucho
que ver
con tu bienestar emocional, que a su vez afecta a la salud de tu cuerpo.
Tu
programa precisará la inclusión del estudio y la práctica de lo que
Gerald
Jampolsky llama «curación de las actitudes», es decir, cambiar la forma
en que
elegimos mirar las situaciones. Infórmate acerca de estudios como Un
curso de
milagros, toma clases del método Silva de control mental o de
autohipnosis.
Extiende tu espiritualidad y comprenderás el aspecto más amplio de la
vida.
Busca a alguna persona a la que puedas ayudar. Sal de ti mismo. Ayudar a
otro es
beneficioso para ambos. Podría ser alguien de tu grupo de apoyo; podría
ser
alguien que no tiene absolutamente a nadie. Sea cual sea tu situación,
puedes
hacer algo por otra persona. Una simple llamada telefónica puede ya
significar
mucho para otra alma dolorida.
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
El alimento espiritual que precisan mi mente y mi cuerpo es un constante flujo de amor.
Me demuestro amor a mí en un sinfín de firmas. Veo expresado este amor en
las cosas que elijo. Lo siento en el amor con que me rodeo. Me amo lo
suficiente
como para alimentarme sólo con comida y bebida nutritivas. Me amo lo
suficiente como para seguir una dieta de pensamientos y actos positivos. Me presto
amante ayuda en todos los aspectos de mi vida. Somos uno con el Poder que nos
ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.
21. Sistemas de apoyo
Afirmación: «Nos amamos y apoyamos mutuamente».
Los grupos de apoyo son muy importantes, en especial cuando tenemos
algún problema. Todos necesitamos amor y apoyo siempre; pero cuando el
problema parece insuperable, entonces el grupo de apoyo es indispensable, es vital.
Un grupo de apoyo puede ser algo tan sencillo como tres amigos que se
reúnen para hablar de forma positiva, o tan grande como mi grupo de West Hollywood,
de seiscientas personas. Tanto si el grupo es grande como si es pequeño,
los principios son los mismos. Yo no era una experta cuando inicié mi grupo.
Pero con los años he aprendido mucho, y quisiera ofrecerte algunas indicaciones
que tal vez te convendría considerar si tienes la intención de iniciar un grupo.
Cómo iniciar un grupo de apoyo
¿Cómo? Sencillamente reúnete con dos o tres amigos y sigue los
principios que leerás a continuación. Si lo haces con amor en tu corazón, el grupo
crecerá, y la gente se sentirá atraída hacia ti como si fueras un imán. No te
preocupes por si encontraréis dónde reuniros cuando el grupo crezca. Ten la seguridad de
que el
Universo hallará la forma.
1. Si el grupo es pequeño, que cada uno se presente al comienzo de la reunión y diga por qué está allí.
2. No pierdas el tiempo en el juego de «qué terrible, ¿verdad?».
3. Reúne información positiva sobre la enfermedad. Fotocopia esta
información para que cada miembro del grupo tenga un ejemplar.
4. Escucháos mutuamente. Que cada persona tenga su oportunidad y su tiempo para participar si lo desea. Que haya intercambio de respuestas
positivas.
5. Cuando alguien tenga un problema, que todos contribuyan con sus
recursos
para encontrar una respuesta positiva.
6. Practica afirmaciones. Créalas para situaciones específicas. Esto
unirá todas las mentes de forma positiva y constructiva.
7. Haz una visualización en cada reunión. Que la dirijan distintas
personas. La visualización puede ser espontánea o leída, o incluso podéis escuchar
una cinta magnetofónica. Asegúrate de que relajas el cuerpo al comenzar.
Las reuniones de los miércoles
En nuestro grupo de apoyo de los miércoles, comenzamos con una
bienvenida.
Luego dedicamos diez minutos para transmitir información. En seguida,
bajamos la intensidad de las luces y cantamos o entonamos un himno durante unos
cinco minutos, seguidos de una corta meditación.
