“El símbolo de la rosa mística es que si un hombre cuida la semilla con la que nace, si le da el suelo apropiado, si le da la atmósfera y vibraciones apropiadas, si va por el camino correcto, donde pueda empezar a crecer la semilla, entonces el crecimiento supremo se simboliza como la rosa mística -cuando florece tu ser, abre todos sus pétalos y libera su bella fragancia…”
El 21 de abril de 1988, Osho introdujo una nueva terapia meditativa llamada La Meditación de la Rosa Mística. La meditación es así: una semana de risas tres horas por día, una semana de llanto tres horas por día, y una semana de presenciar tres horas por día.
Desde ese momento, miles de personas participaron en La Meditación de la Rosa Mística en la Comuna de Osho en Poona, India y en los centros de meditación Osho alrededor del mundo.
Estudios científicos realizados durante y después de los 21 días del ciclo de meditación, revelan que los participantes experimentan cambios profundos y permanentes en varias dimensiones de sus vidas, que van desde una relajación interna más profunda, hasta mejoras en una amplia variedad de cuadros psicosomáticos, y una mayor habilidad para sentir y expresar las emociones en la vida diaria, y al mismo tiempo estar desidentificados de ellas, llegando a ser testigos de sus experiencias.
La meditación:
Inventé una terapia meditativa para los que quieran llegar más profundo. La primera parte va a ser risa -por tres horas, la gente se ríe sin ningún motivo, y cada vez que empieza a decaer la risa, dicen otra vez
“¡Yaa-jú!”
y va a volver. Excavando durante tres horas, vas a sorprenderte de cuantas capas de polvo se acumularon en tu ser. Esto las va a cortar como con una espada, de un sólo golpe. Durante siete días, continuamente, tres horas por día…No podés imaginarte cuanta transformación que puede llegar a tu ser…
Y después, la segunda parte son lágrimas. La primera parte elimina todo lo que impide tu risa – extirpando todas tus inhibiciones desde la antigua humanidad, todas las represiones y trae una nueva dimensión adentro tuyo. Pero todavía tenés que ir unos cuantos pasos más para llegar al templo de tu ser, porque reprimiste tanta tristeza, tanta desesperanza, tanta ansiedad, tantas lágrimas…-todo eso está ahí adentro, cubriéndote y destruyendo tu belleza, tu gracia, tu alegría…
En la antigua Mongolia, tenían la idea que en cada vida, se reprimía todo dolor…y el dolor se reprime porque nadie lo quiere. Vos no querés estar dolorido entonces lo reprimís, lo evitás, mirás para otro lado.
Pero está ahí.
Y la idea de los mongoles era -y yo estoy de acuerdo con ella-, que vida tras vida, sigue acumulándose en vos, convirtiéndose en una dura costra de dolor. Si vas para adentro, vas a encontrarte con ambas: risas y llanto. Es por eso que a veces pasa que, al reírse, repentinamente, también empiezan a salir las lágrimas al mismo tiempo…-esto confunde mucho porque, normalmente pensamos que son contrarias, que cuando estás lleno de lágrimas no es momento de reír, o cuando te está riendo no es la estación apropiada para las lágrimas. Pero la existencia no cree en tus conceptos e ideologías; la existencia trasciende todos tus conceptos, que son dualistas, que están basados en la dualidad. Día y noche, risas y lágrimas, dolor y alegría, ambos llegan juntos…
Cuando un hombre llega a su ser más profundo, va a descubrir que la primera capa es de risas, y la segunda de agonía, de lágrimas.
Entonces, durante siete días permitíte llorar, derramar lágrimas sin ningún motivo -las lágrimas están ahí esperando salir, solamente que vos las estás impidiendo…Bueno, dejalas, y cada vez que sientas que no salen, solamente decí:
“¡Yaa-Bú!”
Estos son sonidos puros que se usan como una técnica para sacar toda tu risa y todas tus lágrimas y limpiarte por completo para que puedas llegar a ser un niño inocente.
Por último, la tercera parte es ser testigo -el observador en la cima. Por último, después de la risa y las lágrimas, solamente queda un testigo silencioso. El ser testigo por sí solo es automáticamente represivo.