Después de la meditación, se abren las mesas de curación. Tenemos varias mesas plegables y algunas mesas de masaje. Las personas que desean
recibir energía curativa se tienden sobre las mesas y las que desean dar amor y
energía las rodean y colocan las manos sobre ellas. Tenemos varios practicantes
de Reiki que siempre están dispuestos a ofrecer sus manos sanadoras. Las mesas
están
dispuestas durante toda la reunión, y las personas tendidas en ellas
pueden también escuchar todo lo que pasa.
Discusión abierta
Entonces yo hablo durante unos momentos sobre el tema de esa noche. Y
luego dejamos espacio para la participación. Las personas pueden hacer
comentarios sobre el tema de que se trata, o bien contar sus propias experiencias en
ese aspecto. Pueden hacer preguntas o hablarnos de sus problemas. La
discusión
puede tomar cualquier dirección. Yo creo que es esta flexibilidad lo que
hace que esta noche resulte ser exactamente lo que necesitamos. Muchas noches
tenemos magníficos conferenciantes invitados.
Nos concentramos en los principios que yo enseño, básicamente en el de considerar nuestra vida desde el punto de vista de que tenemos el poder
de hacer cambios positivos en ella. ¿Cómo hacerlo? De eso fundamentalmente tratan
las reuniones. Trabajamos muchísimo en disolver los resentimientos, en
perdonar y, lógicamente, en amarnos más a nosotros mismos. Hemos decidido no prestar atención a los mensajes negativos sobre el sida que recibimos de los
medios de comunicación. Y cuando vemos un caso de sida con esta actitud fatalista, recordamos repetirnos a nosotros mismos: «No es verdad que todos estén muriendo. Yo sé de personas que están vivas y sanándose a sí mismas». No podemos ceder ante aquellos que están decididos a considerar el sida
como una enfermedad que mata a todo el mundo. No tenemos por qué estar de acuerdo
con ellos. Bendigamos a los medios de comunicación con amor y sepamos que no tienen poder sobre nosotros. Nosotros decidimos en qué creemos. Creemos
en la vida, en el amor y en la curación.
Hacia el final de la reunión, retiramos todas las sillas contra las
paredes y, o bien nos sentamos en círculo en el suelo tomados de las manos y practicando
la visualización, o bien hacemos lo que llamamos «tríadas curativas».
Las triadas curativas
En las tríadas curativas se trata de que tres personas se sienten juntas
y se quiten los zapatos. Entonces una de ellas se echa en el suelo, otra se coloca
sentada a su cabeza y la otra a sus pies. Hay que procurar que la persona tendida
se encuentre lo más cómoda posible, tal vez con una pequeña almohada o una chaqueta bajo la cabeza, o apoyando la cabeza en el regazo de la persona sentada a su cabeza. Si alguien tiene un cristal, se coloca en la zona
del corazón con la punta hacia arriba: esto da algo de energía extra. Entonces
bajamos la intensidad de la luz y escuchamos música, todo el rato la misma. A mí me
gusta Bamboo Flute, porque tiene ciertas cualidades que yo asocio con la
curación. Nos centramos haciendo unas cuantas respiraciones, y luego entonamos tres
«om»,
aquel antiguo sonido sanador.
Las dos personas sentadas se frotan las manos hasta sentir calor y un
ligero hormigueo en los dedos. Entonces las colocan sobre la persona tendida y simplemente le envían amor y energía sanadora. Todo el mundo lo hace perfectamente, porque nuestra inteligencia interior guía nuestras manos.
Permanecemos de cinco a diez minutos en esa posición, durante los cuales practicamos la meditación o la visualización. Para acabar cada triada
digo la frase «así sea»; con ella sabemos que ha terminado la meditación. Luego
cambiamos las posiciones. Cada persona tiene que experimentar cada posición,
puesto que
cada una es totalmente diferente de las otras dos. Al final de la
tercera meditación, nuevamente entonamos tres «om», para cerrar el ciclo.