Cuando sos testigo se interrumpe el llanto, se duerme. Esta meditación se deshace de la risa y las lágrimas de antemano, entonces cuando está el testigo no hay nada que reprimir. Entonces, al ser testigo, se abre un cielo limpio…Entonces por siete días experimentás claridad.
Esta es mi meditación, absolutamente.
Vas a sorprenderte que ninguna meditación va a darte tanto como esta pequeña estrategia. Esta es mi experiencia de muchas meditaciones: que hay que romper dos capas en vos; porque reprimieron tu risa; te dijeron
“No te rías, esto es serio”.
No te dejan reírte en una iglesia, o en una clase universitaria…
Entonces, la primera capa es de risa, pero una vez que termina la risa, de repente vas a sentir que te inundan las lágrimas, que te llenás de agonía, pero ese también va a ser un gran fenómeno de descarga…van a desaparecer muchas vidas de dolor y sufrimiento…Si podés deshacerte de estas dos capas, te encontraste a vos mismo.
Las palabras “Yaa-jú” o “Yaa-bú”, no significan nada, son solamente técnicas, sonidos que pueden usarse para cierto fin, para entrar en tu propio ser.
Inventé muchas meditaciones, pero esta tal vez sea la más esencial y fundamental; puede posesionarse de todo el mundo…
Toda la sociedad te hizo tanto daño al impedirte tus alegrías y tus lágrimas…Si un viejo empieza a llorar, vas a decir:
“¿Qué estás haciendo?, ¿No te da vergüenza?, no sos un chico, que alguien te quitó una banana y te pusiste a llorar. Tomá otra banana, pero no llores”.
Fijate: parate en la calle y empezá a llorar. Se va a congregar una muchedumbre para consolarte; van a decirte:
“¡No llores!, sea lo que sea, olvidate de todo; ya pasó…”
Nadie sabe qué pasó, nadie puede ayudarte. Pero todos van a tratar:
“¡No llores!”
Porque si vos seguís llorando, van a empezar a llorar ellos también, porque ellos también están inundados de lágrimas, y esas lágrimas están muy cerca de sus ojos…
Y es saludable llorar, reír.
Ahora los científicos están descubriendo que el llanto y la risa son inmensamente saludables, no solo físicamente, sino también psicológicamente. Realmente pueden mantenerte sano. Toda la humanidad está un poco loca por la sencilla razón que nadie se ríe completamente, porque en todas parte hay gente que dice:
“¿Qué estás haciendo? ¿Sos un chico, acaso? ¿No estás un poco grande?, ¿Qué van a pensar tus hijos?, ¡Quedate tranquilo!”
Si llorás y derramás lágrimas sin motivo, solamente como un ejercicio, como una meditación, nadie va a creerte. Las lágrimas nunca fueron aceptadas como meditación. Y te digo, no solo son una meditación, son también una medicina. Vas a tener mejor visión y vas a tener también mejor visión interna.
Te estoy dando una técnica muy fundamental, fresca y sin uso que se va a extender por todo el mundo, sin ninguna duda, porque sus efectos le van a mostrar a cualquiera, que la persona rejuveneció, que se hizo más amorosa, que tiene más gracia…que se hizo más flexible, menos fanática; e hizo más alegre, con más celebración…
Lo único que necesita este mundo es una buena limpieza del corazón, de todas las inhibiciones del pasado, y la risa y las lágrimas pueden hacer ambas: las lágrimas van a sacarte toda la agonía que está escondida adentro tuyo, y la risa va a sacarte todo lo que bloquea tu éxtasis. Una vez que hayas aprendido el arte, vas a asombrarte inmensamente: ¿Por qué no se dijo esto antes? Porque nadie quiso que la humanidad tenga la frescura de una rosa, ni su fragancia, ni su belleza…
A esta serie de charlas las llamé: “La Rosa Mística”. “¡Yaa-Jú!” es el mantra para traer a La Rosa Mística a tu mismo centro, para abrir tu centro y liberar tu fragancia, y La Rosa Mística es la realización de tu ser interior.
http://magiablancaenlinea.com/
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