Entonces nos incorporamos, nos sentamos tomados de la mano y cantamos nuestra canción, con la cual hemos cerrado la reunión desde que
comenzamos.
Se llama I love myself (Me amo). Jai Josefs la escribió hace unos años
para el grupo de Ken Keyes. La letra es tan perfecta para nuestro trabajo que se
ha convertido en nuestra sintonía.
La creación de un Círculo Sanador
Mi amigo de Nueva York Samuel Kirschner tiene otro grupo llamado Healing
Circle (Círculo Sanador). Yo encuentro que crear un Círculo Sanador es muy útil
para conseguir la intimidad necesaria para el poder curativo. He aquí algunos
extractos
de su folleto sobre cómo hacerlo:
«El motor que mueve un Círculo Sanador, es decir, que hace que cada una
de las personas y todas ellas atraviesen la puerta y elijan abrirse y hacerse
vulnerables en un grupo formado en su mayor parte por desconocidos, es el anhelo de crecimiento, la búsqueda de poder e iluminación para crecer y aprender
más. Es la búsqueda de un lugar o espacio seguro y fértil.
»El espacio tiene mucho que ver con el Círculo Sanador. El círculo es
una forma geométrica muy poderosa, flexible pero inviolable, continua y sin
embargo
inclusiva, capaz de expansión infinita y sin embargo fuerte, permanente
y fiable.
Un círculo no fuerza a nadie a alinearse ni pone a las personas dentro
de una caja, ni las amenaza con bordes afilados. El círculo es una forma
protectora, que nutre, como el vientre en donde todos comenzamos a crecer y a recibir
nuestras primeras lecciones de amor.
»Después de asistir a algunos de los seminarios de Louise Hay hace tres
años, varios de nosotros comprendimos que necesitábamos una forma de continuar
el trabajo por nuestro lado, el trabajo de aprender a amarnos a nosotros
mismos. Al comienzo lo único que necesitamos fue entusiasmo y una buena disposición
para
man tener el espacio para todos y cada uno. No me puedo imaginar la vida
sin este grupo de personas. Algunas de ellas se han convertido en mis seres queridos, otros en mis amigos. Cada semana siento que crece mi deseo de
que llegue el día de formar el Círculo Sanador, para que podamos estar
juntos nuevamente, y para recibir otra inyección de energía curativa.
»Una de las cosas más gratificantes que me ha reportado esta experiencia
es que sus semillas empiezan a germinar. No sólo hemos logrado mantener semanalmente este espacio mutuo para todos nosotros, sino que ahora
estamos comenzando a formar otros grupos en distintos barrios del área
metropolitana.
»Si un Círculo Sanador es lo bastante poderoso como para sembrar otros a
través de la ciudad, tal vez entonces no haya límites para la siembra que se
puede realizar. Podemos tomar las energías generadas por el grupo y
proyectarlas por toda la ciudad. Los Círculos Sanadores pueden llegar hasta a las
prisiones, pueden visitar a antiguos miembros del Círculo que están demasiado
enfermos para asistir, y pueden incluso prestar apoyo a profesionales de la salud
que estén al borde del agotamiento.
»La puesta en marcha: ¿Cuáles son los elementos básicos? ¿Cómo crear un espacio que proporcione a las personas un sentimiento de plenitud? ¿Qué
es un Círculo Sanador, y cómo funciona? ¿Cómo alienta la obtención del propio
poder a la vez que sirve como foro para el intercambio de información e ideas?
Su objetivo
fundamental es inspirar y desafiar a los participantes a aceptar la
responsabilidad de su curación y de su vida.
Se centra en el instrumento esencial: crear una atmósfera positiva y de
amor que rompa las barreras, en donde se puede decir cualquier cosa y el
aislamiento desaparece.
»Los compañeros: El primer paso para formar un Círculo Sanador es la comunicación. Hay que tener el valor de coger el teléfono, organizar una
cena o levantarse en otra reunión y decir: «Necesito el apoyo de mis amigos y me gustaría ofrecer el mío a mi vez». Esta es la forma de empezar. Se trata
de dar ese paso, de encontrar el valor en el amor de los amigos y compañeros, y
de confiar en el Universo, porque nada malo puede derivarse de seguir lo
que nos
dicta la intuición.
»Atmósfera: Encontrar un lugar, al comienzo, es tan fácil como encontrar
a alguien que tenga una sala de estar grande y que se brinde a acoger al Círculo
Sanador en su casa. Hay que estudiar y controlar la iluminación de la
habitación, su temperatura, su acústica, su ventilación, la configuración del
mobiliario, la
disposición de las plantas, etc. La habitación debe reflejar la
personalidad del Círculo Sanador. Todo esto puede representar un buen desembolso de
dinero, que aportarán todos los miembros que puedan permitírselo. No hay que
excluir, evidentemente, del Círculo Sanador a las personas que no puedan pagar.
» Completar el círculo: La creación del espacio comienza con tomarse de
las manos y respirar juntos. Esto unifica la energía del Círculo Sanador.
»Qué es apropiado para cuántos: Hay que saber qué es lo más conveniente
para dos personas, para veinte, incluso para más.
»Proposición de un tema: En los grupos grandes los temas ayudan a
unificar el flujo de energía y la atención, y pueden estimular a las personas que
temen compartir sus temores o hacer comentarios:
» Visualizaciones: Preparadas para penetrar en espacios más profundos de curación, las visualizaciones trabajan con el perdón, la gratitud, el
niño interior, la alegría, el encuentro con el yo superior. Suele haber muchísimos y
sorprendentes talentos escondidos en un grupo, deseosos de dirigir las
visualizaciones, que se recomiendan al menos una vez por reunión.
»Historias personales y participación: ¿Qué pasa en las vidas de las
personas del grupo? ¿Por qué están aquí? ¿Qué esperan obtener de sus experiencias?
¿Han aprendido algo sobre curación esta semana?
»Música: La música abre el corazón, influye en la respiración y unifica
la energía del grupo. Suele tener un efecto sanador inmediato. La elección puede
variar, pero en general toda música de naturaleza serena sirve de fondo para un
proceso, y las
canciones sencillas y pegadizas son excelentes para cantarlas todos
juntos. Las Canciones de afirmación de Louise Hay son particularmente recomendables.
»Movimiento: A media reunión la gente se cansa y es necesario que la
energía se exprese físicamente. En ese punto, se les pide a todos que se pongan de
pie, y se elige música bailable. Hay que animar a todo el mundo a moverse de la
forma que le apetezca. Generalmente este es uno de los momentos culminantes de la
tarde.
»Modalidades de curación: Aquí hablamos de los tratamientos con hierbas medicinales, la homeopatía, la acupuntura, el trabajo corporal, la
nutrición, la curación de las actitudes, el renacimiento, la curación etérica, y
otros. El Círculo Sanador es un foro para intercambiar información acerca de cómo ha
explorado la
propia curación cada miembro del grupo También es un sitio para
presentar a médicos notables y un lugar de apoyo para todos aquellos que trabajan en
el ámbito sanitario.
»Filosofía: La filosofía del Círculo Sanador es la de una realidad
autocreada:
nosotros somos responsables de nuestra vida, y todo lo que
experimentamos es una oportunidad para el crecimiento y la transformación. Traemos un
mensaje de esperanza y curación para todo el mundo, pero en particular para
aquellos que tienen el sida. Es un privilegio para nosotros compartir tiempo y
espacio con
personas que han elegido un camino que exige tanto coraje. Respetamos y honramos este camino particular, y las apoyamos a ellas y nos apoyamos a nosotros para elevarnos por encima del temor y del terror que propagan
los medios de comunicación. Somos seres de amor y de luz, ilimitados en
nuestra capacidad de sanar nuestra vida.»
Los abrazos
Por último, aunque no lo menos importante, en nuestras reuniones de los miércoles tenemos el momento de los abrazos. Sugiero que abracemos a
tantas personas como podamos. Esto también da tiempo para iniciar un diálogo.
Puede que alguien haya contado algún problema que tiene durante la reunión; en
el momento de los abrazos, muchos otros acudirán a proponerle soluciones.
También hay personas que quieren hablar conmigo en privado y compartir
un abrazo conmigo.
Deseamos que todo el mundo abandone la reunión sintiéndose mejor que
cuando llegó. En el grupo recibimos un estímulo positivo, y esta sensación
suele durar días. También conocemos a otras personas a quienes podemos acudir en momentos difíciles. A veces cuatro frases dichas por teléfono pueden
significar
muchísimo. Así, el grupo es una especie de punto de despegue para
construir el apoyo que uno necesita día a día. En este grupo, puedes pedir todo lo
que desees, y si es posible te lo proporcionaremos.
La difusión
Si no quieres formar parte de un grupo grande ni iniciar uno propio, tal
vez sí quieras difundir nuestro mensaje. Comparte lo que sabes con los demás, proporciónales información positiva y servicios. Difunde la buena nueva.
El osito de peluche
Cuando éramos niños los ositos solían ser nuestros mejores amigos. Les podíamos contar nuestros secretos y ellos jamás nos traicionaban. Nos
ofrecían un amor incondicional y siempre estaban allí para ayudarnos a aliviar
nuestras penas. Cuando nos hacemos mayores y tenemos problemas, es el niño
pequeño
que conservamos en nuestro interior quien se asusta, y el osito de
peluche todavía puede hablarle para tranquilizarlo. Las personas adultas pueden
encontrar muy reconfortantes a los ositos de peluche. A mí me gustaría que en todos
los hospitales tuvieran en cada cama un osito para que el enfermo lo abrace
en la
oscuridad de la noche cuando se siente asustado.
Un médico de Nueva York se quejó de que enseñáramos comportamientos
infantiles a personas adultas al sugerirles que tuvieran un osito de
peluche. Tengo la impresión de que a él nunca le permitieron tener un osito cuando era
niño. De hecho la comunidad médica está empezando a reconocer este útil «medicamento». A los enfermos del hospital St. John's de Nueva York que
han sufrido una operación a corazón abierto, se les da un osito de peluche
que cumple una doble función. Cuando el enfermo siente que le viene la tos, tiene
que abrazar estrechamente al osito, para impedir que se le abran los puntos de la
herida. Estoy segura de que la segunda función es alcanzar un sentimiento de amor y de seguridad.
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Sé que no estoy solo en este planeta. Todas las personas, todos los lugares y
objetos están interconectados. Lo que hace daño a uno nos hace daño a todos. Por lo
tanto, lo que sana a uno contribuye a sanarnos a todos. Cuando estamos dispuestos
a
amarnos y apoyarnos mutuamente, ayudamos a sanar a todo el planeta.
Somos amor, repartimos amor y nos curamos con amor. Este día, para nosotros
sólo tiene experiencias agradables. Somos uno con el Poder que nos ha creado.
Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.
22. La curación del planeta
Afirmación: «Tenemos fe en nuestra completa curación».
Nuestro planeta se ha convertido en un lugar en donde se imponen dos formas básicas y opuestas de ver la vida.
Por una parte, están las personas que crean oscuridad a su alrededor.
Viven en el temor y el odio y esperan lo peor de la vida. Se han propagado el abuso de
las drogas, la guerra, la tortura, la opresión y el hambre. Y hay profetas
que esperan la catástrofe que ponga fin a la vida en la Tierra.
Por otro lado, hay actualmente muchos grupos que despiertan las
conciencias. En todo el planeta las personas se están uniendo para aprender los procesos
de la mente y su funcionamiento. Hay una enorme ansia de aprender y de amar
más, para mejorar la calidad de todos los aspectos de nuestra vida y para
salvar y sanar el planeta.
Toda persona tiene su propio valor personal y es merecedora de su propio
amor.
Son nuestro rechazo y nuestro odio a nosotros mismos los causantes de
todos los problemas que hay sobre la Tierra. El microcosmos refleja su carácter
positivo o negativo en el macrocosmos. Siempre ha habido grupos de personas que
dicen a
otros grupos de personas que son inaceptables o que no valen anda. No
importa cuál sea el grupo objeto del prejuicio, puesto que será distinto en cada
lugar de la Tierra. Ahora bien, sin duda el grupo que denuncia está formado por personas asustadas y que no se sienten bien consigo mismas. Esto nunca es
saludable, ni
para nosotros ni para el planeta.
Como he dicho tantas veces, cuando nos amamos realmente a nosotros
mismos no podemos dañarnos ni dañar a otra persona. Y yo creo que esta es la
respuesta para la paz del mundo. El amor incondicional es el objetivo para el cual
todos estamos aquí. Y comienza con la autoaceptación y el amor por uno mismo.
No tengo «la respuesta» para curar todas las enfermedades. Ojalá la
tuviera. Sólo puedo ayudarte a mejorar la calidad de tu vida si tu eliges hacerlo.
Toda curación es fundamentalmente autocuración. El médico, el terapeuta, el técnico,
la enfermera, el sanador y todos los que trabajan con disciplinas holistas
tienen métodos diferentes para curar tu cuerpo. Tú eres la única persona que
puede
decidir si el método te sirve o no.
Si tu profunda decisión interior es quedarte en el planeta y ponerte
bien, entonces entrégate totalmente a tu curación. Te resultará una experiencia
interesante estar completamente por ti, de todas las formas posibles, ofrecerte un apoyo
total.
Puede incluso que te guste esta forma de vivir, una vez que te
acostumbres a ella.
Si de verdad deseas vivir bien, nunca volverás a las viejas formas de
abusar de ti.
Tal vez a un nivel profundo ya has tomado la decisión de abandonar el
planeta; tal vez tu lección ha terminado y no deseas que ninguno de los métodos dé
resultado.
Sea cual fuere tu decisión, es la decisión perfecta para ti. No estás
aquí para complacer a los demás ni para vivir tu vida al modo de ellos. Estás en
tu propio camino y trabajando a tu propio nivel. Estás aquí para aprender y crecer
en la comprensión, la compasión y el amor. Cuando hayas completado tu lección
en esta vida, te irás. Puede que sea pronto, puede que falte aún mucho
tiempo.
Cuando quiera que sea, hazlo en paz.
Sigue aprendiendo a amarte más. Haz que el amor incluya a otras
personas.
Ofréceles el amor incondicional que deseas para ti. Haz todo lo posible
para ser feliz y lleva esa alegría a todos los aspectos de tu vida.
Como dice Jerry Florence, de Alliance, en su canción: «La vida comienza
otra vez.
¡Aleluya!».
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
La plenitud es mi objetivo, mi única meta.
Formo una unidad con todas las personas, lugares y objetos del planeta.
Escojo contribuir a hacer de este mundo un lugar seguro para amarnos mutuamente, un lugar en donde se nos ame y acepte como somos y en donde se nos aliente y apoye para llegar a ser lo que podemos ser.
Veo lo mejor en todas las personas y les ayudo a sacar afuera sus cualidades.
Este amor y esta aceptación que doy los encuentro adondequiera que me vuelva.
Veo este mundo con abundantes tierras, aguas puras y frescas, aire limpio, y todo el mundo bien alimentado.
Veo a personas pacíficas, seguras, sanas, activas y libres en toda la Tierra.
Todos hemos alcanzado la unidad y la plenitud.
Estoy en paz conmigo y con el mundo que diviso.
Somos uno con el Poder que nos ha creado.
Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.
Os amo.
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